El 60% de los senadores que juzgan a Rousseff enfrenta causas en la Justicia
M¨¢s de la mitad de los diputados brasile?os enfrenta o ha enfrentado problemas judiciales
La oposici¨®n insiste en que la salida temporal del poder de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que vota este mi¨¦rcoles el Senado y se da por segura, significar¨¢ una nueva era para Brasil. Los adversarios de Rousseff aseguran que significar¨¢ un borr¨®n y cuenta nueva respecto a la recesi¨®n econ¨®mica, los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y el descontento social. Pero el Congreso que tiene en sus manos el destino de este pa¨ªs no es un ejemplo de casi nada. Casi el 54% de los diputados y el 60% de los senadores brasile?os tienen o han tenido cuentas pendientes con la Justicia.
Aunque la presidenta de Brasil vaya a caer oficialmente por maniobras fiscales y presupuestarias, extraoficialmente, los opositores que est¨¢n a punto de destituirla suelen citar los abundantes esc¨¢ndalos de corrupci¨®n de su formaci¨®n, el Partido de los Trabajadores (PT). El caso Petrobras ha manchado hasta ahora al expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva, al extesorero del PT Jo?o Vaccari, y otros exministros como Jos¨¦ Dirceu, pero solo han rozado a Rousseff (el fiscal ha pedido investigar la confesi¨®n de un delator que la acusa de obstaculizar investigaciones). Eso s¨ª, las sospechas han dejado la reputaci¨®n del gran partido de izquierdas de Brasil por los suelos, as¨ª como la de parte de la oposici¨®n (el vicepresidente Michel Temer, pr¨®ximo presidente interino, fue mencionado por el mismo delator). Pol¨ªticos, Parlamento y Senado tienen el peor ¨ªndice ciudadano de confianza en instituciones, seg¨²n el Instituto Brasile?o de Opini¨®n P¨²blica y Estad¨ªstica.
La C¨¢mara de Representantes brasile?a tiene a 273 de sus 513 diputados implicados en causas judiciales, seg¨²n datos de la organizaci¨®n Transpar¨ºncia Brasil. Hay cargos por corrupci¨®n, pero tambi¨¦n por extorsi¨®n y tortura o por portar armas de fuego. En el Senado, el 60% de los 81 miembros tiene causas pendientes con la Justicia, sobre todo por delitos electorales y corrupci¨®n, seg¨²n la plataforma Atlas Pol¨ªtico.
El l¨ªder de la comisi¨®n especial del Senado que estudia el impeachment, Antonio Anastasia, del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), ha enfrentado acusaciones de cometer el mismo tipo de irregularidad atribuido a la presidenta. De acuerdo con el peri¨®dico O Estado de S?o Paulo, cuando gobernaba el Estado de Minas Gerais, hizo maniobras para cuadrar sus presupuestos sin el apoyo del Legislativo. Anastasia ha respondido, simplemente, que ¡°ning¨²n ciudadano pidi¨® el impeachment¡± durante su Gobierno.
Entre los aliados del PT, la senadora Gleisi Hoffman, una de las principales l¨ªderes de la C¨¢mara Alta y exmiembro del gabinete de Rousseff, fue denunciada a principios de mes en el Supremo junto a su marido, un exministro, por corrupci¨®n y desv¨ªo de dinero en el caso Petrobras. La Fiscal¨ªa la acusa de recibir un mill¨®n de reales en sobornos. El mismo delator que ha salpicado a PT y oposici¨®n en sus confesiones sobre Petrobras, Delc¨ªdio do Amaral, lideraba el grupo del PT en el Senado cuando fue detenido.
Algunos senadores aprovecharon la sesi¨®n del domingo para insinuar, de nuevo, que hay motivos graves para que Rousseff deje de ser presidenta. ¡°El diablo est¨¢ en los detalles, y es exactamente por eso que la presidenta va a caer¡±, anunci¨® el senador de la oposici¨®n Ata¨ªdes Oliveira. Los delitos en los que se basa el impeachment [maniobras fiscales y presupuestarias] de Rousseff, reconoci¨® Oliveira, ¡°son insignificantes frente a los dem¨¢s¡±. No aclar¨® cu¨¢les eran ¡°los dem¨¢s¡±, pero algunos medios se encargaron de recordarle al senador que ¨¦l enfrenta acusaciones de recibir sobornos millonarios y realizarse donaciones electorales a s¨ª mismo a trav¨¦s de una constructora.
Con informaci¨®n de Gil Alessi
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