EE UU acusa al Estado Isl¨¢mico de genocidio contra cristianos y chi¨ªes

El Gobierno de Estados Unidos acus¨® este jueves al Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) de perpetrar un genocidio contra minor¨ªas cristianas, yazid¨ªes y musulmanes chi¨ªes en Irak y Siria. El anuncio es m¨¢s simb¨®lico que vinculante. Eleva el tono de Washington contra las atrocidades del grupo yihadista sun¨ª, pero no implica una obligaci¨®n legal de tomar medidas o endurecer la lucha militar contra el ISIS.

¡°Daesh [acr¨®nimo del ISIS en ¨¢rabe] es genocida por autoproclamaci¨®n, por ideolog¨ªa y por sus acciones, por lo que dice, por lo que cree y por lo que hace¡±, dijo el secretario de Estado, John Kerry, en una comparecencia solemne en el Departamento de Estado. El jefe de la diplomacia estadounidense acus¨® al grupo extremista de cometer cr¨ªmenes contra la humanidad y limpieza ¨¦tnica. Dijo que corresponde a un tribunal internacional la persecuci¨®n de esos cr¨ªmenes.

El Congreso pidi¨® el a?o pasado al Gobierno del dem¨®crata Barack Obama que determinara si el ISIS hab¨ªa cometido un genocidio. El plazo, no vinculante, para conceder esa calificaci¨®n expiraba este jueves. El lunes, la C¨¢mara de Representantes, bajo control republicano, aprob¨® una resoluci¨®n que calificaba de genocidio la violencia de los yihadistas. Estados Unidos es firmante de la convenci¨®n de la ONU contra el genocidio, pero no del Tribunal Penal Internacional.

Debate moral

Designar o no un conflicto como un genocidio es desde hace tiempo un debate moral y legal para la primera potencia mundial. El Gobierno del dem¨®crata Bill Clinton se opuso en 1994 a calificar oficialmente de genocidio el conflicto en Ruanda por temor a que le obligara a intervenir pese a que internamente lo consider¨® un genocidio desde el principio de los asesinatos ¨¦tnicos, seg¨²n documentos desclasificados.

Diez a?os despu¨¦s, la Administraci¨®n del republicano George W. Bush calific¨® de genocidio el asesinato de miles de personas en la regi¨®n sudanesa de Darfur. Era la primera vez que un Gobierno estadounidense usaba ese calificativo. Entonces, al contrario que Ruanda, se consider¨® que la designaci¨®n no obligaba a tomar acciones legales ni militares.

Los mismos argumentos esgrime ahora la Casa Blanca, pero con una excepci¨®n: EE UU ya act¨²a contra el ISIS (lo bombardea en Irak y Siria desde hace un a?o y medio).

Los debates sobre el intervencionismo militar dividen a la Administraci¨®n Obama. La embajadora de EE UU en la ONU, Samantha Power, es una cr¨ªtica apasionada de la inacci¨®n ante cr¨ªmenes humanitarios. Obama ha sido acusado de pasividad ante la carnicer¨ªa siria y criticado por no intervenir contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad. Power era en 2013 una ferviente defensora de actuar contra el dictador sirio.

Power, que en el primer mandato del presidente integr¨® su Consejo de Seguridad Nacional, es autora de A problem from hell (Un problema infernal), un libro de referencia para los defensores del intervencionismo ¨¦tnico. El libro, con el que gan¨® el Premio Pulitzer en 2003, denuncia la pasividad de Estados Unidos ante los genocidios del siglo XX.