Nigel Farage quiere ahora su vida
El l¨ªder del antieuropeo UKIP renuncia a gestionar el ¨¦xito de su partido tras el Brexit
Durante 20 a?os Nigel Farage quiso que le devolvieran su pa¨ªs y, ahora que lo ha conseguido, quiere que le devuelvan su vida. As¨ª lo dijo ayer, al dimitir como l¨ªder del antieuropeo UKIP, un partido que acab¨® confundi¨¦ndose con su persona. Con ¨¦l se va el pol¨ªtico m¨¢s colorido y controvertido de la historia reciente de Reino Unido. ¡°Todos os re¨ªais de m¨ª¡±, les espet¨® a sus compa?eros del Parlamento Europeo cinco d¨ªas despu¨¦s de que los brit¨¢nicos hicieran realidad en las urnas el sue?o de su vida. ¡°Bueno, pues debo decir que ahora no os re¨ªs, ?verdad?¡±.
Farage ha sido la cara del euroescepticismo brit¨¢nico durante los ¨²ltimos 20 a?os. Abandon¨® el partido Conservador cuando John Major firm¨® el Tratado de Maastricht y convirti¨® al UKIP, un partido marginal, en la tercera fuerza m¨¢s votada en las pasadas elecciones generales. Pero, ante todo, logr¨® convertir su agenda en la agenda del pa¨ªs. Fue por su amenaza por la que David Cameron convoc¨® el refer¨¦ndum europeo. Fue su insistencia la que coloc¨® el rechazo a la inmigraci¨®n en el centro del debate pol¨ªtico brit¨¢nico. Y su figura fue clave para que 17 millones de brit¨¢nicos votaran por abandonar la Uni¨®n Europea.
Su ¨¦xito obedece a una proverbial capacidad para conectar con cierta Inglaterra media. Los ingredientes: moqueta ro¨ªda de pub, pintas de cerveza, humo de tabaco y un discurso desacomplejado y alejado los circunloquios propios del establishment pol¨ªtico.
Siete veces quiso sentarse en el Parlamento de Westminster y las siete fracas¨®. Pero Farage descubri¨® que hay otra pol¨ªtica que reside en los pubs. El discurso sin tapujos de esas otras c¨¢maras lo traslad¨® Farage a la pol¨ªtica institucional, y eso le trajo problemas con el establishment pero estrech¨® sus lazos con aquellos que ocupan los esca?os de las barras.
La de Farage ha sido una proeza digna de estudio. Un antiguo corredor de bolsa que se convirti¨® en la voz de los obreros abandonados a su suerte. A los 18 a?os renunci¨® a la universidad por hacer fortuna en la City, siguiendo los pasos profesionales de su padre, alcoh¨®lico, que abandon¨® el hogar familiar cuando ¨¦l ten¨ªa cinco a?os.
Se afili¨® casi en la adolescencia al Partido Conservador pero, como muchos euroesc¨¦pticos, reneg¨® del liderazgo de Major. Entonces se convirti¨® en uno de los fundadores del partido que luego se convertir¨ªa en el UKIP.
Ha driblado a la muerte en varias ocasiones. La primera, cuando fue atropellado por un coche a la salida de un pub. Casi pierde una pierna pero acab¨® encontrando a la enfermera que se convertir¨ªa en su primera mujer. Meses despu¨¦s de recuperarse del accidente, le fue diagnosticado un c¨¢ncer en los test¨ªculos. Se recuper¨® por completo, pero suele citar su lucha con la enfermedad como el proceso que le llev¨® a apurar la vida al m¨¢ximo.
Los comienzos de UKIP, eclipsado por el Partido del Refer¨¦ndum, no fueron f¨¢ciles. Pero en 1999 Farage obtuvo su primer esca?o en su odiado Parlamento Europeo. En 2006 se convirti¨® en l¨ªder del partido pero dimiti¨® tres a?os despu¨¦s.
El d¨ªa de las elecciones de 2010 una avioneta que llevaba a Farage se estrell¨® despu¨¦s de que un cartel del partido se enredara en una h¨¦lice. Su nuevo coqueteo con la muerte le hizo, seg¨²n reconoci¨®, ser a¨²n m¨¢s determinado y fatalista. Decidi¨® presentarse de nuevo al liderazgo del partido y gan¨®.
Padre de cuatro hijos, casado con una alemana, Farage anunci¨® ayer que quer¨ªa recuperar su vida. Dimiti¨®, pero conviene recordar que ya lo hizo el a?o pasado al no lograr su esca?o. Entre muchas otras aportaciones a la pol¨ªtica brit¨¢nica, para ¨¦l fue para quien la prensa se invent¨® el a?o pasado la palabra ¡°desdimitir¡±.
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