La Biblioteca Nacional argentina deja en la calle a casi el 25 % de su plantilla
El escritor Ricardo Piglia, entre el centenar de firmantes de una carta p¨²blica contra los despidos
La Biblioteca Nacional argentina, uno de los s¨ªmbolos culturales de Buenos Aires, se sum¨® esta semana a la lista de organismos afectados por los recortes de la administraci¨®n de Mauricio Macri en sus primeros meses de gesti¨®n. El despido de 240 trabajadores de la instituci¨®n, casi un cuarto del total, fue criticado por m¨¢s de centenar de figuras culturales en una carta p¨²blica y a?ade le?a al fuego de cara a la movilizaci¨®n que preparan los sindicatos para el pr¨®ximo mes.
Los trabajadores afectados se enteraron al recibir el escueto telegrama con el que en Argentina se formaliza la extinci¨®n de un contrato laboral. Despu¨¦s lleg¨® un comunicado de la direcci¨®n, en el que justificaba la medida por el ¡°crecimiento desproporcionado¡± de la plantilla en la ¨²ltima d¨¦cada ¡°y a irregularidades registradas en expedientes de contrataci¨®n¡±.
"En 2005, la biblioteca que contaba con 306 trabajadores, ha visto crecer su personal de manera constante a lo largo de la gesti¨®n de 10 a?os del anterior director Horacio Gonz¨¢lez hasta llegar a los 1.048 actuales¡±, se?al¨® la direcci¨®n, encabezada temporalmente por Elsa Barber, hasta que el pr¨®ximo julio asuma su futuro director, el escritor y editor Alberto Manguel.
Cartera por cartera, la nueva administraci¨®n revisa los contratos p¨²blicos realizados por la gesti¨®n kirchnerista, en especial los de los ¨²ltimos a?os, cuando aseguran que se dispararon las contrataciones p¨²blicas. Buscan especialmente a ¡°?oquis¡±, como se conoce popularmente en el pa¨ªs a los empleados contratados por amiguismo que cobran un salario sin aparecer por sus puestos de trabajo. Seg¨²n la Biblioteca Nacional, han detectado ¡°50 casos¡± de este tipo.
¡°No sabemos qui¨¦nes son¡±, asegura por tel¨¦fono Diego Mart¨ªnez, delegado sindical por la Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado (ATE). ¡°Los despidos son injustificados¡±, a?ade, al detallar que en los ¨²ltimos a?os la instituci¨®n ha aumentado su plantilla porque ha aumentado tambi¨¦n sus servicios: realiza producciones de libros, est¨¢ ampliando su archivo y ha generado una red con el interior del pa¨ªs, entre otros. A diferencia de la mayor¨ªa de bibliotecas nacionales en pa¨ªses occidentales, la argentina cuenta con una gran circulaci¨®n de p¨²blico no especializado, atra¨ªdo por su variada agenda, que incluye exposiciones, proyecciones de cine, conciertos y conferencias, entre otros.
En una postal cada vez m¨¢s usual en la capital argentina, la fachada de cemento del templo de los libros porte?o aparece intervenida por pancartas contra los despidos, que piden al lector no ser indiferente. Mientras, los delegados sindicales aguardan al pr¨®ximo martes, cuando se reunir¨¢n con las autoridades del Ministerio de Cultura, del que depende este organismo aut¨¢rquico.
Como medida de presi¨®n, destacados referentes culturales han solicitado al Gobierno ¡°el m¨¢ximo cuidado y precauci¨®n en el tratamiento de una instituci¨®n que, en los ¨²ltimos a?os, no s¨®lo se orient¨® a preservar, acrecentar, registrar y difundir la memoria impresa de la Naci¨®n, sino que a la vez fue un espacio de pluralismo y libertad de pensamiento¡±. La fil¨®sofa Beatriz Sarlo, los escritores Ricardo Piglia y Mart¨ªn Kohan y el actor Pablo Echarri, se encuentran entre los firmantes de la carta p¨²blica que reivindica la labor de la biblioteca y pide que no sea dirigida con criterios meramente econ¨®micos.
La poda de funcionarios ronda los 20.000, seg¨²n las cuentas del Gobierno. El Despid¨®metro, un perfil creado en Facebook y Twitter para contar los despidos, los eleva a 32.000, una cifra m¨¢s cercana a la que manejan las grandes centrales obreras, que el pr¨®ximo lunes se reunir¨¢n para evaluar medidas de protesta.
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