Hallada muerta Anabel Flores, una periodista secuestrada en Veracruz

M¨¦xico contin¨²a la cuenta de periodistas asesinados. El cad¨¢ver de Anabel Flores Salazar, secuestrada por un comando armado en su casa el lunes de madrugada, ha sido hallado al borde de una carretera del Estado de Puebla, lim¨ªtrofe con el Estado donde fue raptada, Veracruz, paradigma de la violencia contra los informadores en este pa¨ªs. La v¨ªctima ha aparecido semidesnuda y maniatada.?

Flores hab¨ªa colaborado con diarios modestos de Orizaba, una ciudad veracruzana de 120.000 habitantes. En El Sol de Orizaba hab¨ªa trabajado como colaboradora los ¨²ltimos seis meses. Tambi¨¦n hab¨ªa escrito en El Buen Tono, diario que el mismo d¨ªa de su desaparici¨®n comunic¨® que hab¨ªa sido despedida el a?o pasado. La especialidad de Flores era la informaci¨®n sobre cr¨ªmenes. Por el momento no hay detalles sobre el motivo y la autor¨ªa de su asesinato. La periodista ten¨ªa 27 a?os y era madre de un beb¨¦ reci¨¦n nacido y de otro ni?o de aproximadamente cuatro a?os.

Veracruz se sit¨²a por en¨¦sima vez en el ojo del hurac¨¢n. Seg¨²n datos de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica, desde el 2000 han sido asesinados 16 reporteros en este Estado, 10 desde hace cinco a?os, cuando lleg¨® al Gobierno de Veracruz el controvertido Javier Duarte, del Partido Revolucionario Institucional. En todo M¨¦xico han sido asesinados desde el 2000 unos 90 periodistas y 23 est¨¢n desaparecidos, de acuerdo con la ONG Art¨ªculo 19.

El caso espec¨ªfico de Veracruz est¨¢ marcado por la presencia del c¨¢rtel m¨¢s violento de M¨¦xico, Los Zetas. Sus actividades abarcan todas las variantes de comercio criminal (drogas, mujeres para explotaci¨®n sexual, migrantes, ¨®rganos), el robo de combustible (Veracruz es un importante punto de producci¨®n petrolera) y la extorsi¨®n indiscriminada a grandes, medianos y peque?os empresarios. En un contexto generalizado de debilidad institucional, este grupo ha medrado en los ¨²ltimos a?os como un mort¨ªfero poder f¨¢ctico. En los territorios donde se mueve, sobre todo Veracruz y m¨¢s al norte Tamaulipas, es donde el amordazamiento de los medios ha llegado a niveles m¨¢s extremos.

Otros cr¨ªmenes sonados contra periodistas en Veracruz en los ¨²ltimos a?os han sido el de Mois¨¦s S¨¢nchez, editor de un semanario local, secuestrado por un comando y asesinado en 2015, el de Regina Mart¨ªnez, corresponsal en Veracruz de la reputada revista de investigaci¨®n Proceso, asesinada en su casa en 2012, o el de Gregorio Jim¨¦nez, otro reportero local ejecutado por criminales y enterrado en una fosa en 2014. Tambi¨¦n cre¨® una ola de indignaci¨®n el asesinato en agosto pasado en la Ciudad de M¨¦xico del fotoperiodista Rub¨¦n Espinosa, que se hab¨ªa ido de Veracruz poco antes por amenazas.

Reporteros Sin Fronteras considera a M¨¦xico uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del mundo para los periodistas y responsabiliza a los grupos criminales y a las autoridades federales y locales, principalmente polic¨ªas compinchados con las mafias. Todo ello asentado sobre una extendida impunidad. En t¨¦rminos generales, en M¨¦xico quedan impunes nueve de cada diez delitos. Los de los reporteros no son excepci¨®n, pese a medidas m¨¢s aparentes que efectivas como la creaci¨®n en 2010 de una Fiscal¨ªa para Delitos contra la Libertad de Expresi¨®n. De acuerdo con la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos, uno de cada tres asesinatos de reporteros en Am¨¦rica Latina se cometen en M¨¦xico, m¨¢s del doble, por ejemplo, que en Brasil (40% m¨¢s de poblaci¨®n).