La CIDH teme que los Estados aprovechen su crisis para controlarla
El jefe de la OEA propone un fondo directo de los pa¨ªses para salvar al organismo de DD HH
La Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) teme un d¨¦j¨¤ vu. No hace tanto ¡ªmenos de tres a?os¡ª que logr¨® impedir un largo esfuerzo instigado por los pa¨ªses del ALBA, especialmente Ecuador y Venezuela, para restarle independencia y fuerza al organismo que, con sus se?alamientos en materia de derechos humanos, se ha vuelto m¨¢s que inc¨®modo para muchos gobiernos de Am¨¦rica Latina. La crisis en que se halla sumida por la falta de fondos amenaza con hacerla de nuevo susceptible de intentos por controlar las tareas del organismo laureado a nivel mundial precisamente por esa independencia que molesta a otros.
La plana mayor de la CIDH present¨® este mi¨¦rcoles ante el Consejo Permanente de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) el informe en el que advierte que, si los pa¨ªses miembro no empiezan a dar los fondos comprometidos, tendr¨¢ que despedir a casi la mitad de sus 78 trabajadores, adem¨¢s de recortar o suspender buena parte de sus actividades fundamentales.
Lo que inquiet¨® a la Comisi¨®n no fue tanto el silencio de pa¨ªses abiertamente cr¨ªticos como Ecuador, Venezuela o Nicaragua, que ni se pronunciaron, sino las advertencias veladas que emitieron otros Estados clave para su subsistencia pero que, entre promesas de respaldo, dejaron entrever que su apoyo no ser¨¢ incondicional.
Dos pesos pesados de la organizaci¨®n como son Chile y Argentina declararon abiertamente que consideran que el problema de la CIDH, ante todo, ¡°no es financiero, sino pol¨ªtico¡± y pidieron un ¡°debate profundo¡± que incluya cuestiones como la transparencia o la necesidad de un ¡°enfoque desideologizado¡± del organismo.
El m¨¢s expl¨ªcito fue sin embargo el nuevo embajador mexicano ante la OEA, Luis Alfonso de Alba G¨®ngora, que no solo cuestion¨® la imparcialidad de la Comisi¨®n, sino que hasta lleg¨® a sugerir como medida de ahorro un traslado de su sede a Costa Rica, antiguo reclamo de los pa¨ªses que trataron en los ¨²ltimos a?os de forzar cambios del organismo.
¡°Hay que preguntarse por qu¨¦ la Comisi¨®n ha venido recibiendo de menos en menos recursos financieros, hay que preguntarse por qu¨¦ algunos han perdido la confianza o han dudado de la eficacia del sistema y hay que tomar medidas correctivas¡±, dijo el flamante embajador mexicano. De Alba lleg¨® a la OEA tras el enfrentamiento que ha mantenido el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en el caso Ayotzinapa, coordinados por la CIDH y a los que M¨¦xico decidi¨® no renovar mandato.
Seg¨²n el embajador mexicano, la CIDH necesita ciertas ¡°medidas correctivas¡± para garantizar una ¡°mayor transparencia y certidumbre en su actuar¡±, as¨ª como revisar una ¡°cierta selectividad en el tratamiento de algunos casos o denuncias¡±.
"Se debe combatir toda imagen o percepci¨®n, correcta o incorrecta, de parcialidad o de politizaci¨®n de algunos de los casos¡±, subray¨®. Todo esto contribuir¨¢, continu¨®, a mejorar la ¡°imagen p¨²blica¡± de la CIDH, lo que a su vez ¡°redundar¨¢ en un mayor apoyo econ¨®mico¡±, confi¨®.
El secretario ejecutivo de la CIDH, el tambi¨¦n mexicano Emilio ?lvarez Icaza, no ocult¨® tras la sesi¨®n su preocupaci¨®n por este tipo de declaraciones que, advirti¨®, ¡°parecieran querer reabrir por la puerta de atr¨¢s una discusi¨®n que ya ha quedado superada¡±.
¡°La Comisi¨®n siempre est¨¢ en ¨¢nimo de fortalecer su trabajo, pero lo que no quisi¨¦ramos es que esto fuera un mecanismo de amenaza de que viene un proceso de ajuste o de, otra vez, abrir por la puerta de atr¨¢s una discusi¨®n sobre sus atribuciones¡±, declar¨® a periodistas. ¡°Ya vivimos tres a?os de este llamado proceso de fortalecimiento que, en mi lectura, pareci¨® m¨¢s bien de debilitamiento¡±, insisti¨®.
Durante la sesi¨®n, solo Panam¨¢, Costa Rica y Antigua y Barbuda se comprometieron p¨²blicamente a contribuir con algunos fondos. ?lvarez Icaza confirm¨® que tambi¨¦n Canad¨¢ y Uruguay se han puesto en contacto con la CIDH para realizar contribuciones.
La CIDH solo recibe un 6% del presupuesto de la OEA, que le alcanza para financiar apenas la mitad de sus gastos. Eso le hace, en gran medida, dependiente de las contribuciones ¡°voluntarias¡±.
Algunos pa¨ªses clave dejaron de contribuir por disputas con la Comisi¨®n, como fue el caso de Brasil, que no ha vuelto a pagar desde que la CIDH emiti¨® en 2011 medidas cautelares a favor de comunidades ind¨ªgenas afectadas por la construcci¨®n de la presa de Belo Monte, un proyecto estrella del Gobierno de Dilma Rousseff. Aunque el embajador mexicano se preci¨® hoy ser el pa¨ªs latinoamericano que m¨¢s dinero ha aportado a la CIDH, dos millones de d¨®lares en los dos ¨²ltimos a?os, resalt¨®, no aclar¨® que ese dinero fue destinado exclusivamente a la financiaci¨®n del GIEI para su pa¨ªs. Despu¨¦s de 2014, M¨¦xico no realiza los pagos voluntarios de hasta medio mill¨®n de d¨®lares que, efectivamente, le pon¨ªan a la cabeza de los donantes, solo superado por Estados Unidos.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, propuso como soluci¨®n que el sistema interamericano de derechos humanos ¡ªconformado por la CIDH y la Corte Interamericana de Derechos Humanos¡ª presente en la Asamblea General del organismo, a mediados de junio en Rep¨²blica Dominicana, una propuesta para crear un fondo directo de los Estados que garantice su autonom¨ªa financiera e independencia.
La iniciativa fue bien recibida por los directivos de la CIDH, que prometieron tener lista una propuesta en este sentido para esa fecha.
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