Donald Trump y Paul Ryan se unen para derrotar a Hillary Clinton
El candidato republicano y el jefe del partido en Washington admiten sus diferencias pero se comprometen a trabajar juntos
El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y el jefe del partido en el Congreso, Paul Ryan, se comprometieron este jueves a trabajar juntos para derrotar a la dem¨®crata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre. En un comunicado conjunto, Trump y Ryan admitieron sus diferencias, pero se conjuraron para unir al Partido Republicano, hoy dividido por la victoria del magnate y showman neoyorquino en el proceso de nominaci¨®n.
Ryan, speaker o presidente de la C¨¢mara de Representantes, se resisti¨® a apoyar formalmente al candidato de su partido, pero dijo que se sent¨ªa alentado por la conversaci¨®n. Ambos se hab¨ªan saludado una sola vez antes, hace unos a?os, durante menos de un minuto.
"Estados Unidos no puede permitirse otros cuatro a?os de la Casa Blanca de Obama, que es lo que Hillary Clinton representa", se lee en el comunicado. "Al mismo tiempo que somos honestos sobre nuestras pocas diferencias, reconocemos que tambi¨¦n hay ¨¢reas importantes de terreno com¨²n".
Para Trump y Ryan, se trataba de hacer las paces despu¨¦s de varios d¨ªas de declaraciones cruzadas. La reuni¨®n, en la que tambi¨¦n particip¨® Reince Priebus, presidente del Comit¨¦ Nacional Republicano, dur¨® 45 minutos. En una rueda de prensa posterior, Ryan dijo que este era un primer paso que requerir¨ªa nuevas reuniones para acabar de unir al partido. Despu¨¦s de este encuentro, Trump se reuni¨® con miembros del Senado.
Desde que la semana pasada Trump se confirm¨® como el candidato republicano, Ryan ha sido su opositor m¨¢s destacado en la c¨²pula del partido. Ha criticado sus salidas de tono y ofensas a los musulmanes o coqueteos con grupos racistas. Y se ha reservado el derecho a darle su apoyo.
Ryan representa la ortodoxia ideol¨®gica de la derecha: favorable a los recortes en el estado del bienestar, partidario del libre comercio y defensor de una pol¨ªtica exterior intervencionista. Trump, un pol¨ªtico novato dif¨ªcil de encasillar en una ideolog¨ªa, mantiene posiciones opuestas a las de Ryan en los recortes, la pol¨ªtica fiscal o el proteccionismo. Su histrionismo y su ret¨®rica xen¨®foba chocan con el estilo de Ryan.
A ambos les interesa la unidad. A Trump, porque la fuerza organizativa del Partido Republicano le puede ayudar a movilizar votos y recaudar dinero. A Ryan, porque la ruptura del partido antes de las elecciones de noviembre podr¨ªa da?ar a los congresistas que en la misma fecha deben revalidar sus esca?os. Los republicanos son ahora mayoritarios en la C¨¢mara de Representantes y en el Senado.
El aliciente es derrotar a Clinton, que parte como favorita, seg¨²n los sondeos. Un Partido Republicano dividido es la mejor garant¨ªa de una tercera victoria del Partido Dem¨®crata despu¨¦s de dos mandatos seguidos de Barack Obama, algo que no ocurre desde 1940.
Entre la improvisaci¨®n y la pureza ideol¨®gica
Donald Trump dice que quiere subir los impuestos a los ricos y que quiere bajarlos. Propone aumentar el salario m¨ªnimo despu¨¦s de decir que los trabajadores estadounidenses cobran demasiado. Insin¨²a que las mujeres que aborten deben ser castigadas y despu¨¦s defiende lo contrario. Sugiere que proyectar¨¢ una imagen presidencial y en seguida dispara contra rivales y aliados. Da a entender que suavizar¨¢ sus medidas contra los musulmanes y ser¨¢ conciliador con los republicanos, pero reclama que ¨¦l no debe nada al partido y que los votantes le han otorgado un mandato para hacer campa?a con su estilo falt¨®n. Lo ¨²nico previsible, en Trump, es que es imprevisible.?En un partido como el republicano, obsesionado por la pureza ideol¨®gica, no es un problema menor.
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