Salvemos al CIDOB
El CIDOB nunca ha estado bajo los focos. Como corresponde a una instituci¨®n dedicada a la investigaci¨®n, el debate intelectual y el estudio, lo suyo es la discreci¨®n y la eficacia. En el momento en que se convierte en noticia y adem¨¢s politizada, conviene recordar dos cosas. En primer lugar, su historia, siempre aleccionadora. En segundo lugar, su papel actual y su peso. As¨ª sabremos lo que est¨¢ en juego cuando desde el Gobierno de Junts pel S¨ª se prepara el asalto partidista a una instituci¨®n que debiera quedar a resguardo de las rudezas y las miserias de la vida pol¨ªtica.
Historia: en sus or¨ªgenes, fue una organizaci¨®n cristiana vinculada a lo que en los a?os 50 se reconoc¨ªa como el Tercer Mundo. El nombre primigenio era Agermanament, porque hermanaba a un pu?ado de curas que trabajaban en ?frica y Am¨¦rica Latina en una red misionera desde el punto de vista eclesial y solidaria desde el punto de vista laico. Pronto se convirti¨® en CIDOB-TM: Centre de Informaci¨® i Documentaci¨® de Barcelona-Tercer M¨®n, bajo la batuta de Josep Ribera, su fundador en 1973, en la zona gris entre legalidad e ilegalidad tan propia del franquismo.
Cuando nadie hablaba de cooperaci¨®n al desarrollo, ah¨ª estaba el CIDOB. Primera oeneg¨¦ cuando no hab¨ªa todav¨ªa oneg¨¦s, primer think tank cuando no hab¨ªa think tanks, al menos en nuestra geograf¨ªa. Del cristianismo al internacionalismo. Los exilados de las dictaduras de los a?os 70, especialmente los chilenos, sab¨ªan muy bien qui¨¦n era Ribera y qu¨¦ era el CIDOB. Tambi¨¦n lo sab¨ªan los periodistas dedicados a la informaci¨®n internacional.
Entrada ya la democracia, fue tomando envergadura. Sus siglas cambiaron de contenido con la desaparici¨®n del Tercer Mundo, camino del actual mundo global emergente, y con la internacionalizaci¨®n del centro, convertido en Barcelona Center on International Affairs. Ribera fue sustituido por Jordi Vaquer, actual director europeo de la Open Society, al que sucedi¨® Jordi Bacaria, el actual director. Narc¨ªs Serra fue el primer presidente del patronato, al que sustituy¨® Carles Gas¨®liba. Javier Solana es su presidente de honor desde 2010, cargo que ciertos soberanistas pretenden suprimir, debido al especial afecto que profesan a la figura espa?ola m¨¢s reconocida en el ¨¢mbito de las relaciones internacionales. Solana organiza desde hace 14 a?os un seminario en Pedralbes sobre Paz y Guerra en el siglo XXI, con participaci¨®n de expertos de todo el mundo, que se halla entre las mejores reuniones de este tipo.
Estamos ya en la actualidad: el CIDOB es el mejor think tank espa?ol seg¨²n la clasificaci¨®n de la Universidad de Pennsylvania. Es una clasificaci¨®n discutible, como todas, por supuesto. Por medios, presupuesto, personal y apoyo institucional, hay algunos m¨¢s poderosos. Pero su prestigio es muy especial, sobre todo en el ¨¢rea mediterr¨¢nea y entre los think tank de la regi¨®n; el ¨²nico que juega en la Liga de Champions de la investigaci¨®n europea. El equilibrio institucional en el que ha crecido, bajo la potente marca de Barcelona, seguro que es crucial para su imagen de independencia respecto a gobiernos y partidos, cosa que no sucede con otros think tanks espa?oles. Eso se perder¨¢ si se convierte en instrumento del proceso soberanista y m¨¢s si se especializa en la rama apasionante de las relaciones internacionales que se ocupa de las secesiones.
Visto fr¨ªamente, lo m¨¢s extra?o es que el asalto haya tardado tanto. El destrozo institucional que est¨¢ produciendo el proc¨¦s merecer¨¢ un balance a su debido tiempo. Dos elementos ayudan a entenderlo. Uno, es el modelo institucional que incluye a los dos principales patronos, que son el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, junto al Ministerio de Asuntos Exteriores espa?ol, adem¨¢s de la Diputaci¨®n de Barcelona y del ?rea Metropolitana. El modelo consorciado es el que permiti¨® celebrar los Juegos Ol¨ªmpicos y el que ha servido para armar numerosas instituciones. En las condiciones de hoy no habr¨ªa Juegos Ol¨ªmpicos en Barcelona y ni reconstrucci¨®n del Liceo.
La segunda explicaci¨®n se llama Converg¨¨ncia Democr¨¤tica de Catalunya, la genuina y aut¨¦ntica CDC autonomista fundada, entre otros, por Carles Gas¨°liba. No es extra?o que este economista y pol¨ªtico nacionalista de la primera hora, aut¨¦ntico escudo para evitar las interferencias pol¨ªticas, haya sido despachado con buenas palabras por el foreign affairs minister Romeva, justo cuando Artur Mas da la puntilla a CDC para fundar algo totalmente nuevo. Si el pujolismo sin corrupci¨®n tiene una existencia real, y la tiene, esta tiene de nombre Carles Gas¨°liba (no es el ¨²nico, ciertamente, pero s¨ª uno de los m¨¢s destacados).
Conclusi¨®n: ser¨ªa una pena y una p¨¦rdida para todos, tambi¨¦n para los independentistas, que el CIDOB se convirtiera en instrumento de quienes utilizan la supuesta emancipaci¨®n nacional catal¨¢n en la escalera para satisfacer sus ambiciones. Cuesta mucho construir una instituci¨®n, pero es f¨¢cil destruirla en un abrir y cerrar de ojos.
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