Agust¨ªn Basave doblega a las familias y vuelve a la presidencia del PRD
El l¨ªder de la izquierda mexicana present¨® su renuncia para imponer su estrategia de pactos electorales con la derecha
La izquierda mexicana hizo una pirueta sobre el precipicio. Pero no cay¨®. Harto de las continuas presiones que ejercen las corrientes que controlan el PRD, su presidente, Agust¨ªn Basave, present¨® su renuncia la noche del lunes. El gesto, procedente de un pol¨ªtico sin apenas experiencia en el cuerpo a cuerpo pol¨ªtico, fue tomado como la confirmaci¨®n de un fracaso. Pero en menos de 24 horas demostr¨® su efectividad. Las facciones hicieron un alto en sus peleas y, ante la nueva crisis que se les ven¨ªa encima en pleno a?o electoral, decidieron dar el visto bueno a las exigencias de Basave. Este regres¨® a su puesto y, por el momento, la ca¨ªda al abismo ha quedado conjurada.
El principal punto de fricci¨®n entre Basave y las corrientes es la pol¨ªtica de pactos. El presidente de la formaci¨®n hegem¨®nica de la izquierda ha trazado un plan de acuerdos con el PAN (derecha) para desbancar de ocho estados al PRI y abrir nuevos espacios al PRD. La estrategia, pese a que fue autorizada por la direcci¨®n, ha sido continuamente saboteada por las denominadas tribus. Su principal argumento es que estas alianzas corren el riesgo de desnaturalizar las posiciones ideol¨®gicas del PRD. En su rechazo, con todo, tambi¨¦n pesa el miedo a ver mermadas sus cuotas de poder. El resultado de este enfrentamiento ha sido una continua desautorizaci¨®n de Basave y su consiguiente dimisi¨®n. ¡°Ning¨²n presidente de partido en ninguna parte del mundo puede sostenerse en semejantes condiciones de debilidad, con su credibilidad seriamente mermada de cara a sus interlocutores externos. Y si puede sobrevivir tras ser desautorizado a tal grado, debe renunciar por elemental dignidad¡±, escribi¨® en su carta de despedida.
Tras entregar la misiva al presidente del Consejo Nacional, se fue a su despacho y dej¨® claro que, si no recib¨ªa respuesta a sus demandas, la partida se daba por terminada.
La jugada tuvo ¨¦xito. Las corrientes, enfrentadas a una nueva crisis en un a?o en que se celebran 12 elecciones a gobernador, cedieron y abrieron las puertas al plan de Basave. La coalici¨®n con el PAN ha sido aceptada en Oaxaca y Veracruz, y se ha ratificado al presidente como interlocutor oficial en las futuras negociaciones. La calma, aparentemente, ha vuelto. Pero pocos dudan de que el pulso a¨²n no ha terminado. El mismo l¨ªder del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, no escatim¨® dardos contra Basave: ¡°Ha renunciado a renunciar. Parece que es el renunciador. Yo creo que Basave no conoc¨ªa al PRD ni los que le eligieron lo conoc¨ªan. No se puede estar resolviendo los problemas as¨ª, como en un drama¡±, dijo.
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