C¨¢scaras de pl¨¢tano para salvar el planeta

Tres estudiantes de bachillerato mexicanos ten¨ªan la curiosidad por crear algo nuevo. Con el poco espacio libre que les dejaban sus clases, se colaban en el laboratorio y comenzaron a hacer mezclas. Aranza Meza, Israel Hern¨¢ndez y Edmundo Balderas, 17 y 18 a?os, han desarrollado un pl¨¢stico a base de c¨¢scaras de pl¨¢tano capaz de degradarse en un mes. Con apenas herramientas y el conocimiento b¨¢sico de qu¨ªmica, han dado respuesta a uno de los problemas de contaminaci¨®n m¨¢s graves del planeta.

Lo que comenz¨® en la cocina de la casa de Meza saben que no es la soluci¨®n ambiental definitiva, pero s¨ª un paso importante. La idea est¨¢ inspirada en una pasta que ya cre¨® una estudiante turca de 16 a?os, Elif Bilgin, y que se gan¨® un premio de ciencia internacional. Los chicos mexicanos quisieron continuar con su proyecto y aseguran haberlo mejorado. "Estamos trabajando en la resistencia y la impermeabilidad del biopl¨¢stico, pronto lo lograremos", cuenta Meza desde el laboratorio de su instituto.

Todo lo que necesitas para desarrollar el biopl¨¢stico lo puedes encontrar en una tienda o en la farmacia Israel Hern¨¢ndez

Todos sostienen un pedazo de su creaci¨®n orgullosos. Y una aplicaci¨®n sencilla: una libreta con las tapas del pl¨¢stico que ellos mismos han producido. Los chicos, aparentemente m¨¢s j¨®venes que ella, explican c¨®mo han elaborado cada muestra: "Todo lo que necesitas lo puedes encontrar en una tienda o en una farmacia", apunta Hern¨¢ndez. "Y hasta lo puedes mezclar en tu propia cocina", remata Balderas. El pl¨¢stico biodegradable que puede generar cualquiera les ha valido a los tres estudiantes un premio de ciencias nacional y en agosto ir¨¢n a exponerlo a la London International Youth Science Forum, del 27 de julio al 10 de agosto en la capital brit¨¢nica.

En una sobria mesa de laboratorio colocan sus ingredientes b¨¢sicos. Del bolsillo de una mochila sacan las c¨¢scaras de pl¨¢tano y un tarro de caf¨¦ donde guarda la harina. Tambi¨¦n colocan la glicerina y un l¨ªquido que funciona como sustituto del vinagre, "puede ser tambi¨¦n ¨¢cido anh¨ªdrico", explica Meza. Uno de sus avances m¨¢s importantes es el metabisulfito s¨®dico, para evitar que las c¨¢scaras de pl¨¢tano se oscurezcan y puedan agarrar mejor el colorante. Como si se tratara de una receta de cocina, explican que primero extraen el almid¨®n con la glicerina, para m¨¢s tarde mezclarlo todo en una licuadora. 24 horas despu¨¦s de secarlo al sol o en un horno, obtienen el biopl¨¢stico.

El reciclaje se ha planteado como una posible soluci¨®n, pero aunque uno recicle, no se est¨¢ frenando la sobreproducci¨®n de pl¨¢stico. Nosotros buscamos una alternativa Aranza Meza

A la ¨²ltima muestra le han agregado fibras de troncos del jard¨ªn de Meza para hacer el material m¨¢s resistente. La joven estira la l¨¢mina y observa orgullosa: "?Ve? Ahora es mucho m¨¢s fuerte y no se rompe f¨¢cilmente".

"Estamos conscientes de los problemas ambientales que se derivan del pl¨¢stico a base de petr¨®leo, que tardan cientos de a?os en degradarse, si lo llegan a hacer. El reciclaje se ha planteado como una posible soluci¨®n, pero aunque uno recicle, no se est¨¢ frenando la sobreproducci¨®n de pl¨¢stico. Nosotros buscamos una alternativa", explica la estudiante. Y a?ade: "Adem¨¢s, al usar c¨¢scaras de pl¨¢tano, estamos rehutilizando un residuo que ya nadie va a utilizar, tampoco se trata de tirar comida". Su material es todav¨ªa algo experimental, si lo dejan mucho tiempo bajo el agua se acaba desintegrando y plantea otros defectos como la poca flexibilidad.

El sue?o de estos chicos es que alg¨²n d¨ªa el material escolar de "usar y tirar" se elabore con su biopl¨¢stico. "Podemos usarlo como tapas de libretas, como forro de libros o para las carpetas de los trabajos que presentamos. Tambi¨¦n para las bolsas donde llevamos el almuerzo", explica Hern¨¢ndez. Pero sobre todo, quieren que si alg¨²n d¨ªa se llega a comercializar "est¨¦ al alcance de todo el mundo". Lo que les cuesta elaborar una l¨¢mina de 50 por 50 cent¨ªmetros son 14 pesos, les gustar¨ªa que el bajo coste se mantuviera tambi¨¦n en un futuro. "Ahora todos los productos que no da?an el medio ambiente son demasiado caros", apunta la joven.

Los padres de los chicos tuvieron un papel importante en el proyecto. Los acompa?aron a sus exposiciones, buscaron hasta debajo de las piedras las sustancias que ellos necesitaban y los llevaron a los concursos de ciencias, uno estatal y otro nacional. Para que pudieran ir a la feria de Londres, entre todos han conseguido el patrocinio de las empresas locales y han reunido m¨¢s de 100.000 pesos (unos 5.500 d¨®lares).

Los tres acaban de terminar el bachillerato y se preparan para estudiar Medicina (Balderas), Bioqu¨ªmica (Hern¨¢ndez) y Biotecnolog¨ªa (Meza). Desde el laboratorio donde tuvieron que colarse para trabajar, les mandan un mensaje a sus compa?eros mexicanos: "Aunque siempre haya obst¨¢culos y en M¨¦xico no se fomente la investigaci¨®n, les decimos a los dem¨¢s j¨®venes que se arriesguen si creen en su proyecto, al final tienen recompensa". Y a los profesores: "Ap¨®yenlos, ustedes saben m¨¢s que ellos".