Listos para perforar la zona cero del asteroide que mat¨® a los dinosaurios
Una expedici¨®n cient¨ªfica taladrar¨¢ en M¨¦xico 1,5 kil¨®metros bajo el lecho marino en busca de los efectos del cataclismo que provoc¨® un asteroide hace 66 millones de a?os
Los secretos del cataclismo que acab¨® con los dinosaurios son un tesoro sumergido. Ahora un proyecto largamente anhelado por los investigadores est¨¢ a punto de ponerse en marcha: la perforaci¨®n bajo el lecho marino del cr¨¢ter Chicxulub, el estratosf¨¦rico boquete provocado hace 66 millones de a?os por el meteorito de m¨¢s de 10 kil¨®metros de di¨¢metro que se estrell¨® sobre lo que hoy es la Pen¨ªnsula de Yucat¨¢n (M¨¦xico) borrando a los saurios de la faz de la Tierra.
El 13 de abril un equipo internacional de cient¨ªficos partir¨¢ del puerto de Progreso, en el Golfo de M¨¦xico, y navegar¨¢ 30 kil¨®metros mar adentro hasta una plataforma de perforaci¨®n con la que se tiene previsto taladrar hasta un kil¨®metro y medio por debajo del lecho marino. Hasta ahora el cr¨¢ter s¨®lo hab¨ªa sido estudiado con perforaciones en tierra. Esta es la primera submarina.
La investigaci¨®n busca ahondar el conocimiento sobre la formaci¨®n de cr¨¢teres por impacto en la Tierra y en otros planetas y sobre sus efectos ambientales y ecol¨®gicos. "Nuestro nivel de comprensi¨®n de estos procesos a¨²n es muy incompleto, y pese a tres d¨¦cadas largas de intenso debate todav¨ªa seguimos intentando responder esta pregunta: ?por qu¨¦ aquel impacto fue tan catastr¨®fico", se expone en el documento de presentaci¨®n del proyecto.
"Uno de los objetivos principales es estudiar cu¨¢les fueron las condiciones para el regreso de la vida marina en la zona despu¨¦s del impacto", explica Jaime Urrutia Fucugauchi, geof¨ªsico de la UNAM y uno de los l¨ªderes del grupo de investigaci¨®n multidisciplinar, coordinado con la Universidad de Austin (Texas), el Imperial College de Londres y el British Geological Survey, y con la colaboraci¨®n de cient¨ªficos de la Universidad de Zaragoza y de la Complutense de Madrid.?
El proyecto tiene un presupuesto de 10 millones de d¨®lares. Est¨¢ financiado por el International Ocean Discovery Program y el International Continental Scientific Drilling Programa. La coordinaci¨®n t¨¦cnica es tarea del Consorcio Europeo de Perforaci¨®n.
"Se perforar¨¢ sobre una estructura caracter¨ªstica en cr¨¢teres en la Luna y en Marte que se conoce como anillo de picos, una cadena circular de monta?as.?Chicxulub es ¨²nico por lo bien preservado que est¨¢ su anillo, y el estudio tambi¨¦n nos permitir¨¢ evaluar de qu¨¦ manera se forman estos anillos", dice el profesor Urrutia.
El cr¨¢ter tiene entre 180 y 200 kil¨®metros de di¨¢metro. En la Tierra existen otros dos m¨¢s grandes y m¨¢s antiguos, el de Vredefort en Sud¨¢frica y el de Sudbury en Canad¨¢, formados hace 2.000 millones de a?os por impactos de asteroides o cometas. Pero su superficie est¨¢ demasiado erosionada y modificada tect¨®nicamente para una adecuada?prospecci¨®n cient¨ªfica.
La plataforma de estudio, similar a las petroleras, se asentar¨¢ sobre tres pilotes. En la primera semana de perforaci¨®n se prev¨¦ llegar a 500 metros bajo el suelo del Golfo de M¨¦xico, y poco a poco, a lo largo de los dos meses siguientes, la cata ir¨¢ horadando un kil¨®metro m¨¢s, recabando muestras de microf¨®siles, de minerales y de distintas trazas gen¨¦ticas.
El proyecto, de nombre Expedici¨®n 364, podr¨ªa desentra?ar otros misterios hasta ahora insondables. Entre ellos el calentamiento clim¨¢tico que se produjo hace 55 millones de a?os, entre el Paleoceno y el Eoceno, que marc¨® el fin del reinado de las aves gigantes ¨Cposterior a la extinci¨®n de los dinosaurios¨C y el inicio de los diferentes grupos de mam¨ªferos. Tambi¨¦n se espera que aporte detalles sobre el asteroide que golpe¨® nuestro planeta haciendo saltar por los aires una cantidad inconmensurable de rocas, generando una ola de calor abrasiva y dejando como huella por los tiempos de los tiempos el cr¨¢ter Chicxulub.
Un tesoro que apareci¨® buscando petr¨®leo
La primera referencia que hubo del cr¨¢ter sumergido se dio, a mediados del siglo pasado, dentro de trabajos exploratorios de Petr¨®leos Mexicanos (Pemex). Se detect¨® que bajo el mar hab¨ªa una anomal¨ªa geof¨ªsica: una estructura semicircular de unos 180 kil¨®metros de di¨¢metro.
Pero no fue hasta finales de los a?os 70 que ingenieros de Pemex, el mexicano Antonio Camargo y el estadounidense Glen Penfield, establecieron la hip¨®tesis de que aquella forma submarina pod¨ªa ser un campo volc¨¢nico enorme o un "cr¨¢ter de impacto".
En 1991, Penfield, Camargo y un grupo de investigadores confirmaron que era un cr¨¢ter. Y en 1992, otra investigaci¨®n determin¨®, mediante estratigraf¨ªa magn¨¦tica, que la edad del cr¨¢ter, en efecto, se correspond¨ªa con la del tiempo del cataclismo del Cret¨¢cico.
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