El Bronco reconoce que a¨²n el crimen controla algunas zonas del penal
Seg¨²n el gobernador, los dos reos que iniciaron el mot¨ªn est¨¢n vivos y se encuentran dentro de la c¨¢rcel
Jaime Rodr¨ªguez, El Bronco, el gobernador de Nuevo Le¨®n, explic¨® este jueves por la noche que las autoridades todav¨ªa est¨¢n tratando de hacerse con el control total de la c¨¢rcel de Topo Chico, donde un mot¨ªn se sald¨® esta madrugada con 49 muertes. "A estas horas no tenemos a¨²n tomadas varias ¨¢reas. Est¨¢ en poder de los criminales. Hay que ir con cautela para que no haya m¨¢s v¨ªctimas", declar¨® el pol¨ªtico a este peri¨®dico.
El Bronco, el hombre de 58 a?os que revolucion¨® el a?o pasado la pol¨ªtica mexicana al ganar como independiente en uno de los estados m¨¢s importantes de M¨¦xico, sobrevol¨® el penal en helic¨®ptero a media tarde. Desde las alturas divis¨® "un penal viejo y muy complicado en muchos sentidos". "Hay una mezcla de reos que no deber¨ªa existir. Presos de delincuencia com¨²n con otros de delincuencia organizada. El sistema penitenciario mexicano est¨¢ rebasado y lo que pas¨® hoy fue una muestra".
Entre los fallecidos no se encuentran los dos l¨ªderes narcos que, seg¨²n el gobernador, iniciaron la revuelta al enfrentarse entre ellos. Se trata de Jorge Hern¨¢ndez Cant¨², El Comandante Credo y Juan Pedro Zaldivar, apodado Z-27. "Ellos est¨¢n vivos y est¨¢n ah¨ª dentro", dijo el gobernador durante la conversaci¨®n telef¨®nica.
De los 49 muertos, inform¨®, 40 ya han sido identificados y 17 de ellos entregados a sus familias. Hay nueve cad¨¢veres de los que se desconoce la identidad, entre ellos cinco cuerpos calcinados. Los otros cuatro no se sabe qui¨¦nes son pese a que el rostro es reconocible. Eso evidencia que la direcci¨®n de la c¨¢rcel no tiene un conteo exhaustivo de su poblaci¨®n reclusa, que ronda los 3.900 internos.
En la puerta de la prisi¨®n los familiares trataban de tener noticias de los suyos. Repasaban los nombres de las v¨ªctimas escritos en dos folios pegados en un muro, se hac¨ªan pruebas de ADN para descartar que fuera alguno de los calcinados y los llamaban a gritos desde la alambrada. Durante todo el d¨ªa vivieron la intranquilidad de que fueran trasladados a otro penal.
El crimen organizado ten¨ªa -tiene- el poder ah¨ª dentro. Los nuevos reclusos, seg¨²n los testimonios recabados, est¨¢n obligados a pagar 6.000 d¨®lares nada m¨¢s pisar la c¨¢rcel si no quieren meterse en problemas. Los familiares, semanalmente abonan cuotas de entre 100 y 200 d¨®lares, depende de la cantidad que fijasen los l¨ªderes en cada caso. Hombres y mujeres est¨¢n mezclados, y hay un buen n¨²mero de beb¨¦s en una guarder¨ªa. Los vis a vis de los mi¨¦rcoles, previo pago, podr¨ªa alargarse hasta el d¨ªa siguiente. En Topo Chico todo tiene un precio.
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