Europa no entra en campa?a en Espa?a
Bruselas se encuentra aun profundamente anclada en la psique colectiva de los espa?oles
El 26 de junio los espa?oles vuelven a las urnas. El debate pol¨ªtico es intenso. Parece que esta vez tampoco habr¨¢ una mayor¨ªa pol¨ªtica clara y no se sabe muy bien si los aspirantes lograr¨¢n llegar a un acuerdo para formar Gobierno. Los partidos se preparan para la batalla final. Todos menos uno, que ni est¨¢ ni se le espera: el euroesc¨¦ptico. En Espa?a, a diferencia de otros pa¨ªses europeos no hay partidos que propongan romper con Europa, porque saben que este no es terreno f¨¦rtil, que aqu¨ª los ciudadanos descontentos no sue?an con una vida mejor, fuera de Europa.
Porque Bruselas se encuentra aun profundamente anclada en la psique colectiva de los espa?oles. Espa?a no entr¨® en la UE hasta 1986, apenas cinco a?os despu¨¦s del intento de golpe de Estado del coronel Tejero y apenas diez desde que muriera Francisco Franco. Formar parte de Europa fue para muchos espa?oles la confirmaci¨®n de que la democracia hab¨ªa llegado para quedarse y de que Bruselas ser¨ªa la mejor garant¨ªa. Ese sentimiento ha sufrido un cierto desgaste con el paso de los a?os ¡ªla p¨¦rdida de confianza en las instituciones europeas es notable desde 2005¡ª, pero nunca en cifras que se puedan comparar con el vibrante euroescepticismo brit¨¢nico y centroeuropeo.
Una encuesta de Ipsos alertaba este mes del riesgo de que el Brexit causara un efecto domin¨® en Europa. En Francia o Italia m¨¢s del 50% de los votantes opin¨® que deber¨ªa celebrarse un refer¨¦ndum similar en su pa¨ªs. Espa?a aparece a la cola de los Estados que anhelan una consulta como la brit¨¢nica. Casi la mitad de los espa?oles sondeados dijo querer m¨¢s Europa. Todo ello, a pesar de que Espa?a ha sufrido en los ¨²ltimos a?os una de las crisis m¨¢s devastadoras de la eurozona y de que buena parte de los ciudadanos culpa a las pol¨ªticas de austeridad procedentes de Bruselas de la debacle. Pero precisamente porque este eurocriticismo de baja intensidad empieza a prender en Espa?a y porque el vendaval eur¨®fobo no amaina en el resto de Europa, tal vez convenga considerar que quiz¨¢s la vacuna espa?ola tenga fecha de caducidad.
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