China aprueba una restrictiva ley de control de las ONG extranjeras
La polic¨ªa podr¨¢ inspeccionar las cuentas, interrogar a los empleados y cerrar sus oficinas
Las organizaciones no gubernamentales (ONG) extranjeras que quieran operar en China van a quedar bajo el control de la polic¨ªa. Tras m¨¢s de un a?o desde que se someti¨® a consultas un primer borrador, Pek¨ªn aprob¨® este jueves la pol¨¦mica nueva ley que regula a estos grupos y que los activistas consideran que impone graves restricciones a su funcionamiento.
La norma forma parte de una tr¨ªada aprobada en los ¨²ltimos 12 meses -la completan la ley de Seguridad Nacional y la ley Antiterrorista- que limita gravemente el desarrollo de la sociedad civil, seg¨²n denuncian los defensores de los derechos humanos.
Las ONG dejar¨¢n de ser responsabilidad del Ministerio de Asuntos Civiles y pasar¨¢n a estar controladas por el Ministerio de Seguridad P¨²blica (del que depende la polic¨ªa). Este departamento podr¨¢ supervisar las cuentas de estas organizaciones for¨¢neas, interrogar a sus trabajadores y cerrar sus oficinas si lo considera necesario. En caso de encontrar indicios de delito, se emprender¨¢n medidas punitivas contra los cooperantes. Las operaciones de las ONG que hayan incumplido la ley podr¨¢n quedar suspendidas durante 5 a?os.
Los grupos extranjeros no podr¨¢n participar en actividades pol¨ªticas o religiosas, ni recibir donaciones de ciudadanos chinos ni reclutarlos como miembros. Para funcionar, tendr¨¢n que asociarse con una organizaci¨®n china que haya recibido la aprobaci¨®n de las autoridades locales. Aunque la ley -enormemente vaga, como muchas de las reglamentaciones chinas- no precisa cu¨¢les pueden ser esos socios autorizados.
Los defensores de los derechos humanos han condenado inmediatamente la aprobaci¨®n de una ley ¡°draconiana¡± que consideran una vuelta de tuerca m¨¢s del Gobierno que encabeza el presidente Xi para lograr un control absoluto de la sociedad civil.
Seg¨²n China Human Rights Defenders, el objetivo de la nueva norma es ¡°restringir la entrada en China de influencias e ideas extranjeras, especialmente cuando el Gobierno perciba que presenten una amenaza pol¨ªtica u ofrezcan perspectivas diferentes sobre derechos humanos y otros asuntos sensibles¡±.
La medida, aprobada en su tercera lectura por casi unanimidad -147 votos a favor y 1 en contra en el equivalente de un Parlamento- entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo 1 de enero. Seg¨²n los c¨¢lculos oficiales difundidos este jueves afectar¨¢ de un modo u otro a cerca de 10.000 ONG extranjeras que operan en su territorio.
Pese a la introducci¨®n de una serie de enmiendas en el texto finalmente aprobado, un resumen oficial facilitado a la prensa pone de relieve que permanecen en pie a¨²n muchas de las regulaciones que a lo largo del ¨²ltimo a?o y medio hab¨ªan suscitado las protestas de Gobiernos extranjeros, universidades, c¨¢maras de comercio o asociaciones ben¨¦ficas, todas ellas inicialmente incluidas en la definici¨®n de ONG extranjera.
China justifica la nueva norma recordando que otros pa¨ªses cuentan asimismo con un marco legal espec¨ªfico para las ONG extranjeras. Tambi¨¦n alega la necesidad de cerrar el vac¨ªo legal en el que operaban hasta ahora muchas de ellas: el dif¨ªcil proceso hac¨ªa que apenas una minor¨ªa, como la defensora del medioambiente Greenpeace, estuviera registrada de manera oficial. El resto opera como empresas, oficinas de representaci¨®n u otras f¨®rmulas.
Vistas desde siempre con cierta desconfianza entre algunos sectores del r¨¦gimen, especialmente aquellas de las que sospeche que puedan ser activas en materia de derechos humanos, su funcionamiento se ha visto sometido a un escrutinio creciente desde la llegada al poder del actual presidente, Xi Jinping, en 2012. La sospecha pol¨ªtica hacia los extranjeros tambi¨¦n parece haber ido a m¨¢s: este mes, unas caricaturas distribuidas durante el D¨ªa de la Seguridad Nacional advert¨ªan a las funcionarias contra noviazgos con ciudadanos for¨¢neos porque podr¨ªan ser esp¨ªas.
En enero pasado, un ciudadano sueco, Peter Dahlin, fue detenido, compareci¨® ante las c¨¢maras para confesar sus supuestas culpas y deportado despu¨¦s. Dahlin era cofundador de la ONG Urgent Action Working Group, dedicada a dar formaci¨®n legal a activistas pro derechos humanos, y fue acusado de fomentar la subversi¨®n.
¡°Aunque un buen n¨²mero ha contribuido a la cooperaci¨®n internacional y al proceso de reforma y apertura de China, hay una peque?a proporci¨®n de ONG extranjeras que han planeado o perpetrado actividades que da?an la seguridad nacional y la estabilidad social¡±, afirm¨® el jueves en rueda de prensa el representante de la Asamblea Nacional Popular (el Legislativo chino) Zhang Yong. Y, ¡°si alguna de ellas emplea el manto de la cooperaci¨®n para cometer delitos, la Seguridad P¨²blica debe tener el derecho de impedirlo y castigarlo¡±, se?al¨® otro portavoz de la ANP, Guo Linmao.
Pero la ley, seg¨²n denuncian numerosas organizaciones extranjeras, es -como muchas de las normas legales chinas- enormemente vaga y no tipifica qu¨¦ tipo de comportamiento preciso puede ser considerado delito. ¡°Actos terroristas, que amenacen la integridad territorial, pongan en peligro nuestra estabilidad o los intereses del pueblo¡±, enumer¨® Guo.
Al tiempo que el Ejecutivo ha ido aprobando las tres pol¨¦micas leyes, otras ONG locales y asociaciones civiles han sido desmanteladas y sus integrantes, detenidos o acosados por las fuerzas de seguridad.
El a?o pasado la detenci¨®n de cinco feministas que planeaban actividades contra el acoso sexual dio paso a una investigaci¨®n sobre el grupo contra la discriminaci¨®n Yirenping, que como consecuencia dej¨® de funcionar. En verano fueron detenidos algunos de los abogados defensores de los derechos humanos m¨¢s prestigiosos del pa¨ªs, entre otros casos.
¡°Pek¨ªn necesita a duras penas m¨¢s munici¨®n para arremeter contra los grupos de la sociedad civil¡±, ha indicado la directora para China de Human Rights Watch (HRW), Sophie Richardson. La nueva ley ¡°es como muchas otras de la era Xi Jinping: herramientas cada vez m¨¢s duras para legalizar los abusos de los derechos humanos en China¡±.
Esta organizaci¨®n y Amnist¨ªa Internacional (AI) han exigido que se enmiende sustancialmente o se revoque la medida. ¡°La ley presenta una amenaza muy real al trabajo leg¨ªtimo de las ONG independientes¡±, opina William Nee, investigador para China de AI. ¡°Las autoridades, particularmente la polic¨ªa, tendr¨¢ poderes pr¨¢cticamente ilimitados para apuntar contra las ONG, restringir sus actividades y finalmente sofocar a la sociedad civil¡±.
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