¡°La polic¨ªa de Los ?ngeles no participar¨ªa en deportaciones masivas¡±

Los poderes f¨¢cticos de la ciudad de Los ?ngeles se concentran alrededor de la manzana entre las calles Primera, Main y Broadway. Ocupan las cuatro esquinas como si se vigilaran unos a otros: el Ayuntamiento, la Fiscal¨ªa, la oficina del Sheriff, los juzgados, Los Angeles Times y el Departamento de Polic¨ªa, el cinematogr¨¢fico LAPD. Esta es la vista desde la terraza del despacho de Charlie Beck, el jefe del tercer cuerpo de polic¨ªa m¨¢s grande de Estados Unidos, con 10.000 agentes y un presupuesto de 1.000 millones de d¨®lares para vigilar una ciudad de 1.225 kil¨®metros cuadrados.

Ciudades como Los ?ngeles o San Francisco se han visto en medio de la pol¨¦mica electoral porque el probable candidato republicano, Donald Trump, empez¨® la campa?a poniendo el grito en el cielo contra las llamadas ciudades santuario, que son aquellas cuyas polic¨ªas no colaboran con los agentes de inmigraci¨®n. En una entrevista con EL PA?S en su despacho, Beck lo explica as¨ª: ¡°Creo que es un t¨¦rmino que se usa mal. No es acertado. Si eres un criminal o tienes una orden de b¨²squeda te aseguro que no hay santuario que valga, te vamos a detener. El t¨¦rmino se usa para definir una ciudad que tiene una pol¨ªtica liberal en inmigraci¨®n. Nosotros la tenemos. Yo me lo creo. Porque somos Los ?ngeles. ?ramos parte de M¨¦xico como somos parte de Estados Unidos. La polic¨ªa de Los ?ngeles no utiliza la inmigraci¨®n como raz¨®n para parar a alguien. Ni yo, ni ning¨²n jefe en los a?os que llevo en el cuerpo. No te paramos para ver si eres inmigrante¡±. Literalmente, no te preguntan por tu estatus migratorio. Para Beck, la inmigraci¨®n ¡°es el tejido mismo de Los ?ngeles¡±. ¡°Cuando oigo a la gente hablar de deportaciones masivas no me lo puedo ni imaginar. Nosotros no participar¨ªamos. Yo no formar¨ªa parte de eso¡±.

Ciudad santuario se usa para definir una ciudad que tiene una pol¨ªtica liberal en inmigraci¨®n. Nosotros la tenemos. Yo me lo creo. Porque somos Los ?ngeles

Beck (Long Beach, 1953) es hijo de polic¨ªa, marido de polic¨ªa y padre de dos polic¨ªas, todos del LAPD. Lleva casi cuatro d¨¦cadas en el cuerpo y lo ha visto cambiar junto con la ciudad, una de las m¨¢s blancas culturalmente de Estados Unidos hace un cuarto de siglo, y una de las m¨¢s diversas hoy. Beck, que presume de que el suyo es el departamento m¨¢s diverso de la ciudad, es un convencido de que las relaciones de la polic¨ªa con las minor¨ªas son la mejor herramienta contra el crimen. En esa evoluci¨®n hay un punto de inflexi¨®n que es el episodio criminal, con permiso de Charles Manson, m¨¢s conocido de Los ?ngeles. Los disturbios raciales de 1992 no solo marcaron a la ciudad, que los sigue conmemorando cada 30 de abril, sino tambi¨¦n al cuerpo de polic¨ªa y la propia carrera de Beck.

No es m¨¢s ni menos probable que cometas delitos por tu estatus migratorio. Hay factores, pero la inmigraci¨®n no es uno de ellos

¡°Recuerdo muy bien todo lo que llev¨® a los disturbios. Hab¨ªa trabajado en asuntos internos y hab¨ªa patrullado esos barrios. Yo particip¨¦ en la investigaci¨®n interna de la paliza a Rodney King. Hab¨ªa trabajado en South LA, sab¨ªa de d¨®nde ven¨ªa la ira¡±. Por eso, ¡°no fue una gran sorpresa que empezaran unos disturbios. Lo impresionante fue la dimensi¨®n que tuvieron¡±. Recuerda aquellos seis d¨ªas como un episodio ¡°descorazonador¡±. ¡°Yo cre¨ªa en el Departamento de Polic¨ªa, o al menos en la mayor parte de ¨¦l. Ver la ciudad en llamas, la desobediencia, los saqueos y toda la violencia que ocurri¨® despu¨¦s, con m¨¢s de 60 personas asesinadas en un par de d¨ªas, fue un momento brutal¡±.

De su experiencia en las calles esos d¨ªas se le quedaron dos ideas, afirma. ¡°La primera es que vi al mando paralizado, sin capacidad para tomar una decisi¨®n. Claramente no sab¨ªan qu¨¦ hacer. Me jur¨¦ que si alguna vez estaba en una posici¨®n de mando eso no volver¨ªa a pasar¡±. La segunda es que no vale con saber reaccionar. ¡°El Departamento sabe responder a una situaci¨®n de desorden civil. Pero eso es solo una peque?a parte. Mi objetivo en el departamento es este: estamos preparados por si las cosas no funcionan, pero empleamos la mayor parte de nuestras energ¨ªas en asegurarnos de que las circunstancias que provocan eso no vuelvan a ocurrir¡±.

Hoy somos 20% de mujeres, 45% de hispanos, 11% afroamericanos. Somos literalmente un departamento donde las minor¨ªas son mayor¨ªa

Las circunstancias en 1992 eran estas: ¡°Una parte importante de la poblaci¨®n que no confiaba en la polic¨ªa. No cre¨ªan que la polic¨ªa fuera justa y efectiva. Justicia es una palabra importante. No significa que te vayan a dar todo lo que quieres o que no te vaya a pasar nada malo. Justo significa justo. Que no te traten diferente por ser de otro pa¨ªs o por el color de tu piel. Tambi¨¦n ten¨ªamos ¨¦ramos muchos menos, unos 7.000, y el crimen era tres o cuatro veces lo que es hoy¡±. En aquel a?o hubo m¨¢s de 1.000 homicidios, hoy d¨ªa la cifra est¨¢ por debajo de 300 al a?o. Por ¨²ltimo, ¡°una polic¨ªa que no se parec¨ªa a la demograf¨ªa de la ciudad. Ten¨ªamos alrededor del 20% hispano, 9% de afroamericanos y 10% de mujeres. Hoy somos 20% de mujeres, 45% de hispanos, 11% afroamericanos. Somos literalmente un departamento donde las minor¨ªas son mayor¨ªa¡±.

Una gran prueba de la evoluci¨®n de la polic¨ªa de Los ?ngeles lleg¨® en agosto de 2014. Fue el verano de los disturbios de Ferguson, Missouri, del surgimiento de Black Lives Matter en Nueva York. Con la tensi¨®n racial llenando telediarios, una patrulla del LAPD mat¨® a tiros en un confuso suceso a un chico negro de 25 a?os con problemas mentales llamado Ezell Ford, en pleno South LA. Las cadenas de televisi¨®n locales enviaron de inmediato helic¨®pteros a la zona esperando lo peor.

Apenas unos cientos de personas se manifestaron en las mismas calles que ardieron en 1992. En los d¨ªas siguientes, Beck se present¨® en persona en el barrio para hablar con la familia y los l¨ªderes locales. En unos d¨ªas, las protestas se acabaron apagando. ¡°No pas¨® nada parecido a Ferguson o Nueva York. Creo que mucho tiene que ver con esa filosof¨ªa¡±. Beck y su antecesor crearon relaciones en las comunidades pobres de color para superar la desconfianza. ¡°Siempre va a haber incidentes. Siempre habr¨¢ polic¨ªas que no hagan lo correcto, polic¨ªas que hagan lo correcto y se les entienda mal, pasar¨¢, solo porque somos muy grandes y atendemos un mill¨®n de llamadas al a?o. No se trata de que no pasen cosas, sino de que la gente conf¨ªe en que vas a hacer lo correcto al respecto¡±.