Mauricio Macri deskirchneriza el emblem¨¢tico Centro Cultural Kirchner
El Gobierno argentino desmantela la sala dedicada a la memoria del expresidente
No pasa un d¨ªa en Argentina sin que el Gobierno de Mauricio Macri d¨¦ un paso m¨¢s para desmontar la herencia del kirchnerismo, que control¨® todo el poder durante 12 a?os. Las medidas m¨¢s importantes son econ¨®micas, pero tambi¨¦n las hay simb¨®licas. Macri ya baj¨® los cuadros de Hugo Ch¨¢vez y N¨¦stor Kirchner de la Casa Rosada y ahora ha empezado a deskirchnerizar nada menos que el Centro Cultural Kirchner. El centro, un espectacular edificio en el coraz¨®n de Buenos Aires cuya rehabilitaci¨®n cost¨® 275 millones de d¨®lares, es muy simb¨®lico, dedicado al expresidente fallecido.
El centro ten¨ªa dentro una sala especial en la que, entre fotos enormes suyas, hab¨ªa vidrieras con recuerdos familiares y unos v¨ªdeos en los que sus amigos, sus maestros e incluso su madre glosaban la figura del expresidente, que se ha convertido en una especie de m¨¢rtir para el kirchnerismo a pesar de que falleci¨® de muerte natural. ¡°De chiquito le pregunt¨¦ qu¨¦ quer¨ªa ser y me dijo que gobernador. Que iba a estudiar mucho para lograrlo¡±, aseguraba su madre bajo un cartel dedicado al expresidente que dice: ¡°Que su fuerza y convicci¨®n sean siempre una presencia viva entre nosotros¡±. Esta semana esa sala ha sido completamente desmantelada, como se aprecia en la fotograf¨ªa. Solo hay botes de pintura en el suelo y las paredes est¨¢n limpias. Ya no queda nada del homenaje al expresidente, fallecido en 2010. Una decisi¨®n prevista pero pol¨¦mica para los miles de seguidores del kirchnerismo que veneran al l¨ªder de una manera casi religiosa. "N¨¦stor no se muri¨®, N¨¦stor vive en el pueblo", cantan en cada mitin.
El ministro de Medios P¨²blicos del Gobierno de Macri, Hern¨¢n Lombardi, que controla el Centro Kirchner, ya avis¨® de que eliminar¨ªa esta sala, aunque hasta ahora no lo hab¨ªa ejecutado. ¡°M¨¢s all¨¢ de ser una oda a N¨¦stor Kirchner, no tiene ni curadur¨ªa ni calidad. Seguramente, junto con la secretaria de Contenidos P¨²blicos, Gabriela Ricardes, y el futuro director del CCK, se pensar¨¢ en una rotaci¨®n de presidentes constitucionales para esa sala. Las actividades ser¨¢n gratuitas¡±, ha se?alado Lombardi.
Lombardi tambi¨¦n ha dejado claro que a ¨¦l le gustar¨ªa cambiarle el nombre -ten¨ªa que llamarse "centro del bicentenario y en el ¨²ltimo momento Cristina Kirchner lo cambi¨®- pero de momento se ha evitado esa en¨¦sima pol¨¦mica.?El s¨ªmbolo no es menor. Las enormes letras de "Centro Kirchner" se ven perfectamente desde las ventanas de los despachos m¨¢s importantes del Gobierno de Macri, ya que la Casa Rosada est¨¢ enfrente. Cada d¨ªa esas letras recuerdan a los funcionarios macristas la presencia del esp¨ªritu del kirchnerismo y su legado. Desde la sala de reuniones del despacho del jefe de Gabinete, Marcos Pe?a, se ven las letras y se escucha con frecuencia a los trabajadores del Centro Kirchner despedidos por Lombardi, casi 600, algunos de ellos recolocados. La mayor¨ªa no ten¨ªa ni contratos en regla ni formaci¨®n adecuada, explica Lombardi.
El ministro est¨¢ intentando ver qu¨¦ hace con el coloso en el centro de la ciudad. Por ahora solo asegura que el centro "¡°est¨¢ llamado a ser el mayor centro cultural del hemisferio sur¡±. De momento Macri ya lo ha convertido, pese a su nombre, en un lugar de referencia de su mandato. All¨ª, en su espect¨¢cular c¨²pula acristalada, al estilo del Reichstag en Berl¨ªn, se han realizado las cenas de gala con los presidentes Francois Hollande y Barack Obama. Fue all¨ª donde Obama bail¨® el tango que dio la vuelta al mundo. Y all¨ª, en una de sus 40 salas de exposiciones, 16 de ensayo, y 6 auditorios con capacidad para 5.000 personas, se realizan actos clave como la presentaci¨®n del gran programa de modernizaci¨®n de la justicia argentina, el martes, con Macri como estrella.
A la entrada se pod¨ªa ver la tensi¨®n entre las dos argentinas. En la largu¨ªsima cola de casi una hora, bajo l¨¢pidas dedicadas al expresidente -su padre trabaj¨® en Correos, y este edificio fue la sede de esa instituci¨®n- esperaban pacientes la mitad de los jueces y fiscales m¨¢s importantes del pa¨ªs, un aut¨¦ntico desaf¨ªo para la seguridad. Desde all¨ª se escuchaban perfectamente los petardos, casi como disparos en r¨¢faga, de los despedidos del Centro Kirchner que protestaban a pocos metros. Macri y los suyos quieren borrar las huellas del kirchnerismo pero parece evidente que las cosas no van a ser f¨¢ciles. De momento la sala m¨¢s simb¨®lica ha desaparecido por completo. Lo siguiente ser¨¢ sin duda el cambio del nombre del centro.
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