Un ind¨ªgena es asesinado en Brasil en un enfrentamiento por tierras

Clodiode Aquileu Rodrigues de Souza, un ind¨ªgena de las etnias guaran¨ª-kaiow¨¢ de 26 a?os, es la v¨ªctima fatal m¨¢s reciente del conflicto por tierras que se ha recrudecido en los ¨²ltimos a?os en el Estado brasile?o de Mato Grosso do Sul (sur del pa¨ªs). El trabajador sanitario ind¨ªgena muri¨® el pasado martes despu¨¦s de que un grupo de terratenientes rodeara una hacienda que hab¨ªa sido ocupada dos d¨ªas antes por ind¨ªgenas que la reivindicaban. Cinco personas, entre ellas un ni?o de 12 a?os, resultaron heridos por arma de fuego, seg¨²n el hospital donde est¨¢n ingresados. El episodio ocurre menos de un a?o despu¨¦s de la muerte de otro ind¨ªgena de la misma etnia, Semi?o Fernandes Vilhalva, de 24 a?os, en circunstancias parecidas y en la misma regi¨®n.

Casi 300 ind¨ªgenas hab¨ªan entrado el pasado domingo por la tarde en la hacienda Yvu, en la localidad de Caarap¨®, a 273 kil¨®metros de la capital, Campo Grande, para emprender una "retomada", expresi¨®n de los indigenistas para definir la ocupaci¨®n de un ¨¢rea que perteneci¨® a sus antepasados. Montaron tiendas de campa?a en la propiedad, de 490 hect¨¢reas dedicadas al cultivo de soja y la ganader¨ªa. La ma?ana del martes, "m¨¢s de 200 furgonetas y coches", seg¨²n Elson Canteiro Gomes, l¨ªder ind¨ªgena local, llegaron a la zona y se dividieron en dos grupos. "Nos rodearon y empezaron a disparar. Muchos ten¨ªan armas de fuego y armas de balas de goma", asegura. Los ind¨ªgenas reaccionaron lanzando flechas y huyeron.

A Clodione lo alcanzaron dos disparos mientras escapaba, seg¨²n Elson Canteiro. Muri¨® de camino al hospital. Josiel Benites, de 12 a?os, que result¨® herido en el abdomen, y otros dos j¨®venes ind¨ªgenas tuvieron que ser operados, y dos hombres m¨¢s resultaron heridos leves. El mi¨¦rcoles por la tarde todos estaban estables, seg¨²n el Hospital da Vida, al que fueron trasladados. Ning¨²n hacendado result¨® herido.

Fuentes de los terratenientes aseguran que solo lanzaron petardos. Genivaldo Dias da Silva, superintendente del Hospital da Vida, est¨¢ "completamente seguro" de que todas las heridas son por armas de fuego. Los ind¨ªgenas le contaron que los enga?aron para que se acercaran a los coches. "Su versi¨®n es que los llamaron para dar una entrevista y cuando llegaron oyeron una r¨¢faga de balas", explica. La Polic¨ªa Federal no ha querido responder a las preguntas de EL PA?S. El Ministerio de Justicia tampoco ha explicado por qu¨¦ no hab¨ªa seguridad en la zona, ya que se hab¨ªan producido conflictos en los ¨²ltimos dos d¨ªas. En un comunicado, solo inform¨® que desplaz¨® efectivos a la regi¨®n, tras la petici¨®n del Gobierno local.

La hacienda Yvu pertenece a Silvana Amado Buainain, hija del terrateniente Sylvio Mendes Amado, fallecido en 2014 a los 95 a?os. ?l fue uno de los fundadores de la Federaci¨®n de Agricultura y Ganader¨ªa de Mato Grosso do Sul (Famasul), una de las principales asociaciones de ganaderos del pa¨ªs, que mediante un comunicado culp¨® al "callej¨®n sin salida en que se encuentra la cuesti¨®n agraria en Mato Grosso do Sul, desde hace d¨¦cadas, y a la necesidad de que el Gobierno Federal encuentre una soluci¨®n efectiva".

Jos¨¦ Armando Cerqueira Amado, hermano de Silvana, explic¨® a EL PA?S que ella vive en la capital, y que los empleados de la hacienda la avisaron de que los ind¨ªgenas hab¨ªan entrado en su propiedad. El lunes Silvana present¨® una queja en comisar¨ªa. El martes por la ma?ana lleg¨® a la finca con su marido y un grupo de hacendados locales, seg¨²n Amado. "Los ind¨ªgenas estaban all¨ª y se produjo una discusi¨®n. Los terratenientes lanzaron petardos y los ind¨ªgenas huyeron hacia la aldea que linda con la hacienda", afirma. "Resultaron heridos en el territorio de la aldea y no la propiedad de mi hermana. No sabemos qu¨¦ ocurri¨® all¨ª [en la aldea]. Lo que sabemos es que no hab¨ªa ning¨²n productor rural armado, ni siquiera con armas de balas de goma. Solo ten¨ªan petardos", a?adi¨®.?

Proceso de demarcaci¨®n

La hacienda Yvu forma parte de un ¨¢rea de 55.590 hect¨¢reas que est¨¢ en proceso de demarcaci¨®n desde 2007. El pasado 12 de mayo, d¨ªa en que la presidenta Dilma Rousseff fue apartada de la Presidencia, la Fundaci¨®n Nacional del Indio (Funai) firm¨® el informe de delimitaci¨®n. Se trata de la segunda etapa para crear una tierra ind¨ªgena en Brasil, que despu¨¦s debe ser demarcada por el Ministerio de Justicia y homologada por la Presidencia.

Seg¨²n el informe, que presenta las conclusiones de antrop¨®logos, los guaran¨ªes-kaiow¨¢ que viv¨ªan en la zona empezaron a ser expulsados en 1882 para cultivar hierba mate. A principios del siglo XX se intensific¨® el proceso de expulsi¨®n, cuando el Gobierno brasile?o empez¨® a vender las tierras para construir haciendas. Los ind¨ªgenas de las dos etnias fueron reubicados en ocho peque?as reservas, distribuidas por todo el Estado, donde encontraron dificultades para mantener su modo de vida, basado en el cultivo de tierras. Con el paso de los a?os, la poblaci¨®n de esas reservas fue creciendo y el territorio se fue quedando peque?o. Fue entonces cuando los ind¨ªgenas empezaron a reivindicar sus tierras tradicionales.

El problema es que muchos de esos lugares ya hab¨ªan sido vendidos a propietarios rurales, que hoy tienen la titularidad de las tierras, lo que crea un callej¨®n sin salida. Cuando un estudio identifica una Tierra Ind¨ªgena, el Gobierno federal tiene que expropiar el ¨¢rea, pero solo puede indemnizar a los propietarios por las mejoras realizadas, como inmuebles y plantaciones. El valor de la tierra propiamente dicha no entra en la cuenta, porque se reconoce que era originalmente de los ind¨ªgenas y, por lo tanto, el Gobierno no la puede comprar. Los hacendados no lo aceptan. "No podemos corregir un error hist¨®rico cometiendo otro error hist¨®rico. ?C¨®mo se le puede quitar la tierra a alguien que la posee?", pregunta Jos¨¦ Amando Cerqueira, que afirma que su padre compr¨® la hacienda Yvu en 1962.

Este callej¨®n sin salida genera conflictos. Por un lado, los ind¨ªgenas, cansados de esperar una decisi¨®n y muchas veces viviendo en situaci¨®n precaria, deciden retomar las tierras, algunas ya con el proceso de demarcaci¨®n avanzado. Por el otro, los productores rurales no aceptan perder las tierras sin recibir el valor completo de la indemnizaci¨®n. ?ltimamente, sin ninguna soluci¨®n en el horizonte, el Estado de Mato Grosso do Sul se ha convertido en el escenario de muchas muertes. A finales de agosto de 2015, el ind¨ªgena Semi?o Fernandes Vilhalva, de 24 a?os, fue asesinado con un tiro en la cabeza en un ¨¢rea retomada en el municipio de Antonio Jo?o, despu¨¦s de que algunos terratenientes intimidaran a los ind¨ªgenas. En 2013, el l¨ªder ind¨ªgena Ambr¨®sio Vilhalva, de 52 a?os, tambi¨¦n fue asesinado a pu?aladas en un ¨¢rea retomada cerca de Dourados. En 2011, al cacique N¨ªsio Gomes, de 59 a?os, lo rodearon un grupo de hombres armados y lo mataron a tiros, tambi¨¦n tras entrar en un ¨¢rea en litigio.

Los ind¨ªgenas afirman que no retroceder¨¢n. "Nuestro futuro depende de nuestro territorio, de nuestra tierra. Vamos a retomar cada vez m¨¢s tierras, porque estamos cansados de esperar. Hemos adoptado esta postura y hemos decidido que esta es nuestra ¨²nica salida", dice Gomes, el l¨ªder del ¨¢rea donde se encuentra Yvu.

La ONG Survival International, que defiende los derechos ind¨ªgenas en el mundo, afirm¨® mediante un comunicado que el ataque posiblemente forma parte de la "escaldada de intentos por parte de poderosos intereses del negocio agropecuario, estrechamente relacionados con el Gobierno interino [de Michel Temer], de expulsar ilegalmente a los guaran¨ªes de su tierra ancestral e intimidarlos con actitudes racistas y violencia genocida".

El Instituto Socioambiental (ISA), organizaci¨®n brasile?a que lucha por cuestiones medioambientales, culp¨® a terratenientes y sicario. "Se trata de otro asesinato perpetrado por milicias privadas en Mato Grosso do Sul, donde existe uno de los mayores ¨ªndices de concentraci¨®n de latifundios de Brasil, que, a su vez, es el pa¨ªs con la segunda mayor tasa de concentraci¨®n de latifundios del mundo, superado ¨²nicamente por Sud¨¢frica". El Consejo Indigenista Misionario (CIMI), que calific¨® lo sucedido de "masacre" y acci¨®n "paramilitar" asegura que recientemente ha registrado al menos 25 casos parecidos en el Estado.