Los tres grandes retos de la paz en Colombia
Implementar los acuerdos con un pa¨ªs tan dividido va a ser dif¨ªcil. Se requieren m¨¢s pedagog¨ªa y comunicaci¨®n y gestos audaces de reconciliaci¨®n
Colombia es uno de los pocos pa¨ªses que este a?o lograr¨¢ poner fin a su conflicto armado, uno de los m¨¢s viejos del mundo.
Las negociaciones entre el Gobierno y las FARC-EP han llegado tan lejos que un acuerdo final est¨¢ a la vista y ante el pa¨ªs se abre una oportunidad hist¨®rica. Aprovecharla implica que, m¨¢s all¨¢ de poner fin al conflicto armado, se logre realmente transformar la vida de las comunidades m¨¢s afectadas por ¨¦l. Lograrlo enfrenta tres grandes retos.
En primer lugar, es indispensable un ambiente propicio para la paz. Aunque seg¨²n el Gobierno faltan unas pocas semanas para la firma de un acuerdo final, el pa¨ªs no parece estar preparado para ese momento. La polarizaci¨®n y el escepticismo predominan en la opini¨®n p¨²blica. Pese a lo que se avanzado en La Habana, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas el 38% de los colombianos en las cinco principales ciudades siguen creyendo que la salida militar es la mejor forma para solucionar el conflicto, frente a 54% que prefieren insistir en los di¨¢logos-.
Implementar los acuerdos con un pa¨ªs tan dividido va a ser dif¨ªcil. Se requieren m¨¢s pedagog¨ªa y comunicaci¨®n y gestos audaces de reconciliaci¨®n. Hay que lograr que la poblaci¨®n conozca los acuerdos y se los apropie, que se conviertan en un bien nacional y en una visi¨®n de pa¨ªs que trascienda el debate pol¨ªtico e ideol¨®gico cotidiano.
El segundo reto es el de la implementaci¨®n. Los acuerdos, dise?ados por los arquitectos de La Habana, son unos planos supremamente ambiciosos y sofisticados, que pretenden lograr en tan solo diez a?os profundas transformaciones que a otros pa¨ªses les han tomado d¨¦cadas. Pero, pese a que la firma ya est¨¢ a la vista, no est¨¢ a¨²n tan claro cu¨¢l es el andamiaje institucional y d¨®nde est¨¢n las herramientas y los recursos para la puesta en marcha de lo acordado.
Los recursos que se van a necesitar para la implementaci¨®n son enormes. Aunque Colombia es un pa¨ªs de desarrollo medio con importantes ingresos, la ca¨ªda en los precios del petr¨®leo, principal producto de exportaci¨®n, y la devaluaci¨®n del peso, han llevado a un recorte del presupuesto nacional.
El apoyo de Espa?a, de la Uni¨®n Europea y de otros cooperantes es fundamental para para que todo esto arranque desde el d¨ªa uno despu¨¦s de la firma. Una implementaci¨®n r¨¢pida es clave para evitar frustraciones que pueden traducirse en nuevos conflictos y violencia y nutrir a otros grupos armados, y para que la poblaci¨®n pueda creer en la paz.
Finalmente, est¨¢ el reto de la seguridad. Un acuerdo de paz con las FARC pondr¨ªa fin a una de las principales fuentes de violencia y victimizaci¨®n. El pa¨ªs ya lo est¨¢ viendo gracias al cese al fuego unilateral de las FARC y otras medidas de desescalamiento acordadas por las partes, que han bajado los niveles de violencia a m¨ªnimos hist¨®ricos.
Pero las FARC, aunque el principal, no es el ¨²nico actor armado. Est¨¢n la guerrilla del ELN, los grupos que surgieron tras la desmovilizaci¨®n paramilitar y muchas otras estructuras criminales que se nutren de las econom¨ªas il¨ªcitas y la d¨¦bil presencia del Estado. La violencia de estos grupos es un factor desestabilizador y un riesgo real para la implementaci¨®n de los acuerdos.
Para enfrentarlo, se requieren enfoques integrales, con el accionar de la fuerza p¨²blica acompa?ado de la generaci¨®n de oportunidades econ¨®micas l¨ªcitas, de la construcci¨®n de v¨ªas e infraestructura para las comunidades y de la provisi¨®n efectiva de servicios p¨²blicos, entre otros.
Colombia tiene las capacidades para enfrentar todos estos retos, a¨²n m¨¢s si cuenta con el apoyo decidido de la comunidad internacional.
En la medida en que esto se logre, Colombia servir¨¢ de ejemplo de que aun en los conflictos prolongados, en los que millones de personas han sido v¨ªctimas del odio y la violencia, es posible lograr la paz. Pero hay que ser concientes de que hacerlo ser¨¢ una tarea tit¨¢nica.
Fabrizio Hochschild es Coordinador Residente de Naciones Unidas en Colombia
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