Democracia y representaci¨®n pol¨ªtica en Brasil: lecciones de Alejandro Glencoe

A comienzos del siglo XX, Alejandro Glencoe resolvi¨® erigir en las pampas uruguayas un Congreso que representar¨ªa a toda la humanidad. Con una veintena de rioplatenses, Glencoe busc¨® una manera de que todos los habitantes del planeta se sintieran genuinamente representados. La soluci¨®n pas¨® por el compromiso de que cada congresal representara a las personas con caracter¨ªsticas f¨ªsicas, h¨¢bitos y preferencias similares a los suyos. Glencoe representar¨ªa a los hacendados, a los orientales, a los grandes precursores y a los hombres de barba roja que se sientan en un sill¨®n. Nora Erjford representar¨ªa a las secretarias, a las noruegas y a todas las mujeres hermosas del mundo.

Los ¨²ltimos desenlaces del impeachment de Dilma Rousseff demuestran que la f¨®rmula de representaci¨®n pol¨ªtica vigente en Brasil es m¨¢s fantasiosa que la narrada por Jorge Luis Borges en su cuento El Congreso. Durante la votaci¨®n del impeachment en la C¨¢mara de Diputados el 17 de abril, una minor¨ªa de parlamentarios fundament¨® su decisi¨®n en las maniobras fiscales que motivaban el pedido de destituci¨®n pol¨ªtica de Rousseff. Varios aprovecharon sus minutos de fama para homenajear a familiares, Dios, iglesias evang¨¦licas y ciudades de origen. Entre las frases absurdas invocadas por los diputados, destacan ¡°la Paz en Jerusal¨¦n¡±, ¡°los vendedores de seguro de Brasil¡±, ¡°el gran arquitecto del universo¡±, ¡°los militares de 1964¡±, ¡°el aniversario de mi ciudad¡±, etc.?

La diputada Raquel Muniz vot¨® a favor del impeachment luego de elogiar a su esposo, el alcalde de Montes Claros, Minas Gerais, quien fue arrestado al d¨ªa siguiente bajo acusaciones de perjudicar hospitales p¨²blicos con el fin de favorecer cl¨ªnicas privadas de propiedad de familiares. Jair Bolsonaro homenaje¨® a Carlos Brilhante Ulstra, ex comandante de un centro de represi¨®n de S?o Paulo en el que centenas de personas fueron ejecutadas y torturadas. Bolsonaro es uno de los pocos diputados federales sin investigaciones penales por corrupci¨®n ante el Supremo Tribunal Federal (STF). Sin embargo, pesa en su contra una denuncia penal por agresi¨®n y amenaza de muerte, interpuesta por su ex esposa. Semejante antecedente judicial y la apolog¨ªa a los peores actos de sadismo durante la dictadura militar no son suficientes para inviabilizar la carrera pol¨ªtica del virtual candidato presidencial en 2018. Al fin del cabo, ?si los Estados Unidos tienen a un Donald Trump, por qu¨¦ Brasil no puede tener a un Jair Bolsonaro?

Al asumir la Presidencia de la Rep¨²blica el 12 de mayo pasado, Michel Temer ofreci¨® Ministerios a siete personas vinculadas a la operaci¨®n Lava Jato, dos de las cuales han adquirido foro privilegiado ante el STF. Cuando el ex Presidente Lula se encontraba al borde de ser detenido por el Juez Sergio Moro, Rousseff lo nombr¨® Ministro de la Casa Civil, con el evidente prop¨®sito de brindarle foro privilegiado. Dicha maniobra mereci¨® el rechazo de la opini¨®n p¨²blica, pero ahora que Temer comete el mismo error, el alarde no da para otro impeachment en menos de un mes.

La anti-joya de la corona de Michel Temer hasta ahora ha sido el nombramiento de un gabinete conformado exclusivamente por hombres, muchos de ellos apellidados Sarney, Barbalho y otras conocidas familias que, desde hace varias d¨¦cadas, han rodeado las instancias de poder en Brasilia y monopolizado el poder en Estados como Maranh?o y Par¨¢. Si la foto de la posesi¨®n de Michel Temer fuese publicada en blanco y negro, uno tender¨ªa a pensar que se trata de un gabinete presidencial de la Rep¨²blica Vieja (1889-1930) o, en todo caso, de una ¨¦poca anterior al sufragio femenino y a la participaci¨®n de la poblaci¨®n afrobrasile?a en la vida pol¨ªtica. Antes de Temer, el Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) ya hab¨ªa llegado al poder sin ganar elecciones con Jos¨¦ Sarney (1985) e Itamar Franco (1992). Ni ellos ni el general Jo?o Batista Figueiredo (1979-1985) tuvieron un gabinete patriarcal.

La relaci¨®n elector-electo que ha sido desgastada por la irresponsabilidad fiscal de Rousseff y la degeneraci¨®n moral del Partido de los Trabajadores requiere un especial cuidado por parte del gobierno de Temer. La pregunta es si dicha relaci¨®n existe cuando el Presidente de la Rep¨²blica proviene de un partido que fue fiador pol¨ªtico de un gobierno altamente corrupto y cuyos principales l¨ªderes se encuentran vinculados a la operaci¨®n Lava Jato y otros esc¨¢ndalos.

En la f¨®rmula dise?ada por Alejandro Glencoe, pareciera que Michel Temer, Renan Calheiros, Eduardo Cunha y otros caciques pol¨ªticos del PMDB representan a todos los hombres blancos, pudientes, conservadores, que responden a procesos penales y subastan ministerios a congresistas investigados por corrupci¨®n, en nombre de una supuesta gobernabilidad. Falta encontrar una f¨®rmula para que el 99.9% restante de la poblaci¨®n brasile?a sea igualmente representada.