Virginia Raggi ser¨¢ la nueva alcaldesa de Roma

El toque de atenci¨®n es serio. Matteo Renzi, el joven alcalde de Florencia que en 2013 se hizo con el Gobierno para acabar con los viejos vicios de la pol¨ªtica italiana, es ya considerado por un sector del electorado como parte de la plaga que vino a combatir. El flamante primer ministro que en las europeas de 2014 logr¨® el 40,8% de los votos, se ha mostrado ahora incapaz de ayudar a sus candidatos a conseguir las principales alcald¨ªas.

El castigo sufrido por el PD en Roma es hist¨®rico. Virginia Raggi, la candidata del partido contra la casta fundado por Beppe Grillo en 2009, dobl¨® en votos ¨Centre el 64%y el 68%-- al izquierdista Roberto Giachetti ¨Centre el 32% y el 36%--, quien se apresur¨® a felicitar a la ganadora y asumir todo el peso de la derrota. Pero el varapalo del partido de Renzi no qued¨® ah¨ª. La mayor sorpresa se produjo en Tur¨ªn, donde la candidata del M5S en Tur¨ªn, que en la primera vuelta hab¨ªa quedado 11 puntos por debajo del actual alcalde, Piero Fassino, alcanz¨® en la segunda el 54,6% de los votos, por el 45,4% de su rival.

En Mil¨¢n, sin embargo, el candidato del PD, Giuseppe Sala, mantuvo su ventaja sobre el candidato patrocinado por Forza Italia y la Liga Norte, Stefano Parisi. Donde no hab¨ªa duda era en N¨¢poles, donde el actual alcalde, Luigi De Magistris, apoyado por listas c¨ªvicas, arras¨® a su adversario, el candidato del centroderecha, Alberto Lettieri. En Bolonia, basti¨®n hist¨®rico de la izquierda italiana, el candidato del PD, Virginio Merola, logr¨® vencer con un 54,69% de los votos a Lucia Borgonzoni, de Forza Italia y la Liga Norte, que obtuvo el 45,31%. Si a todos estos datos se a?ade que, de los 8,6 millones de italianos que estaban llamados a renovar las alcald¨ªas de 126 municipios, solo vot¨® el 54%, alrededor de 11 puntos menos que en la primera vuelta, queda patente la creciente desafecci¨®n por la pol¨ªtica en general y por los partidos tradicionales en particular que se registra en Italia.

Durante los ¨²ltimos d¨ªas, Matteo Renzi ha intentado restar importancia al tropez¨®n sufrido por el Partido Democr¨¢tico (PD) en la primera vuelta de las elecciones municipales, celebrada el 9 de junio, y lo ha achacado a las at¨¢vicas divisiones de la izquierda. Pero los casos de Roma o de Tur¨ªn se?alan que las causas son m¨¢s profundas. Y que, en estos casos como en otros ¡ªN¨¢poles por ejemplo¡ª, la figura de Renzi ya no aparece como un valor en alza.

En un editorial publicado el pasado viernes, Mario Calabresi, el nuevo director del diario La Repubblica, aseguraba que, al margen de cu¨¢l fuese finalmente el resultado de la segunda vuelta celebrada ayer en 126 municipios italianos ¡ªentre ellos los de las ciudades m¨¢s importantes¡ª, el PD y Renzi ¡°tendr¨¢n que repensarse, buscar un camino para intentar recomponer ¡ªsi es todav¨ªa posible¡ª las divisiones internas y acortar la distancia que se ha creado con muchos ciudadanos¡±.

En el caso de Roma, ese divorcio entre Renzi y su potencial electorado empez¨® a fraguarse hace un a?o, cuando el jefe del Ejecutivo abandon¨® a su suerte a Ignazio Marino, el entonces alcalde, quien, al margen de los errores que lo llevaron finalmente a dimitir, se enfrent¨® en solitario a las amenazas de Mafia Capital ¡ªun conglomerado de corrupci¨®n entre pol¨ªticos, funcionarios, empresarios y profesionales del crimen¡ª sin que su secretario general le mostrara su respaldo.

Esa manera de comportarse, tan distinta a los valores que esgrimi¨® para apear del Gobierno a su compa?ero Enrico Letta, le hace preguntarse a Mario Calabresi: ¡°?Renzi es considerado todav¨ªa un elemento para la renovaci¨®n del pa¨ªs o las ganas de ruptura son tan fuertes como para considerar que ¨¦l tambi¨¦n forma parte del establishment?¡±.

Hasta ahora, Renzi, quien como sus dos antecesores ¡ªMario Monti y Enrico Letta¡ª no recibi¨® el respaldo directo de las urnas, hab¨ªa esgrimido el 40,8% de los votos logrados en las europeas como su capital pol¨ªtico y su conjuro a las amenazas euroesc¨¦pticas del M5S e incluso de la Liga Norte de Matteo Salvini. El resultado municipal corrige a la baja las expectativas.