El Sinn F¨¦in se reinventa como partido antiausteridad de Irlanda

A las puertas de la oficina central de Correos de Dubl¨ªn, en el mismo lugar donde hace ahora cien a?os el poeta Patrick Pearse proclamaba en vano la Rep¨²blica irlandesa, un grupo de ni?os de una escuela de Templeogue, un barrio del suroeste de la capital, corea un nombre propio. Est¨¢n en una excursi¨®n escolar enmarcada en las celebraciones del centenario del Alzamiento de Pascua ¡ªla revuelta contra el control brit¨¢nico que se ahog¨® en un ba?o de sangre pero sirvi¨® de germen de la independencia¡ª y se acaban de encontrar con otro trozo de la historia de su pa¨ªs.

¡°?Gerry, Gerry, Gerry!¡±. Vitorean a Gerry Adams, de 67 a?os, l¨ªder de Sinn F¨¦in (que significa nosotros mismos). El que fuera brazo pol¨ªtico del grupo armado IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) se ha transformado, tras la crisis financiera, en un partido antiausteridad. A la espera de que concluya el recuento de los votos emitidos el viernes, los sondeos le auguran el tercer puesto en unas elecciones que se prev¨¦n muy ajustadas. El partido podr¨ªa mejorar su hist¨®rico resultado de hace cinco a?os hasta casi duplicar su porcentaje de votos y triplicar su n¨²mero de esca?os, gracias a su posicionamiento como alternativa al consenso centrista de la pol¨ªtica irlandesa.

Adams choca las palmas con los ni?os. ¡°Los j¨®venes pueden liderar el cambio¡±, les dice, estirando un poco de m¨¢s la franja de edad en la que ha centrado su mensaje de campa?a. ¡°Apelo a los j¨®venes¡±, explicar¨¢ despu¨¦s. ¡°Les digo que voten por un Gobierno progresista. Ofrecemos una oportunidad de revertir la austeridad. Los irlandeses no son diferentes de otra gente. Quieren que se cuide de sus mayores, de los ni?os con dificultades, quieren que los hospitales funcionen. Cien a?os despu¨¦s del alzamiento tenemos cien mil personas sin hogar. Lo que queremos es justicia y decencia para todos¡±.

La narrativa de estas elecciones irlandesas no ha sido muy diferente a la que se ha o¨ªdo en Grecia, Portugal o Espa?a. Crisis devastadora y despu¨¦s dolorosas pol¨ªticas de austeridad. Aunque en este caso el final, al menos en t¨¦rminos macroecon¨®micos, es m¨¢s feliz: Irlanda es hoy el pa¨ªs que m¨¢s crece de la Eurozona.

Figura polarizadora

La crisis financiera min¨® el apoyo al Fianna F¨¢il, en el poder hasta 2011, y los recortes posteriores har¨¢n probablemente lo propio con Fine Gael y los laboristas, que han gobernado en coalici¨®n los ¨²ltimos cinco a?os y pueden tenerlo m¨¢s dif¨ªcil ahora. El Sinn F¨¦in sacar¨¢ provecho del previsible castigo a, en palabras de Adams, ¡°los tres partidos del establishment¡±.

Este no es un partido antiausteridad como Podemos o Syriza, nacidos tras la crisis financiera. Las ra¨ªces del Sinn F¨¦in llegan hasta 1905, aunque el partido actual es resultado de m¨²ltiples escisiones. Adem¨¢s de en el D¨¢il (Parlamento) irland¨¦s, tiene esca?os en la Asamblea de Irlanda del Norte, en el Parlamento Europeo y en la C¨¢mara de los Comunes brit¨¢nica (aunque estos no los ocupa). Pero Adams s¨ª lo encuadra en un movimiento europeo m¨¢s amplio contra la austeridad. ¡°Igual que hay dos Irlandas, hay dos Europas¡±, explica. ¡°Nosotros estamos con quienes quieren una Europa m¨¢s social¡±.

El problema del Sinn F¨¦in es que tiene un techo que lo excluye todav¨ªa de la primera divisi¨®n de la pol¨ªtica en Irlanda. Para un sector de los irlandeses, el Sinn F¨¦in sigue siendo sin¨®nimo del IRA, el grupo armado que protagoniz¨® una campa?a violenta de 30 a?os contra el control brit¨¢nico en Irlanda del Norte, y que convierte al propio Adams en una de las figuras m¨¢s polarizadoras de la pol¨ªtica europea.

La gente que, en su ¨²ltimo paseo de la campa?a, en una calle de mercado del centro de Dubl¨ªn, no le deja dar diez pasos sin darle un abrazo, es solo una parte de la fotograf¨ªa. Para quienes guardan fresca la memoria de los troubles (como coloquialmente se conoce el conflicto) el bagaje de Adams pesa demasiado como para votar por ¨¦l. ¡°Hace tiempo que tendr¨ªa que haberse ido, que deje paso a los j¨®venes¡±, dice discretamente Paul, jubilado, junto a un puesto de flores donde el l¨ªder posa para las fotograf¨ªas.

El relevo generacional est¨¢ en manos de gente como Mary Lou McDonald, la segunda del partido, de 46 a?os. Hoy acompa?a a Adams por el centro de Dubl¨ªn, pero todos los selfies son con ¨¦l. ¡°Gerry tiene la confianza de toda la militancia¡±, dec¨ªa McDonald en una entrevista en el Irish Times, ¡°pero nadie sigue para siempre¡±.