Arabia Saud¨ª rechaza las acusaciones de tortura de la ONU

¡°Arabia Saud¨ª es uno de los primer¨ªsimos pa¨ªses en promover los derechos humanos¡±. Las palabras del representante de ese pa¨ªs ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el pasado mi¨¦rcoles, hicieron arquear la ceja a m¨¢s de uno de los presentes y han desatado la indignaci¨®n de los activistas. El reino, que no garantiza ni el h¨¢beas corpus ni la asistencia letrada, es objeto de continuas cr¨ªticas por su frecuente recurso a la decapitaci¨®n y por mantener las mutilaciones f¨ªsicas y los castigos corporales en su c¨®digo penal.

¡°Semejante discurso es rid¨ªculo¡±, declara a EL PA?S Khalid Ibrahim, el director del Gulf Center for Human Rights (GCHR). ¡°Toda la comunidad internacional, incluidas todas las organizaciones de derechos humanos, hemos documentado sus violaciones de derechos a gran escala¡±, a?ade antes de mencionar desde la prohibici¨®n a que las mujeres conduzcan hasta las cada vez m¨¢s numerosas ejecuciones (¡°simplemente por manifestarse¡±).

En conversaci¨®n telef¨®nica desde Ginebra, donde se encuentra siguiendo la 31.? sesi¨®n del Consejo de Derechos Humanos, Ibrahim remite a la lista de casos elaborada por su organizaci¨®n. ¡°Solo por destacar uno de ellos, el doctor Mohamed al Qahtani fue juzgado y condenado por ¡®cooperar con la ONU¡¯, a la que se hab¨ªa dirigido para denunciar un abuso¡±, recuerda sobre la pena a 10 a?os de c¨¢rcel al fundador de la Asociaci¨®n por los Derechos Civiles y Pol¨ªticos en Arabia Saud¨ª.

Al frente de la delegaci¨®n saud¨ª, su ministro de Informaci¨®n y Cultura, Bandar al Ali, respond¨ªa al informe anual del relator especial de la ONU para la tortura, Juan M¨¦ndez. Seg¨²n este, el creciente n¨²mero de ejecuciones en el reino ¡°equivale a tortura y viola la legislaci¨®n internacional¡±. El relator muestra especial preocupaci¨®n por el ajusticiamiento de menores (cuando cometieron los delitos que se les atribuyen) as¨ª como del uso de la pena de muerte para el caso de protestas pol¨ªticas o delitos de drogas.

¡°Mi pa¨ªs lucha contra la tortura en todas sus manifestaciones, sean f¨ªsicas o morales, a trav¨¦s de una estricta legislaci¨®n y medidas ejecutivas¡±, defendi¨® Al Ali, tras atribuir el compromiso de saud¨ª con los derechos humanos a ¡°una obligaci¨®n impuesta por la Sharia [ley] isl¨¢mica¡±.

Su sorprendente intervenci¨®n rechazando las cr¨ªticas de M¨¦ndez se produce despu¨¦s de que varias organizaciones internacionales hayan acusado a Arabia Saud¨ª de un alarmante aumento de las ejecuciones. A estas alturas de 2016 ya van 71 ajusticiados, seg¨²n el recuento de la agencia France Presse, 47 de ellos (incluido el cl¨¦rigo chi¨ª Nimr al Nimr) en un solo d¨ªa a primeros de enero. El a?o pasado fueron 151, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional, la cifra m¨¢s alta de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas.

¡°Lo que este ministro est¨¢ diciendo es falso. La tortura es sistem¨¢tica en Arabia Saud¨ª, tal como qued¨® en evidencia con el azotamiento p¨²blico de [Raef] Badawi, al que tras la primera tanda de 50 latigazos no dieron una segunda debido a la presi¨®n internacional¡±, apunta Ibrahim. El activista, que recuerda que en otros casos esas penas s¨ª que se ejecutan, califica al reino como ¡°el peor pa¨ªs del mundo en materia de derechos humanos¡±.

Arabia Saud¨ª no es el ¨²nico criticado por el informe de M¨¦ndez. Ir¨¢n, Egipto, Pakist¨¢n o Etiop¨ªa tambi¨¦n abusan de la pena de muerte. Sin embargo, el caso saud¨ª provoca mayor indignaci¨®n por su empe?o en erigirse en modelo, desafiando toda l¨®gica. El a?o pasado Riad logr¨® que su embajador ante la ONU presidiera un comit¨¦ de expertos del Consejo de Derechos Humanos, apenas d¨ªas despu¨¦s de anunciar una oferta de trabajo para ocho verdugos.

¡°Es una verg¨¹enza que Arabia Saud¨ª forme parte del Consejo de Derechos Humanos; necesitamos que se fijen unos est¨¢ndares m¨ªnimos para sus miembros¡±, denuncia Ibrahim quien revela que varias organizaciones internacionales est¨¢n haciendo presi¨®n para evitar que el reino renueve su mandato al a?o que viene. ¡°El problema es que cuenta con lazos muy fuertes con Estados Unidos y el Reino Unido¡±, lamenta.