China: el mayor carcelero de periodistas
Pek¨ªn mantiene encarcelados a 50 reporteros y exige lealtad ciega a los medios oficiales
Wang Jing es una periodista voluntaria que colaboraba con varias p¨¢ginas web independientes. Hab¨ªa documentado las protestas de un grupo de manifestantes cerca de la sede de la todopoderosa televisi¨®n estatal china, CCTV, cuando fue detenida en diciembre de 2014. Hace dos semanas, el 20 de abril, fue condenada a 4 a?os y 10 meses de prisi¨®n. Su delito, ¡°provocar problemas¡± con sus reportajes para la p¨¢gina de derechos humanos 64Tianwang y otras.
Su director ha expresado a la organizaci¨®n defensora de la libertad de prensa Comit¨¦ para la Protecci¨®n de Periodistas su preocupaci¨®n por el estado de salud de la reportera, que padece un tumor cerebral.
Wang es la ¨²ltima que ha recibido su condena entre los 49 reporteros encarcelados en la actualidad en China, el pa¨ªs que m¨¢s periodistas mantiene entre rejas del mundo. Seg¨²n Reporteros sin Fronteras, solo otros cuatro pa¨ªses padecen menos libertad de expresi¨®n: Siria, Turkmenist¨¢n, Corea del Norte y Eritrea. La semana pasada, Freedom House conced¨ªa a China su peor calificaci¨®n hasta el momento en cuanto a libertad de expresi¨®n: 87/100, en una clasificaci¨®n en la que 100 es la peor puntuaci¨®n posible.
¡°Los miembros de las minor¨ªas ¨¦tnicas y religiosas est¨¢n sujetos a un trato especialmente duro por sus escritos, actividades online, o esfuerzos para diseminar informaci¨®n que se aleje de la l¨ªnea oficial¡±, se?ala Freedom House. T¨ªbet, Taiw¨¢n o los derechos humanos son temas sensibles. Escribir un art¨ªculo cr¨ªtico sobre el trato a la minor¨ªa uigur vali¨® la expulsi¨®n del pa¨ªs a la periodista francesa Ursula Gauthier el a?o pasado. Pero el menor crecimiento econ¨®mico ha hecho que aumente la censura tambi¨¦n sobre la informaci¨®n financiera, o la medioambiental.
La tendencia no tiene visos de mejorar. En febrero, el presidente chino, Xi Jinping, visitaba los medios oficiales para exigir una lealtad ciega hacia el sistema: los medios, afirmaba, ¡°deben apellidarse Partido Comunista¡±.
En abril, Xi parec¨ªa abrir un resquicio de esperanza. En un simposio sobre Internet, ped¨ªa ¡°mayor tolerancia¡± hacia las cr¨ªticas ¡°con buena intenci¨®n¡± en las redes. Pero no hubo tiempo para el optimismo: de inmediato los censores comenzaron a censurar los comentarios del p¨²blico sobre las recomendaciones de su presidente.
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