Rusia y China intentar¨¢n reforzar su colaboraci¨®n, pese a la crisis econ¨®mica

Rusia y China, los dos grandes vecinos del espacio euroasi¨¢tico, quieren reforzar su colaboraci¨®n a todos los niveles, aunque el gran ¡°giro hacia el Este¡± con el que Mosc¨² intent¨® contrarrestar su dependencia de la Uni¨®n Europea, sobre todo en las exportaciones energ¨¦ticas, ha defraudado las optimistas previsiones del Kremlin. La ca¨ªda de los precios del crudo, la crisis econ¨®mica, las sanciones occidentales contra Rusia y la desaceleraci¨®n del crecimiento chino han lastrado la cooperaci¨®n comercial y financiera entre los dos pa¨ªses.

El comercio bilateral entre Rusia y China en 2015 fue de m¨¢s de 68.065 millones de d¨®lares y experiment¨® un baj¨®n del 28,57% respecto al a?o anterior, seg¨²n estad¨ªsticas del ministerio de desarrollo econ¨®mico de Rusia. La visita que el presidente Vlad¨ªmir Putin realiza este s¨¢bado a Pek¨ªn es una ocasi¨®n para revisar y renovar las relaciones entre los grandes ¡°socios¡± con m¨¢s de 4.000 kil¨®metros de frontera com¨²n.

China y Rusia no aspiran a una alianza, pero s¨ª quieren relaciones m¨¢s intensas, tanto bilaterales como en un marco multilateral. De inter¨¦s com¨²n es la estabilidad de los regimenes autoritarios de Asia Central ante eventuales turbulencias sociales con un componente isl¨¢mico radical. Para contribuir a esa ¡°estabilidad¡± centroasi¨¢tica, China se ha centrado en la cooperaci¨®n econ¨®mica y financiera, mientras Rusia se ha decantado m¨¢s hacia el campo militar y de seguridad.?

Ambos pa¨ªses, defensores de su propia idiosincrasia y la soberan¨ªa sobre su ciberespacio, comparten aprensiones sobre la implicaci¨®n occidental y norteamericana en Asia Central y tambi¨¦n su preocupaci¨®n por el potencial exportador de conflicto de Afganist¨¢n. China, adem¨¢s, quiere aliados en su intento de contrarrestar el giro de EEUU hacia Asia Pac¨ªfico. Pek¨ªn est¨¢ muy interesado en la cooperaci¨®n militar con Rusia y en adquirir algunos de los sistemas defensivos rusos m¨¢s modernos.

Mosc¨², que debido a la desconfianza hist¨®rica entre los dos pa¨ªses se hab¨ªa mostrado reacia a facilitar su tecnolog¨ªa m¨¢s avanzada a Pek¨ªn, se muestra m¨¢s abierta a esa posibilidad desde la crisis de Crimea, apunta durante una visita a Pek¨ªn Alexander Gabuev, del Centro Carnegie en Mosc¨².

A comienzos de este mes, ambas Armadas desarrollaron maniobras conjuntas cerca de los islotes que China se disputa con Jap¨®n, las Diaoyu-Senkaku. Ha habido contactos para que Rusia suministre a su socio en el futuro sistemas de misiles S-400. Ambos pa¨ªses abordar¨¢n el desarrollo conjunto de un avi¨®n de gran fuselaje y un helic¨®ptero pesado.

Putin y su colega chino Xi Jinping se entrevistaron el viernes en Tashkent en el marco de una cumbre de la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n de Shanj¨¢i (SHOS en su abreviatura en ruso) que celebr¨® el 15 aniversario de su existencia. Ambos pa¨ªses son miembros fundadores de la SHOS junto con Kirguizist¨¢n, Tajikist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Kazajist¨¢n.

Rusia insiste en que la Uni¨®n Econ¨®mica Euroasi¨¢tica (Rusia, Kazajist¨¢n, Kirguizist¨¢n y Bielorrusia) sea el eje integrador de estructuras que, por un lado, lleguen hasta China y Asia Central y por el otro a la Uni¨®n Europea. En este marco, en mayo de 2015 ambos pa¨ªses firmaron un acuerdo para la coordinaci¨®n de estrategias entre el cintur¨®n econ¨®mico de la ruta de la Seda (China) y la Uni¨®n Econ¨®mica Euroasi¨¢tica.

En Tashkent Putin se manifest¨® ¡°convencido¡± de que la incorporaci¨®n de todos los miembros de la SHOS y los Estados de la Comunidad de Estados Independientes (organizaci¨®n de pa¨ªses postsovi¨¦ticos) a este ¡°proyecto integrador¡± ser¨ªa el ¡°prologo a la formaci¨®n de una gran asociaci¨®n euroasi¨¢tica¡±. Hace una semana, en San Petersburgo, el jefe del Estado ruso dijo que el proyecto de ¡°la gran Euroasia¡± est¨¢ abierto para Europa. En Tashkent, Xi Jinping, por su parte, se mostr¨® dispuesto a impulsar la idea de ¡°la amistad para siempre¡± con Rusia y abog¨® por mayor coordinaci¨®n bilateral, regional y en temas internacionales de actualidad.

Rusia quiere cambiar la estructura de su relaci¨®n con China y conseguir que los v¨ªnculos de confianza entres sus m¨¢ximos dirigentes y las grandes compa?¨ªas estatales se extiendan tambi¨¦n a las peque?as y medianas empresas y al comercio transfronterizo, seg¨²n dijo el jueves en Mosc¨² Vlad¨ªmir Petrovski, del centro de Estudio y Pron¨®sticos de las relaciones ruso-chinas del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia.

La estructura del comercio bilateral, en el que los hidrocarburos son el 60,7% de la exportaci¨®n rusa, ¡°frenar¨¢ el desarrollo de la colaboraci¨®n econ¨®mica¡±, incluso ¡°teniendo en cuenta la posible abolici¨®n de las sanciones¡± a Mosc¨², afirma un informe del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia (RSMD) que aboga por el desarrollo del comercio agr¨ªcola, las relaciones industriales, de alta tecnolog¨ªa, servicios y turismo.

Rusia hab¨ªa confiado en el dinero chino para compensar las sanciones financieras por sus actividades en Ucrania. Sin embargo, ¡°la cooperaci¨®n de Rusia y China en el campo de la inversi¨®n y las finanzas est¨¢ pr¨¢cticamente en la fase inicial de su desarrollo¡±, se?ala el informe, seg¨²n el cual, a fines del primer semestre de 2015, el volumen de inversiones mutuas era de 9.600 millones de d¨®lares (8.700 millones por parte de China y 900 por parte de Rusia), y eso trat¨¢ndose de pa¨ªses que cada a?o invierten decenas de miles de millones de d¨®lares en otras regiones del mundo, incluida la UE. Aunque Rusia no est¨¢ excluida oficialmente del sistema internacional de pagos SWIFT, las transacciones a las organizaciones financieras rusas se hicieron m¨¢s lentas y m¨¢s complicadas, lo que crea nerviosismo entre los potenciales inversores chinos en Rusia, se?ala el documento.

La importancia del Transiberiano

Dado que la UE es el primer socio comercial de China, Pek¨ªn quiere diversificar el transporte de mercanc¨ªas, que hoy circulan mayoritariamente por v¨ªa mar¨ªtima. Rusia es muy importante, pero su condici¨®n de monopolista corre peligro. En la l¨ªnea Este-Oeste por el espacio euroasi¨¢tico, el Transiberiano compite con el corredor septentrional de la l¨ªnea transasi¨¢tica, que une a China y a Rusia a trav¨¦s de Kazajist¨¢n y hasta los pa¨ªses del B¨¢ltico. China ha acelerado la modernizaci¨®n de ¨²ltima ruta, que es 2.800 kil¨®metros m¨¢s corta que la del Transiberiano y que se ver¨¢ potenciada con la entrada en funcionamiento en la frontera entre China y Kazajist¨¢n del sistema de cambio autom¨¢tico de v¨ªas de la empresa espa?ola Talgo. En las condiciones actuales Rusia no puede abordar el programa de inversiones (entre 20.000 millones y 30.000 millones de d¨®lares) que se planeaban antes de la crisis para modernizar la anticuada infraestructura ferroviaria del Este de Siberia y el Lejano Oriente.

La ruta ferroviaria alta velocidad entre Mosc¨² y la ciudad de Kaz¨¢n, en el Volga, que ser¨¢ financiada por China, se inserta en el desarrollo de los corredores euroasi¨¢ticos y el acuerdo al respeto estar¨¢ entre la treintena de documentos que se firmar¨¢n durante la visita de Putin a Pek¨ªn.

Los grandes proyectos energ¨¦ticos firmados por Gazprom y CNPC en mayo de 2014 por valor de 400 mil millones de d¨®lares para transportar el gas desde los campos del Este de Siberia a la frontera con China durante 30 a?os, se han visto tambi¨¦n frenados por el baj¨®n de los precios del gas. Incluso en caso de que construyeran las dos rutas previstas en el proyecto, ambas juntas proporcionar¨ªan a China cerca de 78.000 millones de metros c¨²bicos al a?o, a partir de 2020, lo que est¨¢ muy por debajo de los 146.000 millones de metros c¨²bicos de gas que Gazprom vendi¨® a Europa y Turqu¨ªa en 2014.

La colaboraci¨®n ruso-china en el espacio de Asia Central es un asunto delicado. Rusia tiene inter¨¦s en involucrar m¨¢s a China en temas de seguridad y lucha antiterrorismo, pero existen susceptibilidades locales contra los chinos, como lo han demostrado los motines populares en Kazajist¨¢n en protesta por las enmiendas legislativas que permiten vender 1.7 millones de hect¨¢rea de tierra agr¨ªcola a los extranjeros. En Rusia, en cambio, la crisis y la falta de recursos financieros socavan los temores hist¨®ricos a los chinos. Seg¨²n Sergu¨¦i Luzianin, director del Instituido del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia, los gobernadores rusos compiten por las inversiones chinas y no solo en zonas del Lejano Oriente y Siberia, sino en otras m¨¢s distantes, como Daguest¨¢n, en el C¨¢ucaso o Uli¨¢nov, en el Volga.