Trump se consolida como favorito republicano sin ning¨²n rival destacado
Las divisiones de los moderados refuerzan la candidatura del magnate
El magnate neoyorquino Donald Trump gan¨® este martes en New Hampshire por partida doble. Fue el vencedor inapelable de las elecciones primarias. Y evit¨® que ninguno de sus rivales republicanos destacase.
El problema para el Partido Republicano es endemoniado. Un heterodoxo ¡ªun hombre de negocios y showman novato en la pol¨ªtica, un provocador con un discurso agresivo y falt¨®n, mezcla de buf¨®n y demagogo¡ª se consolida como el favorito para la nominaci¨®n republicana a la Casa Blanca.
La esperanza, por parte de los jefes de partido y de sus votantes m¨¢s moderados, de hallar una alternativa a Trump, un candidato que detenga su ascenso, se frustra de nuevo.
En New Hampshire, el dominio de Trump es absoluto. Uno de cada tres votantes opt¨® por ¨¦l. La inc¨®gnita era si, en el pelot¨®n de candidatos que aspira a disputarle el liderazgo, alguien sobresaldr¨ªa. Las primarias aclaran muy poco.
Kasich, en segundo lugar
El meritorio segundo lugar del gobernador de Ohio John Kasich ¡ªun pol¨ªtico con experiencia gubernamental, pragm¨¢tico y lejano del estilo bronco que ha dominado el Partido Republicano de los ¨²ltimos a?os¡ª refleja una realidad: los exabruptos de Trump, sus ofensas y salidas de tono provocan rechazo.
Pero la tracci¨®n del mensaje moderado es limitada. Primero, porque otra parte del electorado ¡ªa la derecha, pero tambi¨¦n a la izquierda¡ª est¨¢ descontenta con el statu quo: con las ¨¦lites pol¨ªticas y con una recuperaci¨®n econ¨®mica que ha dejado maltrecha a la clase media. Y segundo, porque el mensaje moderado es difuso ¡ªsolo Kasich y el exgobernador de Florida Jeb Bush lo defienden abiertamente¡ª y quienes lo defienden est¨¢n divididos.
El problema de las ¨¦lites republicanas, espantadas ante la posibilidad de que Trump se haga con la nominaci¨®n, es que no encuentran a nadie que la evite.
En New Hampshire ha sido Kasich, un candidato que llevaba meses haciendo campa?a en este Estado de la costa Este de EE UU, un territorio amable para ¨¦l, pero que puede tener dificultades en otros territorios como el Sur o el Oeste.
La semana pasada, despu¨¦s de los caucus (asambleas) de Iowa, la alternativa deb¨ªa ser Marco Rubio, el senador por Florida que qued¨® tercero all¨ª, por encima de las expectativas. Pero Rubio fall¨® en el debate televisado del s¨¢bado, apareci¨® como un pol¨ªtico acartonado, prisionero de sus frases brillantes que repite mec¨¢nicamente, nada espont¨¢neo. Y su impulso ¡ªel momentum, en jerga pol¨ªtica estadounidense¡ª se ha diluido.
Sumados, Kasich, Bush y Rubio superar¨ªan a Trump. La aritm¨¦tica desmiente cualquier idea de que todo el Partido Republicano es de Trump. Pero ninguno de los tres ¡ªni otros candidatos como el gobernador de New Jersey, Chris Christie¡ª est¨¢ dispuesto a ceder el paso y unirse detr¨¢s de un candidato antiTrump.
Mientras esto no ocurra, Trump seguir¨¢ dominando y el establishment seguir¨¢ buscando quien le desaf¨ªe.
Nuevo estilo de campa?a
Para complicar la cosas, otro de los integrantes del pelot¨®n que persigue a Trump es el senador por Texas Ted Cruz, un candidato m¨¢s radical, en muchos aspectos, que Trump, y tan detestado por el establishment como ¨¦l, si no m¨¢s. Cruz gan¨® en Iowa y qued¨® tercero en New Hampshire.
Es una inc¨®gnita qui¨¦n asumir¨¢ el turno de pr¨®ximo favorito para desafiarle, pero lo cierto es que, despu¨¦s de New Hampshire, Trump vuelve a ocupar el centro del escenario.
Aqu¨ª ha obtenido su primera victoria electoral. La que llevaba prometiendo desde que en junio se lanz¨®, ante la incredulidad del mundo pol¨ªtico y medi¨¢tico, a una aventura insensata en la que, aparte de ¨¦l y quiz¨¢ su familia, nadie cre¨ªa.
Hasta ahora ganaba en los sondeos; ganaba en el c¨®mputo de asistentes a los m¨ªtines; ganaba en los minutos de televisi¨®n: publicidad gratis, se jactaba ¨¦l, que le permit¨ªa ahorrar los millones que sus rivales republicanos gastaban en anuncios.
En Iowa, el estado que la semana pasada abri¨® el largo proceso de caucus y primarias, Trump se someti¨® por primera vez al veredicto de los votantes. Perdi¨® y demostr¨® que era humano.
En New Hampshire ha desmentido a quienes dec¨ªan que su estilo de campa?a ¡ªm¨¢s m¨ªtines masivos que encuentros cara a cara con votantes, como es preceptivo¡ª era un desprop¨®sito.
El proceso es largo: acaba de empezar. Todos los candidatos conf¨ªan en la estrategia a largo plazo. Reclaman paciencia a sus seguidores.
De momento Trump ha traducido el nebuloso apoyo de los m¨ªtines y sondeos en algo tangible: decenas de miles de votos, personas dispuestas a depositar su confianza en ¨¦l para convertirse en el pr¨®ximo comandante en jefe de Estados Unidos.
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