La crisis econ¨®mica toma el relevo a la migratoria en Grecia
Con 50.000 refugiados atrapados en el pa¨ªs, la amenaza de 'Grexit' se cierne de nuevo en plena movilizaci¨®n popular contra la reforma de las pensiones
La aplicaci¨®n del pacto migratorio UE-Turqu¨ªa, el pasado 20 de marzo, con la consecuencia inmediata de un descenso en el n¨²mero de llegadas a las islas griegas (hasta un 85% menos en abril), ha devuelto al primer plano de la actualidad la crisis econ¨®mica, oculta durante meses bajo el alud de titulares dedicados al mayor ¨¦xodo vivido desde la Segunda Guerra Mundial. Pero ni la crisis de los refugiados ha terminado ni el fantasma del Grexit?(la eventual salida de Grecia de la UE) ha vuelto por sorpresa, porque en realidad nunca se ha ido del todo.
La revisi¨®n del tercer rescate (86.000 millones, tres a?os) est¨¢ encallada desde oto?o pasado. Los acreedores siguen sumando exigencias a Atenas (5.400 millones en nuevos recortes hasta 2018, equivalentes al 3% del PIB nacional) y la insolvencia se cierne amenazante, de nuevo, sobre las m¨ªseras arcas griegas, dados los vencimientos a los que debe hacer frente el pa¨ªs en julio: 300 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) y 2.300 al Banco Central Europeo (BCE). En paralelo a la convocatoria del refer¨¦ndum brit¨¢nico sobre la UE, el pr¨®ximo 23 de junio, no faltan quienes, con el FMI a la cabeza, barajan cu¨¢l de las dos opciones, Brexit o Grexit, cobrar¨¢ m¨¢s fuerza para entonces. La mayor¨ªa se inclina por la segunda.
Si el quid de la crisis migratoria es la inmovilidad forzosa de m¨¢s de 50.000 refugiados e inmigrantes en el pa¨ªs por el cierre de la ruta balc¨¢nica, el nudo gordiano de la otra crisis, la econ¨®mica, es la en¨¦sima reforma de las pensiones. Este fin de semana el Parlamento griego ha debatido entre m¨¢ximas medidas de seguridad y un sinf¨ªn de movilizaciones populares el proyecto de ley de la nueva seguridad social, que prev¨¦ la introducci¨®n de una nueva pensi¨®n nacional, m¨ªnima, de 384 euros al mes para quienes hayan trabajado 20 a?os; la paulatina desaparici¨®n para 2018 del fondo de solidaridad complementario para las pensiones m¨¢s bajas y, a la postre, la homologaci¨®n de los innumerables fondos gremiales (como el de los periodistas, ya suprimido), durante d¨¦cadas un pozo sin fondo de descontrol; de ah¨ª la feroz oposici¨®n de las asociaciones profesionales, inspiradoras de las protestas, a esta reforma. Sin embargo, tras siete a?os de austeridad, son muchas las familias griegas que sobreviven gracias a los menguados ingresos del abuelo. Desde 2010, cuando se aprob¨® el primer rescate, las pensiones han sufrido 11 recortes.
En el en¨¦simo reajuste fiscal, el tipo m¨¢s alto de IVA, que desde julio grava la pr¨¢ctica totalidad de bienes de consumo ¡ªde los entierros a los zumos procesados o el transporte¡ª, aumenta un punto, hasta el 24%, mientras la base m¨ªnima imponible se reduce en casi mil euros, de 9.500 a 8.636. As¨ª, una unidad familiar de cuatro miembros con un ¨²nico ingreso de 757 euros al mes se ver¨¢ a partir de ahora obligada a tributar. Por tramos, sube tambi¨¦n el denominado ¡°impuesto de solidaridad¡± introducido hace un par de a?os para mejorar la recaudaci¨®n.
Estas medidas de contingencia, o preventivas, como las denominan los acreedores, son una salvaguarda por si Atenas no satisface sus planes presupuestarios en 2018, y, aunque giran en torno a dos ejes, coinciden en un callej¨®n sin salida: c¨®mo manejar la abultada deuda p¨²blica griega, que supone el 180% del PIB. A cambio de nuevos ajustes, el FMI propone un alivio o reestructuraci¨®n de la deuda, pero los socios europeos, con Alemania a la cabeza, rechazan de plano cualquier quita.
As¨ª las cosas, el primer ministro, Alexis Tsipras, con una exigua mayor¨ªa de 153 esca?os en un Parlamento de 300, se enfrenta a la prueba m¨¢s dif¨ªcil en sus 16 meses en el poder, con un grupo de diputados opuesto a m¨¢s recortes (y un nutrido grupo de dirigentes de su partido en contra de cualquier otra capitulaci¨®n ante los acreedores). Pero ni en su partido ni en el de su socio de gobierno, la derecha soberanista de Griegos Independientes, parece haber otra opci¨®n que la de cerrar filas y acometer estas reformas ¡°para garantizar la viabilidad del sistema¡± de prestaciones sociales. Dicho en otras palabras, las del ministro de Trabajo: ¡°Vamos a hacer ahora [las reformas] que deber¨ªan haberse hecho hace d¨¦cadas¡±. La oposici¨®n rechaza en bloque esta nueva sangr¨ªa y avienta desde hace semanas la posibilidad de unas elecciones anticipadas. Syriza, el partido de Tsipras, ha sido desbancado en las encuestas de intenci¨®n de voto por la conservadora Nueva Democracia.
Impacto en el sector tur¨ªstico
Entretanto, la crisis migratoria se ha cronificado con gravosas consecuencias para el Estado griego. No se trata s¨®lo de mantener a las m¨¢s de 50.000 personas atrapadas en el pa¨ªs ¡ªla frontera macedonia permanecer¨¢ cerrada hasta el 31 de diciembre como m¨ªnimo, y no hay salida por otras rutas¡ª, sino del impacto que la continua llegada de refugiados e inmigrantes tiene, sobre todo, en la econom¨ªa de las islas: turoperadores y responsables del sector estiman que las reservas para este verano han ca¨ªdo un m¨ªnimo de un 60% en las islas del noreste del Egeo, como Lesbos, Qu¨ªos o Samos, principal puerta de entrada a Grecia de los migrantes.
En los ¨²ltimos dos a?os, el turismo hab¨ªa sido el respirador autom¨¢tico que insuflaba aliento a la econom¨ªa griega, pero, tras un breve periodo de recuperaci¨®n, ¨¦sta volvi¨® a hundirse en la recesi¨®n en el primer trimestre de este a?o, con una ca¨ªda de cerca del 1% debido al descenso del consumo y la producci¨®n industrial. Frente a los 6.000 millones de euros prometidos a Turqu¨ªa para gestionar sus fronteras y frenar el flujo migratorio, la ¨²ltima ayuda europea a Grecia fue s¨®lo de 85 millones de euros, destinados por la Comisi¨®n Europea a ocho ONG que gestionan distintos proyectos de acogida.
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