Argelia afronta una dif¨ªcil transici¨®n con menguantes recursos
Un presidente sin presencia p¨²blica se resiste a adoptar medidas impopulares para reformar una econom¨ªa de subsidios golpeada por la crisis del petr¨®leo
Las ruinas romanas de Tipasa, a 70 kil¨®metros de Argel, tienen todo lo necesario para que los autobuses de turistas extranjeros hagan cola a la entrada. Las aguas del Mediterr¨¢neo llegan cristalinas a los pies de las avenidas milenarias y sigue siendo ¡°la ciudad de los veranos¡± donde Albert Camus conoci¨® la felicidad de joven.?Pero la ma?ana del lunes 6 de junio, primer d¨ªa de Ramad¨¢n, no hab¨ªa ni un solo turista entre las columnas, ni argelino ni extranjero. El dato nunca ha preocupado al Gobierno porque Argelia casi alardeaba de no necesitar el turismo. Pero la crisis ocasionada por el petr¨®leo est¨¢ obligando a replantearse muchas cosas.
El profesor de turco Benafri Chakib se pasea por la Casba o barrio antiguo de Argel y lamenta la mugre de sus calles, la falta de hoteles, de infraestructuras para acoger turistas. ¡°Aunque ahora vivamos en una econom¨ªa de mercado, la mentalidad que tenemos los argelinos sigue siendo la de los a?os setenta. Seguimos confiando en Pap¨¢ Estado. Trabajes o no trabajes, aqu¨ª todos somos funcionarios, siempre te va a llegar una peque?a subvenci¨®n que te permitir¨¢ subsistir. En los a?os setenta la gente hac¨ªa cola como en Rusia para conseguir un kilo de carne. Si el Estado tra¨ªa lechuga com¨ªas lechugas. La diferencia es que entonces hab¨ªa una sola marca de aceite y ahora hay doce. Pero la mentalidad sigue siendo la misma, no hay iniciativa privada¡±.
Hasta ahora, al Estado le bastaba con explotar una industria petrolera y gas¨ªstica de donde sale el 55% del gas que consume Espa?a; una industria que sigue proporcionando al pa¨ªs el 97% de sus ingresos por exportaciones y que le permite no endeudarse con el exterior. A Argelia le bast¨® con explotar sus pozos para convertirse en la segunda potencia militar de ?frica, seg¨²n el informe del centro de an¨¢lisis Global Fire Power (GFP), solo por detr¨¢s de Egipto y seis puestos por delante de Marruecos.
Pero ahora, tras el derrumbe de los precios del petr¨®leo, el Gobierno pretende hacer todo lo que no ha hecho durante una d¨¦cada de vacas gordas: reducir las importaciones, desarrollar el turismo nacional y ponerle el cascabel al gato de las subvenciones; es decir, recortar las generosas ayudas a la vivienda, la energ¨ªa y los alimentos b¨¢sicos. Ya hubo una subida en enero del 20% en el combustible y tambi¨¦n en la electricidad. Pero el tanque de un coche se puede llenar con el equivalente a ocho euros. Y todo el mundo coincide en que es preciso reducir los gastos y desarrollar industrias ajenas al petr¨®leo y el gas.
Desde junio de 2014, cuando el barril de petr¨®leo Brent costaba 98 euros, hasta hoy que cuesta 44, Argelia ha sufrido una bajada del 70% en los ingresos provenientes de los hidrocarburos. Tan solo en un a?o el pa¨ªs pas¨® de ingresar 53.000 millones de euros en 2014 a 31.000 a finales de 2015. El petr¨®leo es la principal fuente de divisas del pa¨ªs y los hidrocarburos suponen el 95% de todas las ventas en el exterior. El Gobierno asegura que a¨²n tiene reservas de divisas suficientes para soportar este desplome durante tres a?os. Pero, de momento, el presidente, Abdelaziz Buteflika, ha optado por destituir el pasado 31 de mayo al presidente del Banco Central, Mohamed Laksaci. Pero tal vez esa sea la m¨¢s sencilla de las medidas que Buteflika podr¨ªa adoptar.
El resto de las reformas (reducci¨®n de subvenciones e industrializaci¨®n del pa¨ªs) deber¨¢ afrontarlas un presidente de 79 a?os, Abdelaziz Buteflika, que apenas comparece en p¨²blico desde que sufri¨® un infarto cerebral en 2013, que no viaja por el interior del pa¨ªs y que solo vuela al extranjero para someterse en Francia a cuidados m¨¦dicos de cuyos diagn¨®sticos nada trasciende.
Trabajes o no trabajes, siempre te va a llegar una peque?a subvenci¨®n que te permitir¨¢ subsistir
Benafri Chakib, profesor de turco
¡°Cada vez se hace m¨¢s necesario aplicar medidas econ¨®micas¡±, se?ala una fuente diplom¨¢tica que solicita el anonimato, ¡°y esas medidas solo las puede tomar quien vaya a ser candidato a presidente para 2019. Ahora mismo no se sabe qui¨¦n va a suceder a Buteflika, pero no debe tardar mucho en conocerse¡±.
Todas las fuentes consultadas coinciden en se?alar que al menos hasta hace un a?o Buteflika era capaz de sostener encuentros de una hora con delegaciones extranjeras. Su cansancio era notable, su esfuerzo por expresarse, tambi¨¦n. Pero aunque hablaba con una lentitud exasperante no le gustaba que lo interrumpieran. Ahora se desconoce cu¨¢ntas horas pasa consciente al cabo del d¨ªa. Y se desconoce tambi¨¦n si estar¨¢ preparando su sucesi¨®n o incluso si pretende aspirar a un quinto mandato a partir de 2019.
¡°Eso seguro que no¡±, afirma Mustaf¨¢ Farouk Sentini abogado designado en su d¨ªa por el propio Buteflika como presidente de la Comisi¨®n de Promoci¨®n y Protecci¨®n de los Derechos del Hombre. ¡°Yo deseo que el presidente termine este mandato. Pero ¨¦l ha conseguido que las instituciones sean fuertes y seguro que a partir de 2019 le suceder¨¢ otra persona sin ning¨²n problema¡±.
El problema es que no se atisba nadie con la ascendencia de Buteflika, a quien muchos argelinos siguen viendo como el hombre que trajo paz y prosperidad despu¨¦s de diez a?os de enfrentamientos en los noventa con m¨¢s de 100.000 v¨ªctimas. El abogado Abderram¨¢n Lakrouz apunta: ¡°Desde que ganamos la guerra de la independencia en 1962, a nosotros siempre nos han gobernado pol¨ªticos que ten¨ªan la legitimidad de haber liberado al pa¨ªs. Ahora, nadie puede valerse de esa legitimidad¡±.
Entre tanta incertidumbre, no faltan algunas voces optimistas. Touati Omar, propietario a sus 40 a?os del caf¨¦ Moon Live, cree que la sucesi¨®n est¨¢ siendo bien controlada. ¡°El poder tiene un plan. No s¨¦ en qu¨¦ consiste, nadie lo conoce, pero seguro que hay un plan¡±.
Mientras tanto, la vida en Argelia discurre con los pulsos de poder y las pu?aladas que siempre hubo en las altas esferas. La diferencia es que ahora son m¨¢s transparentes que nunca. Buteflika o su clan ha conseguido desmantelar la c¨²pula del poderoso Departamento de Inteligencia y Seguridad (DRS, por sus siglas en franc¨¦s). El general Mohamad Mediene, alias Tawfik, el que fuera durante 25 a?os m¨¢ximo responsable de los servicios secretos, fue destituido en septiembre. Ahora, el pulso lo mantiene Buteflika o su clan con el multimillonario, Issad Rebrab, de 71 a?os, due?o de Cevital, el primer grupo privado del pa¨ªs.
El grupo de Rebrab tiene negocios en el sector agro alimentario, del autom¨®vil, siderurgia y los medios. Y ah¨ª es donde el Gobierno ha puesto el freno a quien hasta hoy mismo vivi¨® en perfecta armon¨ªa con el poder. Rebrab posee desde 1992 el diario franc¨®fono Libert¨¦, pero en abril compr¨® el diario en ¨¢rabe El Khabar, segundo m¨¢s le¨ªdo del pa¨ªs. Tres semanas despu¨¦s, el ministerio de Comunicaci¨®n denunci¨® la compra ante la justicia. Y el asunto sigue en los tribunales.
Al poder, que es como conocen los argelinos al presidente y su entorno, le resulta m¨¢s f¨¢cil luchar contra el hombre m¨¢s rico del pa¨ªs que subir de nuevo el precio del pan.
¡°Los jueces se acostumbraron a no ser independientes¡±
El abogado Mustaf¨¢ Farouk Sentini, designado en su d¨ªa por el propio Buteflika como presidente de la Comisi¨®n de Promoci¨®n y Protecci¨®n de los Derechos del Hombre, pide paciencia con su pa¨ªs. ¡°Los derechos humanos son una cultura y expandirlos requiere tiempo. Desde el exterior se puede pensar que es f¨¢cil instalar una democracia y los derechos del hombre, pero es extremadamente dif¨ªcil. Aqu¨ª estamos haciendo progresos. Pero, a menuda, Europa nos juzga con demasiada severidad si se compara, por ejemplo, con el trato que da a Marruecos. En vez de condenarnos sistem¨¢ticamente deber¨ªa animarnos, como se hace con un alumno cuando trabaja¡±.
Para Sentini, el principal problema del pa¨ªs es la independencia de la justicia. ¡°Los magistrados han cogido la costumbre de no comportarse de forma independiente¡±.
Varios periodistas consultados con este diario se quejaban del inmenso poder que ha tenido hasta ahora los servicios de informaci¨®n, el Departamento de Inteligencia y Seguridad (DRS, por sus siglas en franc¨¦s), considerado un Estado dentro del Estado. ¡°EL DRS quitaba y pon¨ªa jueces, ten¨ªa una persona en cada ministerio que mandaba m¨¢s que el ministro y actuaron durante 25 a?os al margen de la ley¡±.
Sentini justifica ese poder de los servicios secretos. ¡°El DRS estaba en todas partes porque el terrorismo estaba en todas partes. Su misi¨®n era defender al pa¨ªs, como la CIA defiende a Estados Unidos, y creo que lo ha hecho de forma muy positiva. Es cierto que necesitaba modernizarse, porque este pa¨ªs tambi¨¦n ha cambiado mucho en 25 a?os y por eso el presidente ha renovado su c¨²pula. Pero gracias a esos servicios el terrorismo no ha podido vencer al Estado¡±.
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