Los que pueden hacer las maletas con el ¡®Brexit¡¯
Miles de empleados de las dos agencias de la UE en Londres, bancos y empresas se plantean si deber¨¢n abandonar el Reino Unido
El rascacielos que aloja en Londres la sede de la Agencia Europea de Medicamentos tiene 22 pisos y en ¨¦l trabajan 890 funcionarios de la UE. ?Se van a ir? ?Cu¨¢ndo? "No tenemos ni idea, obviamente estamos todos preocupados, pero lo que pase no ser¨¢ enseguida, estamos esperando, aunque es innegable que todo se parar¨¢ porque no sabemos si seguiremos aqu¨ª", cuenta uno de los empleados, un franc¨¦s que no quiere facilitar su nombre, en la puerta del edificio. Entre los que trabajan en instituciones o empresas sensibles al se¨ªsmo del Brexit ya hay consigna de no hablar con la prensa. Es un tema delicado, la vida de miles de personas puede verse alterada, porque quiz¨¢ deban hacer las maletas.
La agencia de medicamentos, abierta en 1995, es la primera y mayor instituci¨®n europea en las islas brit¨¢nicas. La segunda es la Autoridad Bancaria Europea, con 160 empleados, creada hace cinco a?os, y situada en la planta 46 de otro rascacielos cercano. En total, ambas acogen a m¨¢s de un millar de funcionarios de la UE, a los que hay que sumar los de las oficinas de la Comisi¨®n y el Parlamento europeos. La previsible marcha de la tropa europea ya ha abierto la carrera en la UE por llevarse las oficinas, igual que Fr¨¢ncfort, Luxemburgo o Par¨ªs aspiran a robar a la City entidades financieras. Nadie pierde el tiempo. Italia, por ejemplo, ya ha levantado la mano: est¨¢ interesada en ubicar en Mil¨¢n la agencia farmac¨¦utica europea, seg¨²n confirman fuentes diplom¨¢ticas.
Las dos agencias europeas se hallan en Canary Wharf, coraz¨®n del flamante distrito financiero de la capital, y los rascacielos que dominan el paisaje exhiben las siglas de la lista de bancos que tambi¨¦n se plantean ahora transferir parte de su personal al continente: HBSC, que tiene 5.000 empleados, calibra enviar 1.000 a Par¨ªs; JP Morgan anunci¨® que podr¨ªa trasladar 4.000 de sus 16.000; el japon¨¦s Nomura, 2.600 personas, analiza la situaci¨®n. Uno de cada cinco altos dirigentes financieros no descarta mandar personal fuera de Reino Unido, seg¨²n una encuesta a 1.000 ejecutivos l¨ªderes realizada por el Institute of Directors.
En total, los servicios financieros dan trabajo a 2,1 millones de personas, es uno de los pilares de la econom¨ªa brit¨¢nica y aporta el 11% de la recaudaci¨®n de impuestos. Pero su m¨¢s importante mercado es el europeo y su licencia para operar en ¨¦l ahora puede caducar. Lo mismo ocurre a bancos europeos que operan en Reino Unido. Un ejecutivo del Banco Santander, instalado aqu¨ª hace unos a?os con su familia, y que tambi¨¦n prefiere no revelar su nombre, cuenta que estaba a punto de comprar casa, en South Kensington, pero ahora no sabe qu¨¦ hacer y va a posponer la decisi¨®n hasta que se aclare el panorama.
Muchas otras empresas han anunciado estos d¨ªas que est¨¢n estudiando si se tienen que ir: Vodafone, 13.000 trabajadores; y el gigante indio del acero Tata, 11.000 puestos de trabajo en las islas, ya negociaba cerrar su planta de Port Talbot en el sur de Gales y el Brexit puede acelerarlo. Tampoco se sabe cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la construcci¨®n de la tercera pista del aeropuerto de Heathrow, Londres, que contaba con fondos europeos, y la nueva central nuclear de Hinkley Point, en Somerset, un proyecto franc¨¦s y chino. La atenci¨®n tambi¨¦n se concentra en Nissan, con la mayor f¨¢brica de coches del pa¨ªs, de 7.000 empleados, en Sunderland, porque vende el 55% de sus coches en la UE. Solo en esta ciudad hay 80 compa?¨ªas europeas que dan trabajo a 25.600 vecinos. Es de los lugares donde menos se explica que el Brexit ganara de calle, con un 61% de los votos. Lo mismo ocurri¨® en Flintshire, sede de una planta de Airbus con 5.000 empleados.
A la hora de comer, decenas de hombres trajeados que trabajan en Canary Wharf comen un bocadillo en un jard¨ªn mientras ven un partido de Wimbledon en una pantalla gigante. "S¨ª, no se habla de otra cosa, de qu¨¦ pasar¨¢, ha sido un shock, pero sobreviviremos, todo esto es demasiado grande y hay muchos intereses", comenta un grupo, con cierta suficiencia, se?alando los imponentes edificios de cristal.
Estos rascacielos permanecieron inusualmente iluminados, con la luz encendida en todas las oficinas, la madrugada del pasado viernes, la noche del escrutinio del refer¨¦ndum. A las cuatro de la ma?ana, cuando por fin se vio cu¨¢l era el resultado, cientos de ejecutivos y brokers acudieron a toda prisa a sus despachos para afrontar la apertura de los mercados asi¨¢ticos. Hubo atm¨®sfera del estilo de 2008, con la quiebra de Lehman Brothers. Unas 14 horas m¨¢s tarde, tras una jornada laboral maratoniana, muchos de ellos liberaban la presi¨®n tomando cervezas en los pubs de Square Mile. Noche de viernes a tumba abierta. "?Qu¨¦ cojones est¨¢ pasando? Eso es lo que se dec¨ªa en la oficina, la volatilidad es divertida", coment¨® Simon, un joven broker de la compa?¨ªa ICAP, que sosten¨ªa un gin tonic en cada mano. Todos los que estaban alrededor emborrach¨¢ndose estaban decepcionados por el Brexit, pero se lo tomaban como parte de un juego que se pone malditamente interesante.
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