¡°A mucha gente no le importa que haya una persona desaparecida en Democracia¡±
"Alguien sabe donde est¨¢ y no lo dicen", asegura el hijo de Julio L¨®pez, desparecido en 2006
El taller de los L¨®pez es un lugar pulcro, con todas las herramientas ordenadas y un silencio que obliga a concentrarse. Y tiene una presencia que no se ve, pero se siente como el polvo que vuela en el ambiente. Jorge Julio L¨®pez desapareci¨® dos veces, la primera, el 27 de octubre de 1976, a manos de la ¨²ltima dictadura militar que gobern¨® Argentina. Fue confinado a distintos centros de detenci¨®n en momentos en que el ex represor Miguel Etchecolatz era Director de Investigaciones de la Provincia de Buenos Aires, encargado de uno de los centros de detenci¨®n clandestinos y mano derecha del ex General Ram¨®n Camps. Fue liberado el 25 de junio de 1979 tras sufrir torturas con picanas y ver como ejecutaban a sus compa?eros.
Con el regreso de la democracia, L¨®pez, que trabajaba como alba?il, se transform¨® en un testigo clave para que la justicia desvele la trama del "circuito Camps", o como se llama al recorrido que hac¨ªan los detenidos por las dependencias de la provincia al mando del ex General. A pesar de ser un testigo protegido, L¨®pez volvi¨® a desaparecer. El 18 de septiembre de 2006 sali¨® de su casa para asistir a los alegatos de la querella contra Etchecolatz pero nunca lleg¨® a destino. Este a?o se cumple una d¨¦cada de su desaparici¨®n, la m¨¢s resonante de las ocurridas en democracia, sin embargo, en Argentina, nadie quiere hablar de ello. EL PAIS convers¨® con su hijo, Rub¨¦n L¨®pez
Pregunta. ?Por qu¨¦ no se habla del tema?
Respuesta. En septiembre del a?o pasado decid¨ª no hacer nada porque sab¨ªa que este a?o iba a ser m¨¢s complicado y tambi¨¦n porque ya no s¨¦ qu¨¦ m¨¢s hacer. Se me terminaron las ideas. El tema qued¨® tapado por los grandes medios porque d¨ªa tras d¨ªa la vor¨¢gine de la informaci¨®n tapa las cosas y a mucha gente no le importa que haya una persona desaparecida en democracia, en un contexto de un juicio de lesa humanidad. Pero existen m¨¢s de 500 desaparecidos desde 1983 hasta ahora.
P.?Cambi¨® algo con respecto a lo que pas¨® con su padre?
R. No est¨¢ pasando nada ni cambi¨® mucho. Hace 10 a?os que la justicia investiga pero no s¨¦ si lo hace porque la causa no se mueve para nada. No s¨¦ si la gente abocada a la investigaci¨®n quiere saber o le preocupa lo que pas¨®. Me cans¨¦ de ir a la fiscal¨ªa y que no haya respuesta. Hace cerca de 3 a?os que ya no voy. Sus nietos no saben c¨®mo era su abuelo, sus hijos estamos reclamando y la esposa, que es mi mam¨¢, quiere saber d¨®nde est¨¢.
P. ?Siente que los Kirchner tuvieron voluntad de encontrarlo?
R. D¨¦jame creer que s¨ª. Poquitos d¨ªas antes de que se vaya N¨¦stor Kirchner le pregunt¨¦ si su promesa de encontrarlo se manten¨ªa durante el mandato de Cristina y me dijo que s¨ª, pero durante 8 a?os yo nunca habl¨¦ con la se?ora expresidenta y tampoco tuve la oportunidad de pregunt¨¢rselo. Me hubiese gustado hacerlo.
P. ?Siente que Mauricio Macri tiene voluntad?
R. No lo s¨¦ y no puedo hablar sobre supuestos. Si en alg¨²n momento tengo una audiencia se lo preguntar¨¦.
P. ?Qu¨¦ cree que le pas¨® a su padre?
R. A mi viejo alguien lo traicion¨® en cuanto a poder sacarlo de la casa. Se cuestion¨® mucho su declaraci¨®n y lo trataron de viejo loco. Buscaron que se desdijera de sus dichos y el juicio se cayera. Pero fue muy importante lo que cont¨® que pas¨® en el Pozo de Arana. Luego de eso se encontraron 200 agujeros de bala en una pared y 10.000 fragmentos de huesos en la fosa en donde se enterraban y cremaban los cuerpos con cubiertas. Tambi¨¦n denunci¨®, junto con Adriana Calvo, los calabozos de la comisar¨ªa 5? donde estuvieron detenidos y hoy est¨¢n debajo de un patio de estacionamiento de veh¨ªculos. En ese lugar se hicieron 16 reformas desde 1983 hasta ahora pero se reconocieron los lugares de tortura en la planta alta. Mi viejo tambi¨¦n vio como fusilaban con un tiro en la cabeza a Patricia Dell¡¯Oro y Ambrosio de Marco. Espero que encuentren sus cuerpos por el bien de su familia.
P. ?Cree que est¨¢ vivo?
R. No. Es casi imposible.
P. ?Alguna vez alguien de la familia le recrimin¨® ese compromiso a su padre?
R. Mi mam¨¢. Ella sab¨ªa que esto iba a pasar y esta dolida. Siempre dijo que si volviera, lo cagar¨ªa a pedos.
P. ?Tiene esperanzas de encontrar el cuerpo de su padre?
R. No las voy a perder nunca pero a esta altura se hace dif¨ªcil porque nunca tuvimos una pista real. Una vez en Mar del Plata confund¨ª a un hombre con mi viejo. Pase¨¢bamos con mi se?ora y vimos un se?or vestido con una bombacha de campo, un buzo viejo y un gorro azul. Hasta yo dud¨¦ y me acerqu¨¦ a comprobar si era. Me produjo una gran frustraci¨®n cuando descubr¨ª que no. Hoy ya no me agarro m¨¢s de lo que me dice alguien. No creo hasta que no se compruebe.
P. A usted le investigaron por la desaparici¨®n de su padre¡
R. Se cansaron de investigarme. Lo hicieron por una denuncia de un menor de edad que dijo que entre mi hermano y yo hab¨ªamos secuestrado a mi viejo y lo hab¨ªamos enterrado en el campo. Lo llamaron a declarar ahora que es mayor y ratific¨® la denuncia. Y me seguir¨¢n investigando hasta que se cansen, entonces tuve que salir a contarlo para que la gente sepa lo que est¨¢n haciendo. Nos investigaron a todos por llamados an¨®nimos y hasta le pincharon el tel¨¦fono a un primo.
P. ?C¨®mo se le explica a los nietos la desaparici¨®n de Julio?
R. Al m¨¢s grande se le est¨¢ explicando reci¨¦n ahora. Hace 5 a?os vino un d¨ªa y me pregunto qui¨¦n ese ¨Cse?alando una foto-. -El abuelo Tito. -?Y qui¨¦n es? -El pap¨¢ de Rub¨¦n. -?Y ad¨®nde est¨¢? No pudimos m¨¢s que hacer silencio. Estamos en una nebulosa muy dif¨ªcil de entender y muy dif¨ªcil de explicar. Muchas veces la gente confunde y le culpa al gobierno que no hace nada, pero el Estado somos todos y todos deber¨ªamos responder acerca de estos temas. Somos los jefes de nuestros pol¨ªticos y no les exigimos de la manera debida. Si el Estado no hace nada es porque nosotros como ciudadanos no estamos haciendo nada.?
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