Niza y los lobos de Mustaf¨¢
Los denominados yihadistas frustrados cavilan en sus madrigueras d¨®nde y c¨®mo hacer el mayor da?o a sus potenciales v¨ªctimas
La forma m¨¢s segura y clandestina de una organizaci¨®n es no tenerla. ¡°La organizaci¨®n frustra cualquier medida de seguridad¡±, redact¨® el sirio-espa?ol y dirigente de Al Qaeda Central Mustaf¨¢ Setmarian en su libro de 1.600 p¨¢ginas ¡°La llamada a la resistencia isl¨¢mica global¡±, una obra trascendental en la historia de la yihad global que ahora ha sido plagiada y utilizada como propia por el Estado Isl¨¢mico (ISIS) en sus continuos llamamientos a la yihad individual.
Desde entonces los lobos solitarios que no han podido viajar a Siria o Irak, antes los destinos preferidos eran Bosnia, Chechenia, Indonesia o Afganist¨¢n, los denominados yihadistas frustrados cavilan en sus madrigueras d¨®nde y c¨®mo hacer el mayor da?o a sus potenciales v¨ªctimas. Mohamed Lahouaiej Bouhlel era probablemente uno de ellos. Los lobos de la yihad no nacen, casi siempre se hacen. El autor de la matanza en Niza, no era religioso ni hizo el ¨²ltimo Ramad¨¢n, seg¨²n aseguran sus vecinos, pero ha muerto acribillado por las balas de la Polic¨ªa despu¨¦s de dejar un rosario de cad¨¢veres en el interminable Paseo de Los Ingleses. Su perfil responde al del islamista captado mediante una radicalizaci¨®n express, casi imposible de detectar para las fuerzas de seguridad ya que en su expediente no hay huellas de grupos islamistas.
Ha habido muchos ataques de lobos solitarios, pero este conductor profesional ha logrado ejecutar una carnicer¨ªa con un cami¨®n infligiendo el mayor da?o que hasta ahora hab¨ªan logrado los disc¨ªpulos de Mustaf¨¢, un grupo de alima?as producto de la yihad virtual, la que extiende con ¨¦xito la ideolog¨ªa del ISIS o de Al Qaeda por las redes sociales. La comunidad internacional est¨¢ ganando la batalla contra el ISIS en Siria e Irak, ha conseguido que retroceda en sus posiciones y pierda alguno de sus bastiones, pero ataques como el de Niza demuestran que est¨¢ perdiendo la batalla virtual, la de una ideolog¨ªa que se extiende sin parar por muchos rincones del mundo, entre ellos Europa desde los a?os noventa, y arrastra a tipos como Mohamed Lahouaiej.
Salvo la utilizaci¨®n de un cami¨®n tr¨¢iler y la escalofriante cifra de v¨ªctimas, hay poco de nuevo en el atentado de Niza. Casi nadie recuerda ya al cineasta Theo van Gogh, asesinado en 2004 por un yihadista en Amsterdam (Holanda) que le asest¨® varias pu?aladas cuando caminaba por su ciudad. Aquel fue el primer asesinato de un lobo solitario en Europa, una muerte borrada de la mente de muchos despu¨¦s de tantas tragedias, un atentado que entonces pareci¨® raro porque romp¨ªa con la estrategia tradicional de los grupos islamistas, pero que sirvi¨® de ensayo para una nueva y domestica yihad global, la m¨¢s clandestina y dif¨ªcil de frenar. En general, nadie salvo el autor sabe que la acci¨®n se va a ejecutar. ?C¨®mo descubrir a tiempo a un terrorista tan ¨ªntimo e individual?
El perfil del lobo solitario reapareci¨® en un aeropuerto de Fr¨¢ncfort (Alemania) en 2011 y en Estocolmo (Dinamarca) en ataques frustrados; volvi¨® en 2012 a las calles de Toulouse y Montauban en la figura de Mohamed Merad, el franco-argelino que so?¨® ¡°con poner de rodillas de Francia¡± a bordo de su motocicleta y armado con tres rev¨®lveres Colt 45, el terrorista que muri¨® arrinconado en el ba?o de su casa en la postura de un combatiente yihadista despu¨¦s de asesinar a siete personas indefensas. Y resurgi¨® de nuevo en otros escenarios como Toronto ( Canad¨¢), Londres y Saint-Quentin-Fallavier, cerca de Lyon, donde el salafista Yashim Salhi decapit¨® a su jefe y exhibi¨® su cabeza. Y en otros escenarios con acciones frustradas.
El mayor ¨¦xito del camionero tunecino no ha sido asesinar a m¨¢s de 80 personas indefensas en la acomodada y vigilada Francia, en el coraz¨®n de un gran pa¨ªs que vive bajo la amenaza yihadista desde que el Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), integrado por salafistas argelinos, lo puso en el centro de la diana en los a?os ochenta. El inquietante legado de su cobarde ataque ha sido demostrar el da?o que un lobo solitario, que un disc¨ªpulo del pelirrojo y desaparecido Mustaf¨¢ Setmarian puede infligir sin tener en sus manos un cintur¨®n de explosivos y un Kal¨¢shnikov. Mostrar al mundo lo que se puede hacer si se tiene la determinaci¨®n de matar.
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