Jimmy Morales asume la presidencia de una Guatemala en ruinas
El hombre fuerte de su partido, Edgar Ovalle, est¨¢ acusado de delitos de lesa humanidad y podr¨ªa ser despojado de su esca?o
Jimmy Morales Cabrera, un c¨®mico de la televisi¨®n de 46 a?os, ha asumido este jueves la Presidencia de Guatemala. En su discurso de toma de posesi¨®n, anunci¨® las l¨ªneas maestras de su gesti¨®n. Como no pod¨ªa ser de otra manera, inici¨® su discurso reiterando su compromiso con la honestidad, y pidiendo de los guatemaltecos un trabajo conjunto en la tarea. ¡°Sin el trabajo de todas la sociedad no ser¨¢ posible sacar adelante a Guatemala¡±. Reducir un 10% de la desnutrici¨®n cr¨®nica, tener hospitales surtidos de medicinas y una apuesta firme por la educaci¨®n, son sus metas principales.
Retos enormes cuando hereda un estado en ruinas, con una insignificante representaci¨®n parlamentaria y con su hombre fuerte en riesgo de perder su esca?o en el Congreso (unicameral), acusado de cr¨ªmenes de lesa humanidad. A esto se suma una ciudadan¨ªa empoderada y expectante porque cumpla su principal promesa de campa?a: la honestidad en el manejo de la cosa p¨²blica.
Su triunfo en las urnas solo se explica por el cansancio de la poblaci¨®n ante el expolio sistem¨¢tico de los recursos del estado por los pol¨ªticos tradicionales, saqueo que alcanz¨® sus m¨¢s altas cotas de descaro durante la administraci¨®n de Otto P¨¦rez y Roxana Baldetti, ambos en prisi¨®n preventiva a la espera de juicio por delitos relacionados con actos de corrupci¨®n.
¡°El voto a Morales fue un salto al vac¨ªo. Lleg¨® porque representaba la opci¨®n menos peor. No hay mayores expectativas respecto a su gesti¨®n. Jam¨¢s esboz¨® un programa de gobierno. Eso genera inquietud¡±, resume el analista Edgar Guti¨¦rrez, director del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos.
No se descarta que el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, haya reiterado la preocupaci¨®n estadounidense por el combate a la corrupci¨®n
La integraci¨®n de su equipo de gobierno ha generado problemas insospechados. Para empezar, el partido que lo llev¨® al cargo ¨CFCN-Naci¨®n¨C fue fundado por los ¡®halcones¡¯ de la sangrienta guerra civil librada entre 1960 y 1996. Apenas la semana anterior, 18 de ellos fueron capturados y puestos a disposici¨®n de los tribunales, acusados de delitos de lesa humanidad. La inmunidad que le otorga su cargo de diputado electo libr¨® de la detenci¨®n a uno de los fundadores del partido y principal valedor de Morales: el coronel Edgar Ovalle Maldonado, para quien la Fiscal¨ªa ha iniciado un proceso tendente a despojarlo de la inmunidad.
Estas capturas, en las v¨ªsperas de su juramentaci¨®n, m¨¢s el veto de la Embajada de Estados Unidos a posibles ministros, siempre militares de l¨ªnea dura, para carteras como Gobernaci¨®n (Interior) y Defensa, no es casual, sino un mensaje para que el pr¨®ximo Presidente de Guatemala marque distancia con personajes de dudoso pasado, coinciden en se?alar los analistas locales.
De hecho, una de las primeras reuniones de Morales fue con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden. De lo tratado en el cara a cara solo trascendi¨® la inquietud de los pa¨ªses del llamado tri¨¢ngulo norte de Centroam¨¦rica (Guatemala, El Salvador y Honduras) por la suerte de los migrantes. Pero no se descarta que Biden haya reiterado la preocupaci¨®n estadounidense por el combate a la corrupci¨®n en estos tres pa¨ªses.
¡°Si es Washington quien est¨¢ detr¨¢s de esa voz de alerta, me parece correcto. El aviso ha llegado bien, aunque tal vez un poco tarde. El nuevo presidente tendr¨¢ que tomar en cuenta con qu¨¦ tipo de gente no debe trabajar¡±, comenta el analista independiente H¨¦ctor Rosada. A?ade que ser¨¢ un gobierno de transici¨®n, como lo han sido todos desde el fin de las dictaduras militares en 1985. ¡°Ojal¨¢ que su prop¨®sito sea alcanzar la democracia y consolidar un Estado de derecho¡±, apostilla.
¡°La detenci¨®n de los militares es un mensaje muy directo al presidente electo, sobre todo en lo que se refiere al coronel Ovalle, una pieza fundamental en el partido que asumir¨¢ el poder¡±, comenta Raquel Zelaya, presidenta de la Asociaci¨®n de investigaci¨®n y Estudios Sociales (As¨ªes). Para la analista, la gran fortaleza de Jimmy Morales es el apoyo popular con que cuenta. Como contraparte se?ala que el futuro mandatario carece de un operador pol¨ªtico capaz de articular ese sustento.
¡°Guatemala vive momentos de mucha turbulencia pol¨ªtica, porque todas las estructuras de poder est¨¢n bajo cuestionamiento¡±, razona Manfredo Marroqu¨ªn, presidente de Acci¨®n Ciudadana. ¡°Estructuras que moldearon un poder hipercorrupto para favorecer intereses de ¨¦lites, dejando a niveles de pobreza extrema al 60% de la poblaci¨®n. As¨ª las cosas, Jimmy Morales puede ser el catalizador del cambio, o un ancla para los grupos que mantienen secuestrado al Estado de Guatemala¡±, visualiza.
Para el analista, el nuevo gobierno enfrentar¨¢ altos niveles de inestabilidad y conflictividad frente a grupos poderosos, que solo podr¨¢ superar con el apoyo de la comunidad internacional. ¡°Sus aliados para llegar al poder son gente impresentable. No caben en la agenda de cambio del pa¨ªs. A pocas horas de jurar el cargo, a Morales le cuesta asumir la dimensi¨®n del reto que tiene en el futuro inmediato¡±, concluye.
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