Un informe del espionaje holand¨¦s desmonta la propaganda del ISIS
Los servicios secretos relatan la violencia padecida por hombres, mujeres y ni?os
La situaci¨®n en las zonas de Siria e Irak controladas por las fuerzas del denominado Estado Isl¨¢mico (ISIS) no se parece en nada a la versi¨®n ofrecida por los yihadistas a los musulmanes, o bien conversos, occidentales que desean reclutar. La imagen de ciudades donde hay casa para todos, los servicios m¨¦dicos corren a cargo de especialistas, las basuras son recogidas a diario y las tiendas rebosan de comida es mentira. Seg¨²n los servicios secretos holandeses, que acaban de publicar un informe titulado La vida con el ISIS, el mito desvelado, ¡°la violencia es inherente a la organizaci¨®n y hombres, mujeres y ni?os se arriesgan a morir si rechazan las tareas que les son asignadas¡±. El espionaje holand¨¦s calcula, adem¨¢s, que unos 70 ni?os holandeses -veinte de los cuales han nacido all¨ª- se encuentran en enclaves muy peligrosos y sin posibilidad de regresar. La propaganda del ISIS, a?aden, ¡°oculta la deriva hacia un r¨¦gimen totalitario¡±.
Una vez en territorio yihadista, los hombres deben jurar lealtad al l¨ªder supremo, Abuaker al Bagdadi. Luego son interrogados a fondo para saber si son esp¨ªas. La formaci¨®n religiosa llega despu¨¦s. Al final de trayecto son entrenados para la batalla. Los nuevos reclutas occidentales, deseosos de demostrar su valor, suelen ir al frente enseguida. Las mujeres aprenden a usar armas, pero solo pueden utilizarlas para defenderse. Adem¨¢s de tener ¡°el mayor n¨²mero posible de hijos, su principal tarea es reclutar a otras mujeres a trav¨¦s de las redes sociales¡±. Unas pocas ingresan en las filas de la polic¨ªa femenina dedicada a perseguir a las que incumplan los preceptos de la ley isl¨¢mica (shar¨ªa) en cuesti¨®n de vestimenta.
Para los ni?os la situaci¨®n es dram¨¢tica. La mayor¨ªa han sido sacados de la educaci¨®n primaria holandesa y entran, de repente, en una zona en guerra. ¡°Todos sufren episodios violentos, ya sean bombardeos a cargo del r¨¦gimen de El Asad, o bien lanzados por la coalici¨®n contra el ISIS. A dicho trauma se unen las ejecuciones o castigos que contemplan. Los chicos son entrenados como soldados a partir de los nueve a?os, van al frente a los 13 y pueden pelear a los 16. Aprenden a disparar y a hacer de verdugos. Las ni?as llevan velo a partir de los nueve a?os, edad en que ya pueden ser entregadas en matrimonio¡±, dice el informe. La situaci¨®n es extrema para los menores, ¡°y a pesar de mi experiencia, su destino me ha causado una profunda impresi¨®n¡±, ha admitido Rob Bertholee, jefe del espionaje holand¨¦s.
El estudio no cita fuentes para apoyar sus afirmaciones, hecho que los expertos nacionales en terrorismo atribuyen a que se trata de un compendio de conversaciones de sus agentes, a los que deben proteger, con testigos fiables, igualmente necesitados de protecci¨®n. Con la publicaci¨®n del informe, las autoridades holandesas intentan ¡°contrarrestar la propaganda absorbida por los europeos que piensan convertirse en yihadistas, y no reciben datos reales de los que ser¨¢ su vida cuando escapar es pr¨¢cticamente imposible¡±. Bertholee calcula que cada mes se unen a sus filas entre cinco y diez personas, y seg¨²n Steven Lenos, experto que asesora a la Comisi¨®n Europea en temas de radicalizaci¨®n, ¡°muchos j¨®venes muestran disonancia cognitiva, es decir, apartan la informaci¨®n que no les gusta en caso de duda¡±. ¡°Informes como este pueden servir para desmitificar el ideal del Califato al que creen sumarse¡±, ha declarado a la televisi¨®n nacional (NOS).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.