La estrategia de Obama en Oriente Pr¨®ximo se complica
La tensi¨®n entre Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n es un nuevo obst¨¢culo ante la guerra civil siria
La tensi¨®n entre Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª complica la estrategia de la Administraci¨®n Obama en Oriente Pr¨®ximo. Ambos pa¨ªses ¡ªel primero, rival de EE UU desde 1979; el otro, aliado desde la Segunda Guerra Mundial¡ª son piezas necesarias para los planes del presidente Barack Obama en la guerra civil en Siria o para frenar la proliferaci¨®n nuclear en la regi¨®n. Tras la ejecuci¨®n de un cl¨¦rigo disidente chi¨ª en Arabia Saud¨ª, el asalto de la embajada saud¨ª en Ir¨¢n y la ruptura de las relaciones diplom¨¢ticas, Obama mantiene la equidistancia.
La Casa Blanca ha evitado condenar la ejecuci¨®n del cl¨¦rigo chi¨ª y ha llamado a Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª- a rebajar la tensi¨®n.
¡°Todo esto ha tensionado las relaciones entre EE UU y Arabia Saud¨ª, puesto que Washington ve en la escalada un intento de forzar a EE UU a apoyar a Arabia Saud¨ª y socavar las oportunidades de mejorar las relaciones con Ir¨¢n¡±, dice Trita Parsi, presidente del Consejo Nacional Irano-Americano y autor de un libro sobre la diplomacia de Obama con Ir¨¢n. ¡°Washington deber¨ªa evitar tomar partido, y trabajar con los aliados para intentar contener esta crisis y forzar a ambas partes a desescalar [la tensi¨®n]¡±.
Durante parte de la Guerra Fr¨ªa, Arabia Saud¨ª e Ir¨¢n fueron los dos pilares de la estrategia estadounidense en Oriente Pr¨®ximo. A cambio de la protecci¨®n militar, la monarqu¨ªa saud¨ª aseguraba la provisi¨®n de petr¨®leo. El Ir¨¢n del sha Reza Pahlevi actuaba como gendarme regional. El primer aliado era sun¨ª; el otro, chi¨ª. Ambos, reg¨ªmenes autoritarios.
La estrategia de los dos pilares se desmoron¨® en 1979 cuando la revoluci¨®n derroc¨® al sha. El Ir¨¢n de los ayatol¨¢s rompi¨® con EE UU. La relaci¨®n con Arabia Saud¨ª evolucion¨® de forma distinta. En 1991, Arabia Saud¨ª fue la principal plataforma para lanzar la primera guerra del Golfo contra el Irak de Sadam Hussein. Diez a?os despu¨¦s, el 11 de septiembre de 2001, Al Qaeda estrell¨® tres aviones contra EE UU: 15 de los 19 secuestradores a¨¦reos eran saud¨ªes. Desde EE UU se cuestion¨® el papel de los saud¨ªes en el 11-S y la excesiva dependencia del petr¨®leo saud¨ª. En Arabia Saud¨ª se vio con recelo el ascenso chi¨ª en Irak tras la invasi¨®n estadounidense de 2003.
Deterioro con Riad
Con Obama, la relaci¨®n con Arabia Saud¨ª se ha deteriorado, al tiempo que EE UU se acerca a Ir¨¢n, rival chi¨ª de la Arabia Saud¨ª sun¨ª. Riad no entendi¨® que Obama tolerase la ca¨ªda de Hosni Mubarak en Egipto en 2011 y alentase las primaveras ¨¢rabes, que desafiaban a los reg¨ªmenes autoritarios proestadounidenses en la regi¨®n. En paralelo, el boom energ¨¦tico en EE UU gracias al fracking ¡ªuna t¨¦cnica para extraer petr¨®leo¡ª redujo la dependencia. A esto se a?adi¨® la renuncia de Obama, en 2013, a intervenir en Siria para derrocar a Bachar El Asad, aliado del Ir¨¢n chi¨ª. La guerra siria enfrenta a fuerzas apoyadas por Ir¨¢n y por Arabia Saud¨ª.
El colof¨®n fue el acuerdo, aprobado en julio de 2015 en Viena, entre EE UU y las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU, de un lado, e Ir¨¢n del otro. El acuerdo frena temporalmente el acceso de Ir¨¢n a la bomba nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones. Pero es algo m¨¢s. Permite reintegrar a Ir¨¢n en el concierto de las naciones. El momento en que la posici¨®n de Ir¨¢n se normalice del todo, el d¨ªa que se reabran las embajadas en Teher¨¢n y Washington, queda lejos. Pero Arabia Saud¨ª ¡ªcomo Israel, el otro aliado fundamental de EE UU¡ª teme que el acuerdo nuclear consolide a Ir¨¢n como potencia regional chi¨ª.
Eso no significa que la relaci¨®n peligre. Desde 2010, la Administraci¨®n Obama ha informado al Congreso de la venta de aviones, helic¨®pteros, sistemas antimisles, bombas, veh¨ªculos armados y otro equipamiento militar por valor de 90.000 millones de d¨®lares, y Arabia Saud¨ª usa armamento e inteligencia estadounidense para bombardear en Yemen, seg¨²n un informe del Servicio de Investigaci¨®n del Congreso. EE UU necesita a los saud¨ªes para luchar contra el Estado Isl¨¢mico.
A la espera del pr¨®ximo presidente
En un a?o todo puede cambiar. Un republicano podr¨ªa suceder a Obama en la Casa Blanca, y EE UU tendr¨ªa un presidente prosaud¨ª sin complejos y contrario al acuerdo nuclear con Ir¨¢n. ¡°En un Oriente Pr¨®ximo destruido por las guerras civiles, las convulsiones pol¨ªticas y el imperialismo iran¨ª, los saud¨ªes son nuestro mejor amigo en la pen¨ªnsula ar¨¢biga¡¤, escribe el conservador The Wall Street Journal en un editorial. ¡°EE UU deber¨ªa dejar claro a Ir¨¢n y a Rusia de que defender¨¢ al Reino de los intentos iran¨ªes de desestabilizar o invadir¡±.
Arabia Saud¨ª, dijo hace unos d¨ªas en un mitin el senador y aspirante a la Casa Blanca Marco Rubio, ¡°no es un enemigo de EE UU¡±. ¡°Ir¨¢n ha sido nuestro enemigo. Tienen una disputa y este presidente va y dice: ¡°Eh, t¨ªos, ?por qu¨¦ no os llev¨¢is bien?¡±
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