Voluntarios, maquinaria pesada, alimentos: las necesidades de Ecuador ante el terremoto
Las autoridades hacen un llamamiento para recibir ayuda dentro y fuera del pa¨ªs
Cuando pr¨¢cticamente la mitad del pa¨ªs ¡ªgeogr¨¢ficamente hablando¡ª est¨¢ buscando entre los escombros a sus familiares y alg¨²n alimento sano que llevarse a la boca, tras el terremoto de 7,8 en la escala Richter que arras¨® la costa ecuatoriana el s¨¢bado por la tarde, la otra mitad se moviliza para hacer llegar productos b¨¢sicos de supervivencia, maquinaria y todas las manos posibles y especializadas en rescate.
Las autoridades pidieron el domingo ayuda de voluntarios m¨¦dicos, como traumat¨®logos, cirujanos, enfermeros o psic¨®logos. Pero tambi¨¦n donaciones econ¨®micas, materiales y maquinaria pesada. La solidaridad se expandi¨® exponencialmente, aunque la movilizaci¨®n ya hab¨ªa empezado horas antes en las redes sociales. En lugar de banderas tricolores ¡ªpor Ecuador¡ª en las fotos de perfil, los ecuatorianos y extranjeros residentes en el pa¨ªs empezaron a reenviar convocatorias para recoger v¨ªveres, ropa, medicinas y cualquier otro art¨ªculo de primera necesidad. Adem¨¢s, se indicaba cu¨¢les eran los puntos de recogida. De la red se pas¨® a las manos. Y a¨²n no para.
Los centros de acopio no dan abasto para recibir la ayuda solidaria en un momento en que los compatriotas de la zona costera agonizan por una lata de at¨²n, agua o algo de luz. "La gente se pelea por las velas" cuenta Julio Cede?o, de 33 a?os, en la terminal de autobuses donde ha acudido para buscar la manera de llegar a Portoviejo. "Hay que ver c¨®mo est¨¢ mi casa. Solo s¨¦, por un mensaje, que mis familiares est¨¢n bien, pero no he podido comunicarme de otra forma", dice, a sabiendas de que las l¨ªneas interprovinciales de autob¨²s solo llegan a las afueras de Portoviejo y consciente de que tendr¨¢ que caminar con sus dos hijos menores y su esposa por los escombros de lo que hasta el s¨¢bado era su ciudad de residencia.
En las ciudades m¨¢s afectadas, como Pedernales, no se ha restablecido el servicio el¨¦ctrico como precauci¨®n ante los cables cortados y posibles cortocircuitos. Cuando cae la noche, solo se ven lejanas las luces de los coches de polic¨ªa que patrullan por las calles improvisadas que han ido surgiendo al apartar los escombros de los edificios y las casas que se han venido abajo. Lo que s¨ª hay son generadores el¨¦ctricos para el hospital y el estadio, donde se recibe a los heridos y afectados.
Las autoridades, las ongs y los voluntarios insisten en pedir a los ciudadanos lo necesario: agua, alimentos enlatados y no perecederos, pilas, velas, ropa (de verano y, preferiblemente, ya clasificada por edades y sexo, para acelerar el env¨ªo), pa?ales, compresas, botiqu¨ªn de primeros auxilios, colchones, s¨¢banas, toallas y, sin olvidarse de las mascotas, comida para perros y gatos.
Cada quien convoca a su entorno y la cadena de favores ha desbordado los centros de acopio, lo que permiti¨® ayer que los primeros camiones de ayuda llegaran a las 21.00 a Manta, otra de las ciudades m¨¢s afectadas de Manab¨ª. Salvo dos. En Guayaquil, un grupo de delincuentes asaltaron dos de los veh¨ªculos cargados de buena voluntad a la salida de la ciudad. Los bomberos, que se hab¨ªan encargado de recopilarlos, decidieron que ced¨ªan a los puntos oficiales el trabajo de recolecci¨®n para evitar m¨¢s incidentes similares. Como precauci¨®n, para evitar la picaresca en el camino, los camiones llevan un sello de seguridad que impiden abrir el cierre de la carga como si fuera transporte de mercanc¨ªas.
La ayuda llega de manos an¨®nimas, de ricos, de pobres, de los representantes empresariales y de fuera. Adem¨¢s de las ayudas econ¨®micas que han desbloqueado u ofrecido la UE, China, el BID, la CAF y otros organismos de financiamiento, Ecuador espera la llegada de equipos de rescate y bomberos especializados de M¨¦xico, Colombia, Venezuela o Espa?a.
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