El AKP deja de ser modelo del islam pol¨ªtico por el despotismo de Erdogan
La represi¨®n y el creciente conservadurismo dinamitan la imagen de los islamistas turcos
El actual presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llegaba como primer ministro a Egipto en septiembre de 2011 en una visita oficial en la que fue recibido como una ¡°estrella del rock¡±, aclamado por sus admiradores como ¡°el h¨¦roe de las calles ¨¢rabes¡±, escrib¨ªa la revista Time. Su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) era se?alado por la comunidad internacional como un ejemplo en los pa¨ªses que se zambull¨ªan en la primavera ¨¢rabe; un modelo basado en transformar el islamismo en una ideolog¨ªa compatible con la democracia y la econom¨ªa de mercado. No en vano, en aquella ¨¦poca el AKP a¨²n optaba a unirse a la gran familia conservadora del Viejo Continente, el Partido Popular Europeo, meta que abandon¨® ¨Cpues nunca le dejaron pasar del estatus de observador- para afiliarse a la Alianza Europea de Conservadores y Reformistas junto al Partido Conservador brit¨¢nico y al PiS polaco.
El AKP, que gobierno Turqu¨ªa desde 2002, elegir¨¢ hoy como l¨ªder Binali Yildirim, fiel compa?ero de Erdogan y pr¨®ximo primer ministro. Para mantenerse en el poder, el AKP y Erdogan se han visto obligados a recurrir a una represi¨®n cada vez mayor lo que ha terminado por dinamitar la imagen de los islamistas turcos en el exterior. Parad¨®jicamente, sostiene Cihan Tugal en su libro The Fall of the Turkish Model (La ca¨ªda del modelo turco), este comenz¨® a declinar a ra¨ªz de las revueltas ¨¢rabes en las que el AKP quer¨ªa influir, puesto que la extensi¨®n de estos levantamientos a otras zonas del mundo ¨Ca Turqu¨ªa en forma de las revueltas de Gezi de 2013- hicieron estallar las contradicciones del islamismo neoliberal. De hecho, ¡°algunos islamistas ¨¢rabes que conocen bien las pol¨ªtica turca, critican el creciente autoritarismo de Erdogan y ya no siente que el AKP sea un modelo¡±, asegura Monica Marks, investigadora de la Universidad de Oxford. Esta experta en movimientos islamistas a?ade que la mayor¨ªa de los partidos de este corte ideol¨®gico se fijan en c¨®mo era el AKP en la d¨¦cada de los 2000 y ¡°a¨²n lo ven como el partido de orientaci¨®n isl¨¢mica que m¨¢s ¨¦xito ha tenido en la regi¨®n¡±. Lo cual, guste m¨¢s o menos, resulta incuestionable.
A medida que se ha consolidado en el poder, el AKP ha incrementado su influencia conservadora en todos los aspectos de la vida, desde los servicios sociales a la educaci¨®n. El propio Erdogan ya dej¨® claro hace un par a?os que el fin de su mandato es crear ¡°una generaci¨®n p¨ªa¡± lo que a la postre le ha llevado a enfrentarse, cuanto menos, a la mitad de la sociedad turca. Es uno de los ejemplos que utilizan sus adversarios laicos para recordar que ellos avisaron desde el inicio de que el AKP siempre mantuvo ¡°una agenda oculta¡± para islamizar el pa¨ªs. En cambio, hay quienes opinan, especialmente entre los intelectuales liberales que antes apoyaron al AKP, que el problema no es el partido en s¨ª ¨Cdonde hay personas de verdadero talante democr¨¢tico, como G¨¹l- sino el que Erdogan, cuyo car¨¢cter es m¨¢s autoritario, se haya hecho con el absoluto dominio del partido y el Gobierno.
El origen del AKP hay que buscarlo en la generaci¨®n de los denominados renovadores llegada, a mediados de la d¨¦cada de 1980, a ciertos puestos de mando del movimiento islamista turco, encarnado entonces por el Partido del Bienestar (Refah), que entonces dirig¨ªa Necmettin Erbakan. ¡°Los renovadores no eran menos islamistas que Erbakan. Al contrario, estaban influidos por los nuevos vientos del islam pol¨ªtico: la revoluci¨®n iran¨ª, por ejemplo. Pero al mismo tiempo eran m¨¢s modernos en cuanto a metodolog¨ªa¡±, explica el experto Rusen ?akir. Fue esta generaci¨®n, de la que formaban parte Erdogan, Abdullah G¨¹l o B¨¹lent Arin?, la que, cuando los islamistas fueron desalojados del poder por los militares y su partido ilegalizado por los jueces, se dieron cuenta de que jam¨¢s se les permitir¨ªa gobernar si no modificaban su l¨ªnea.
As¨ª naci¨® el AKP, un partido que s¨®lo un a?o despu¨¦s de fundarse y, eso s¨ª, en medio de una fort¨ªsima crisis financiera, se hac¨ªa con el poder en las elecciones de 2002, a las que acud¨ªa con un programa pol¨ªtico ¡°que no era el de un partido islamista, sino una combinaci¨®n de liberalismo, socialdemocracia y globalismo¡±, apunta el experto ?akir. Y una apuesta decidida por la entrada en la Uni¨®n Europea. Bruselas, desde luego, fue de las que m¨¢s aplaudi¨® los primeros a?os del AKP, en los que las reformas sociales, pol¨ªticas y econ¨®micas llevaron a un clima de libertad no visto en mucho tiempo. Ca¨ªan los tab¨²es ¨Cse hablaba de la cuesti¨®n kurda, del genocidio armenio o de reducir la influencia de los militares- y al AKP se sumaban figuras de la derecha laica, intelectuales liberales, miembros de las minor¨ªas religiosas y ¨¦tnicas e incluso pol¨ªticos socialdem¨®cratas.
¡°El AKP dej¨® de ser un movimiento islamista. Redefini¨® su ideolog¨ªa como democracia conservadora y no hizo referencia al islam en sus declaraciones oficiales. Erdogan ha se?alado varias veces su compromiso con el laicismo e incluso dijo a los Hermanos Musulmanes en Egipto que deb¨ªan aceptarlo¡±, explica una fuente cercana al partido que no desea ser nombrada: ¡°Pero eso no significa que dentro del AKP, sus miembros, no sean islamistas. Sus fundadores son p¨ªos musulmanes¡±.
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