Marina Silva pide elecciones anticipadas en Brasil

La presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), tiene cada vez m¨¢s motivos para preocuparse. En el Congreso de Brasil enfrenta estos d¨ªas un proceso de destituci¨®n que puede liquidar su mandato en el plazo de un mes. Pero dentro y fuera de los corrillos pol¨ªticos, cada vez cobra m¨¢s fuerza la opci¨®n de celebrar nuevas elecciones como una forma de calmar la crisis pol¨ªtica que sacude al pa¨ªs desde hace meses. La excandidata presidencial Marina Silva es una de las figuras p¨²blicas que llama a los comicios.

Una de las primeras voces que apel¨® a este borr¨®n y cuenta nueva ha sido Marina Silva, excandidata presidencial del partido Rede Sustentabilidade. La ecologista, que fue ministra de Medio Ambiente con Luiz In¨¢cio Lula da Silva (PT), se present¨® como candidata presidencial en 2010 y en 2014 ya fuera de las filas del PT. En ambas, su excompa?era de partido Rousseff venci¨®. Pero el desgaste de la presidenta (acorralada por el poco apoyo popular, los malos resultados econ¨®micos y un Congreso hostil) ha beneficiado a Marina Silva. La exministra lidera las encuestas de intenci¨®n de voto para las pr¨®ximas elecciones, en 2018, pero puede aprovechar el tir¨®n si se adelantan los comicios.

Para que haya nuevas elecciones, no solo la presidenta debe dejar el poder. Tambi¨¦n Michel Temer, del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), el actual vicepresidente y el sustituto de Rousseff en caso de destituci¨®n. Para ello no basta la posible destituci¨®n (impeachment) presidencial que estos d¨ªas discuten los diputados brasile?os y que puede resolverse en el plazo de un mes. Tendr¨ªa que haber una renuncia colectiva de todo el equipo de Gobierno, algo muy improbable, o una reforma constitucional, tambi¨¦n complicada de conseguir. Por ello, la opci¨®n favorita de Silva y otras voces de la oposici¨®n es una v¨ªa judicial: un proceso que actualmente est¨¢ en manos del Tribunal Superior Electoral (TSE) y que investiga supuestas irregularidades de la campa?a electoral de 2014. Un sistema m¨¢s lento, pero mucho m¨¢s efectivo para los intereses de la oposici¨®n, porque no solo acabar¨ªa con el mandato de la presidenta, sino tambi¨¦n con el de Temer.

El otro proceso, el que ahora se tramita en la C¨¢mara de los Diputados, se basa en supuestas maniobras fiscales irregulares del Gobierno de Rousseff. Se trata de una batalla dif¨ªcil para la presidenta, que tiene a las C¨¢maras en contra, y que la semana pasada vio abandonar el Gobierno a su antiguo principal aliado, el PMDB. La ruptura implicaba la entrega inmediata de siete ministerios y m¨¢s de 600 cargos p¨²blicos, y significaba m¨¢s aislamiento parlamentario del Gobierno en el momento cr¨ªtico, justo antes de la destituci¨®n. Por ello, Rousseff empez¨® una negociaci¨®n de cargos por votos, una estrategia que parece efectiva, ya que hasta el momento solo un ministro del PMDB ha dejado la cartera. Una semana m¨¢s tarde, el PMDB est¨¢ en ebullici¨®n y Michel Temer, que lo presid¨ªa, ha anunciado que deja el liderazgo de la formaci¨®n. Se trata, seg¨²n medios brasile?os, de una forma de alejarse de las pol¨¦micas y de ganar posiciones ante una eventual destituci¨®n de Rousseff.

Las nuevas elecciones de Brasil recibieron el martes un nuevo apoyo, el del presidente del Congreso Nacional (C¨¢mara y Senado en Brasil), Renan Calheiros. ¡°Veo con buenos ojos lo de la elecci¨®n general. La pol¨ªtica debe arbitrar salidas para Brasil, no podemos cerrar ninguna puerta ni dejar de discutir ninguna alternativa¡±, dijo al diario Valor Econ¨®mico. Aunque forma parte del PMDB, Calheiros era hasta ahora un aliado moderado de Rousseff.

La presidenta ha afirmado repetidamente que no renunciar¨¢. Pero el martes, cuando los periodistas le preguntaron si se planteaba convocar nuevas elecciones ante la crisis reinante, respondi¨®: ¡°Convenza a la C¨¢mara [de los Diputados] y al Senado de abrir la mano de sus mandatos. Entonces podremos hablar¡±.

Ahora todos se preguntan si se trataba de un comentario ir¨®nico o si est¨¢, efectivamente, abriendo la puerta a unas nuevas elecciones cuando solo ha pasado un a?o y medio desde su reelecci¨®n.