El diputado alem¨¢n de padres turcos que enfurece a Erdogan

?¡°A veces aparece gente con la sangre podrida, pero nuestro pa¨ªs sabe darles la lecci¨®n que se merecen¡±, clam¨® Recep Tayyip Erdogan la semana pasada. Por si cab¨ªan dudas, el jefe del Estado turco apunt¨® contra los ¡°miembros del Parlamento alem¨¢n que acusan a su propio pa¨ªs de genocidio¡±. En este ¨²ltimo grupo destaca ?zdemir, el principal impulsor de la resoluci¨®n con la que el Bundestag conden¨® el 2 de junio las matanzas estimadas en mill¨®n y medio de armenios cometidas hace un siglo por el Imperio Otomano.

Nacido al sur de Alemania en 1965, ?zdemir representa a la generaci¨®n de los hijos de los "trabajadores invitados" -el t¨¦rmino de entonces para los inmigrantes, que parec¨ªa llevar impl¨ªcita la idea de que volver¨ªan a su pa¨ªs cuando la invitaci¨®n caducara- que tuvieron que romper techos de cristal para llegar a puestos de responsabilidad. ?l lo hizo en 1994 al convertirse en el primer diputado de origen extranjero; y en 2008 cuando accedi¨® a la copresidencia de Los Verdes. ?zdemir ascendi¨® haciendo de su propia biograf¨ªa material pol¨ªtico: ha escrito sobre la sociedad multicultural alemana; y ¨²ltimamente ha destacado en sus ataques contra el grupo xen¨®fobo de Pegida.

Antes de lograr que el texto sobre el drama armenio saliera adelante, ?zdemir era consciente de que se estaba metiendo en un buen l¨ªo. Sab¨ªa la indignaci¨®n que genera la palabra ¡°genocidio¡± en los gobernantes de Turqu¨ªa, pa¨ªs heredero de los otomanos. Pero no contaba con que Erdogan fuera tan lejos y le atacara personalmente a ¨¦l y a los otros diez diputados turco-alemanes, a los que el Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda ahora no viajar a su pa¨ªs de origen.

¡°Erdogan demuestra que no comprende nuestra democracia. No entiende que el Bundestag pueda tomar una decisi¨®n sin el visto bueno del Gobierno. Ni que los diputados de origen turco respondemos ante todos los ciudadanos alemanes", asegura. El l¨ªder verde se lamenta por la deriva autoritaria del r¨¦gimen y constata c¨®mo los amigos y familiares que le quedan en el pa¨ªs se plantean si abandonarlo o pasar a una oposici¨®n cada vez m¨¢s inc¨®moda.

Las menciones de Erdogan a la impureza de la sangre de ?zdemir y de los otros diez "traidores" han ca¨ªdo como una bomba en Alemania. ¡°Nunca habr¨ªa cre¨ªdo posible que un presidente democr¨¢tico del siglo XXI pudiera criticar a diputados poniendo en duda sus or¨ªgenes¡±, dijo con gesto grave el presidente del Bundestag, el democristiano Norbert Lammert. A pocos metros, la canciller Angela Merkel aplaud¨ªa, en un gesto totalmente inusual. Respond¨ªa as¨ª al n¨²mero creciente de voces que le critican su complacencia con el l¨ªder turco.

¡°Merkel se desentendi¨® de las relaciones con Ankara durante los diez primeros a?os de su mandato. Y ahora, con la crisis de refugiados, se deja chantajear. Nadie espera que se una a los manifestantes en Estambul, pero cuando viaja Turqu¨ªa podr¨ªa verse con l¨ªderes opositores o periodistas cr¨ªticos¡±, contin¨²a ?zdemir, padre de dos hijos fruto de su matrimonio con una periodista argentina, fan de la serie El show de Larry David, y, como mandan los c¨¢nones de su partido, vegetariano convencido.

Tras un periodo como eurodiputado en el que pag¨® el peaje por un cr¨¦dito dudoso y por usar millas a¨¦reas obtenidas en viajes oficiales, ?zdemir volvi¨® a Berl¨ªn victorioso para coliderar Los Verdes, un partido que por sus estatutos ha de estar dirigido por un hombre y una mujer.

Los decepcionantes resultados de las elecciones de 2013 reforzaron al sector moderado, al que ¨¦l representa, defensor de un Gobierno en coalici¨®n con los democristianos de Merkel tras las elecciones del pr¨®ximo a?o. La batalla con Erdogan llega en un momento crucial. ?Se ver¨ªa como ministro de Asuntos Exteriores negociando con su hom¨®logo turco tras lo ocurrido? En su equipo prefieren no responder a la pregunta. Aducen que una cosa no tiene nada que ver con la otra.