Alemania juzga al l¨ªder de Pegida por incitar al odio contra los refugiados
Las marchas del movimiento islam¨®fobo pierden seguidores, pero su mensaje ha calado en la sociedad
La cara m¨¢s visible del movimiento antiislam Pegida, Lutz Bachmann, compareci¨® el martes ante un juez para explicar los insultos ¡ª¡°chusma¡±, ¡°ganado¡± o ¡°asquerosos¡±¡ª a refugiados que hizo en una red social antes de fundar este grupo que empez¨® a llenar las calles de Dresde en oto?o de 2014. Sus manifestaciones son cada vez menos numerosas, pero el mensaje de Pegida ha calado en parte de la sociedad alemana.
A¨²n no se ha apagado la pol¨¦mica por el caso B?hmermann ¨Cel humorista que ser¨¢ juzgado por insultar al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan-, y Alemania tiene ante s¨ª otro proceso medi¨¢tico que deber¨¢ establecer la frontera entre libertad de expresi¨®n y ofensa constitutiva de delito. En esta ocasi¨®n no se trata de un presentador de televisi¨®n tratando de protestar ante la deriva totalitaria de un jefe de Estado. Ahora es Lutz Bachmann, el fundador del movimiento islam¨®fobo Pegida, que el martes compareci¨® ante un juzgado de Dresde por insultar a los refugiados en su cuenta de Facebook.
¡°?Y t¨² crees a la prensa cuando fingen compasi¨®n por esa chusma? En la oficina de asuntos sociales hay ahora siete guardias de seguridad para proteger a los trabajadores de ese ganado. Y no, ?no son aut¨¦nticos refugiados de guerra!¡±, escribi¨® Bachmann en 2014, antes de fundar el grupo que denominar¨ªa Patriotas Europeos contra la Islamizaci¨®n de Occidente (Pegida, por sus siglas en alem¨¢n). Bachmann, que tiene antecedentes penales, se enfrenta a la acusaci¨®n de incitaci¨®n al odio hacia los extranjeros, por el que se le podr¨ªa pasar de tres a cinco a?os de c¨¢rcel.
El juicio a Bachmann llega en un momento de debilidad para Pegida, que ha fracasado en su intento de imponer su marca fuera de Dresde y cuyas manifestaciones de los lunes congregan cada vez a menos personas. La ¨²ltima apenas lleg¨® a los 3.000, cuando las marcas reun¨ªan en su momento cumbre a decenas de miles de simpatizantes de la causa contra el Islam, conta la pol¨ªtica de Angela Merkel y b¨¢sicamente contra todo lo que oliera a ¨¦lite.
Pero el mensaje de Pegida ha calado en la sociedad. Alternativa para Alemania (AfD), el partido que cuando comenzaron las protestas de Pegida se dedicaba sobre todo a criticar la pol¨ªtica de rescates de la eurozona ha triunfado en los ¨²ltimos meses con sus propuestas de no acoger a m¨¢s refugiados en medio de una de las peores crisis migratorias que ha vivido Europa en las ¨²ltimas d¨¦cadas. El partido al que algunas encuestas sit¨²an como tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs ha levantado esta semana la pol¨¦mica al asegurar que el Islam es incompatible con las leyes alemanes.
Bachmann se neg¨® el martes a declarar. Su abogada llev¨® a cabo una doble estrategia: por una parte asegur¨® que no hab¨ªa sido su cliente el que hab¨ªa escrito ese mensaje en Facebook, ya que le hab¨ªan hackeado la cuenta; pero al mismo tiempo defendi¨® que esas palabras estar¨ªan protegidas por la libertad de expresi¨®n. La primera parte del argumento es dif¨ªcilmente defendible porque en el mismo juicio se mostr¨® un v¨ªdeo en el que el propio Bachmann se defend¨ªa ante los intentos de llevarle a la justicia por unas palabras que, seg¨²n dec¨ªa a los manifestantes de Pegida, cualquiera de ellos podr¨ªan haber dicho en privado.
Con gafas oscuras de juguete, el fundador de Pegida se present¨® en el juzgado ante decenas de simpatizantes, con pancartas en las que ped¨ªan? las puertas del juzgado con pancartas enfrentadas que ped¨ªan su absoluci¨®n y que reclamaban un juicio para Merkel. Bachmann, que ya ha sido condenado por robo, asalto y tr¨¢fico de drogas, abandon¨® temporalmente el liderazgo de Pegida cuando se publicaron unas fotograf¨ªas antiguas en las que aparec¨ªa disfrazado de Hitler. Al poco tiempo, tras las peleas de sus sucesores, volvi¨® a hacerse con los mandos del movimiento.
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