El Este de Ucrania en espera de un futuro
Foto Pilar Bonet
La soluci¨®n del conflicto en el Este de Ucrania es m¨¢s complicada de lo que afirmaban los participantes en las negociaciones auspiciadas por la OSCE en Minsk. El trato cerrado en febrero de 2015 entre Ucrania, Rusia, Francia, Alemania y los l¨ªderes de las denominadas ¡°rep¨²blicas populares¡± de Donetsk y Lugansk (RPD y RPL) parece cada vez menos realista, debido a las incompatibilidades de las partes.
Los dirigentes de Kiev y los l¨ªderes de la RPD y RPL viven en mundos paralelos. Las autoridades ucranianas no parecen dispuestas a dar una amnist¨ªa ni a modificar la constituci¨®n para integrar los territorios orientales, como aceptaron en Minsk. Los insurgentes, que se ven a s¨ª mismos como parte del ¡°mundo ruso¡±, no parecen dispuestos a reintegrarse en Ucrania, como aceptaron tambi¨¦n en la capital de Bielorrusia. Rusia garantiza la supervivencia de la RPD y la RPL, gracias a la frontera no controlada por Kiev y las inyecciones financieras v¨ªa Osetia del Sur, pero no ofrece una estrategia de desarrollo.
Analistas rusos y ucranianos aplican a la zona conflictiva un dicho popular sobre la ¡°maleta sin asas¡±, que ¡°no se puede utilizar, pero da pena tirarla¡±. Y lo aplican tanto a Kiev como a Mosc¨² en relaci¨®n al entorno que fue el coraz¨®n industrial de Ucrania. La ¡°maleta¡±, sin embargo,no contiene cosas, sino varios millones de personas, v¨ªctimas del conflicto.
En la b¨²squeda de ¡°asas¡±, en febrero el ucraniano V¨ªctor Medvedchuk, miembro del proceso de Minsk y persona pr¨®xima a Vlad¨ªmir Putin, se mostr¨® a favor de la sustituci¨®n de los actuales dirigentes de Donb¨¢s. La idea de que unos l¨ªderes aceptables por todos podr¨ªan contribuir a desbloquear el problema se refleja en la informaci¨®n del semanario Z¨¦rkalo Nedelii, seg¨²n la cual Rinat Ajm¨¦tov, el oligarca oriundo Donetsk, y Yuri Boiko, el l¨ªder del Bloque de Oposici¨®n (restos del partido de las Regiones) en el parlamento ucraniano, podr¨ªan ponerse a la cabeza de la RPD y RPL, respectivamente.
Esta eventualidad, si llegara a realizarse, equivaldr¨ªa a una cierta recomposici¨®n de la zona de influencia del partido de las Regiones, sin el presidente V¨ªctor Yanuk¨®vich. Como sondeo no est¨¢ mal, a juzgar por las reacciones. En Donetsk, Denis Pushilin, el jefe del parlamento de la RPD, ha calificado la idea de ¡°absurda¡±. En Mosc¨², medios del equipo de gobierno de Yanuk¨®vich exiliados creen divisar una posibilidad de retorno a Ucrania, que hoy les persigue penalmente.
Los l¨ªderes insurgentes dependen de la ayuda rusa y acatan las recomendaciones de los tutores del Kremlin, pero no son marionetas. Si de los personajes diversos que mandan en la RPD y la RPL dependiera, estos dominios ya se hubieran integrado en Rusia. Pero Mosc¨² los frena (tras animarles a la ¡°primavera rusa¡± en 2014), sin darles promesas de alg¨²n d¨ªa ser¨¢n aceptados como Crimea.
El mensaje del Kremlin a los insurgentes hoy es que se armen de paciencia y organicen la gesti¨®n de sus territorios para un futuro indefinido. Este futuro tiene variantes. Una de ellas es que Ucrania sea tan d¨¦bil que se desintegre por si misma. Otra es que Rusia sea tan fuerte que pueda reiniciar la ofensiva para reunir las ¡°tierras rusas¡±. Nada a corto plazo.
Una espera sin perspectiva puede desmoralizar a quienes apoyaron el proyecto ruso en el Este de Ucrania, seg¨²n las concepciones de Alexandr Jodakovski, el jefe del Consejo de Seguridad de la RPD y ex jefe del batall¨®n Vostok (Este) que luch¨® contra Kiev. Antes, hasta la ca¨ªda de Yanuk¨®vichk, Jodakovski mand¨® la unidad de intervenci¨®n especial Alfa (del Servicio de Seguridad de Ucrania) en Donetsk.
La apuesta del Kremlin por Alexandr Zaj¨¢rchenko, electricista de formaci¨®n, para construir la ¡°vertical de poder¡± en la RPD (la estructuraci¨®n jer¨¢rquica del territorio) ha dejado marginado a Jodakovski. En febrero, Jodakovski me reconoc¨ªa no tener poder y afirmaba que el Consejo de Seguridad ¡°nunca lleg¨® a formarse como instituci¨®n oficial¡± dotada de una infraestructura, porque ¡°Zaj¨¢rchenko no firm¨® decreto para organizar la entidad¡±, pese al ¡°voto un¨¢nime¡± del parlamento local.
Como estratega, Jodakovski no se resigna a hibernar en un entorno enquistado. ¡°Si nos basamos en sondeos cient¨ªficos fiables, el 70% de la poblaci¨®n est¨¢ orientada hacia Rusia y debemos esbozar de forma precisa nuestra trayectoria en direcci¨®n a Rusia. No es solo una cuesti¨®n pol¨ªtica e ideol¨®gica, sino tambi¨¦n de demanda social. Debemos hablar de nuestro anhelo de ir hacia Rusia. Si Rusia nos acepta o no y cu¨¢ndo nos aceptar¨¢, esta es otra cuesti¨®n¡±, me dec¨ªa.
Alexandr Jodakovski en febrero en Donetsk. Foto Pilar Bonet
Jodakovski dirige el movimiento Fuerzas Patri¨®ticas de Donb¨¢s y organiza di¨¢logos televisivos desde una plataforma de Internet. Su car¨¢cter independiente y sus ambiciones pol¨ªticas encajan con dificultad en el modelo jer¨¢rquico formado en torno a Zaj¨¢rchenko. Poco a poco, los miembros del batall¨®n Vostok son absorbidos por las estructuras militares forjadas con ayuda de los consejeros militares rusos. Adem¨¢s, los dirigentes de la RPD han formado una ¡°comisi¨®n¡± que investiga sus supuestas irregularidades. Jodakovski se muestra desafiante. Por Internet acusa a la gente por la que ha apostado el Kremlin de ¡°estar bastante mal preparados¡± para la misi¨®n que ejerce y de temer la competencia. El comandante vaticina una ¡°hemofilia¡± pol¨ªtica, es decir, una enfermedad resultado de la falta de sangre nueva. ¡°La gente necesita motivaci¨®n¡±, y precisa que ¡°nuestro di¨¢logo es con los rusos, no con los dirigentes rusos¡±. ¡°Los canales oficiales de la televisi¨®n rusa dan muy poca informaci¨®n, no dicen adonde tratamos de ir y la gente est¨¢ muy desorientada¡±, afirma. Por su capacidad intelectual, Jodokovski goza de un nivel de respeto en Mosc¨² muy superior al de otros disidentes y extrovertidos comandantes insurgentes, que ¡°desaparecieron tiroteados en emboscadas por estos peligrosos caminos¡±, afirman buenos conocedores de las realidades locales.
La potencia econ¨®mica de la RPD (industria qu¨ªmica, metalurgia y producci¨®n de electricidad) es propiedad de la ¡°¡¤vieja ¨¦lite¡± ucraniana, que paga impuestos en Ucrania y exporta su producci¨®n a Occidente.
¡°Ajm¨¦tov solo vend¨ªa el 10% de su producci¨®n a Rusia¡±, afirma Jodakovski. Ante la ¡°vieja ¨¦lite¡± (que garantiza cuantiosos puestos de trabajo en la RPD) los insurgentes tienen varias opciones:
1.- Someterse de nuevo a los oligarcas, que regresar¨ªan con el consenso de Kiev y Mosc¨².
2.- Obligar a los oligarcas a pagar impuestos en la regi¨®n, aunque sigan adem¨¢s pag¨¢ndolos en Kiev.
3.- ¡°Nacionalizar¡± sus bienes, lo que vetar¨ªa sus exportaciones a occidente, y concentrarse en Rusia.
¡°Si nacionalizamos solo podremos vender a Rusia, por eso debemos preguntarle a Rusia si est¨¢ dispuesta a comprar nuestros productos¡±, afirmaba Jodakovski en televisi¨®n. Si Rusia est¨¢ dispuesta a absorber la econom¨ªa de Donetsk, entonces ¡°se podr¨¢ hablar de nacionalizaci¨®n¡±, se?alaba. Jodakovski dice respetar a Ajm¨¦tov, por su ayuda humanitaria a la poblaci¨®n local, y cita ¡°una encuesta de uso restringido¡± seg¨²n la cual, este magnate ten¨ªa un ¨ªndice de confianza del 62% en Donetsk a fines de 2014. Precisa que este apoyo puede haber disminuido desde entonces. En todo caso, el nombre de Ajm¨¦tov activa muchos resortes en su tierra natal. Y m¨¢s all¨¢ tambi¨¦n.
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