La UE admite estar ante un fen¨®meno terrorista dif¨ªcil de controlar
Las instituciones renuncian a adoptar medidas extraordinarias tras el nuevo ataque
El riesgo de sufrir atentados durante las festividades del 14 de julio no era desconocido para las fuerzas de seguridad europeas. Los franceses afincados en Bruselas decidieron celebrar su d¨ªa nacional con una peque?a fiesta en la emblem¨¢tica Place de Ch?telain, en cuyos alrededores habita una buena parte de la comunidad francesa. Junto a las se?as de identidad del pa¨ªs (m¨²sica franc¨®fona, champ¨¢n y vino franc¨¦s, y hasta un gran cartel de protesta contra el tratado comercial que la UE negocia con Estados Unidos), la inevitable seguridad acompa?aba los festejos. Dos polic¨ªas belgas, adem¨¢s de dos llamados agentes de paz, se mezclaban entre los asistentes. Pero ni esos oficiales ni los centenares que vigilan lugares estrat¨¦gicos en toda Europa ¨Cespecialmente en Francia y B¨¦lgica- han podido evitar el siguiente episodio terrorista.
Las instituciones comunitarias asisten impotentes a un fen¨®meno que las sobrepasa. Todos los atentados anteriores (los dos que golpearon Par¨ªs en 2015, el ocurrido en Bruselas el pasado marzo y hasta el ataque fallido de hace casi un a?o en el tren de alta velocidad que cubr¨ªa la ruta ?msterdam-Par¨ªs) provocaron reuniones extraordinarias de mandatarios en Bruselas. Tras un primer rumor acerca de un encuentro inminente de ministros del Interior, tanto la Comisi¨®n Europea como el Consejo Europeo han descartado este viernes cualquier cita de urgencia. Hay inflaci¨®n de cumbres y, sobre todo, sensaci¨®n de que aportan poco en casos como este.
Con las secuelas de los ¨²ltimos atentados a¨²n presentes, la UE ha blindado aeropuertos, cercado organismos oficiales y aumentado la vigilancia en sitios de especial afluencia como fiestas o conciertos. ?Pero qu¨¦ hacer frente a un cami¨®n que se empotra contra una multitud? Fuentes diplom¨¢ticas y comunitarias admiten su perplejidad. ¡°Resulta dif¨ªcil evitar estos episodios. No existe seguridad al 100%¡±, reconocen.
Los expertos coinciden en esa inutilidad de adoptar medidas en caliente para un fen¨®meno demasiado cambiante. ¡°No se puede hacer mucho, aunque surgen ciertas dudas sobre la seguridad de este caso espec¨ªfico; en concreto, que un cami¨®n pudiera recorrer una zona peatonalizada¡±, reflexiona Charles Lichfield, experto del laboratorio de ideas Eurasia Group. Este analista a?ade otro motivo a la aparente inacci¨®n de la UE tras el nuevo atentado. ¡°Despu¨¦s del Brexit, son m¨¢s cautos a la hora de tomar medidas desde Bruselas. Esperar¨¢n al momento oportuno. Pero creo que a medio plazo la seguridad es uno de los asuntos en los que Europa va a intentar avanzar; es m¨¢s f¨¢cil ponerse de acuerdo ah¨ª que, por ejemplo, en el futuro de la eurozona¡±, a?ade.
Lobos solitarios
La Uni¨®n asiste desarmada al terror en estado puro. Al igual que ocurri¨® con los ataques en la sala Bataclan de Par¨ªs, el mensaje es que un suceso as¨ª puede producirse en cualquier sitio ¨Cy principalmente en Francia-, en cualquier momento. Lejos quedan atentados reivindicados por Al Qaeda como el 11-M de Madrid, planificado minuciosamente durante meses y ejecutado por miembros de una c¨¦lula organizada. Con el auge del Estado Isl¨¢mico, la consigna ha pasado a ser: mata donde puedas. Y a ella se adhieren lobos solitarios, personas radicalizadas por Internet o incluso delincuentes comunes, sin ning¨²n pasado terrorista.
Alarmada por un fen¨®meno que no hace sino alimentar los populismos en diferentes pa¨ªses ¨Cy Francia es un buen ejemplo con la subida del Frente Nacional-, la UE toma medidas en dos sentidos. El primero es muy visible pero, a la larga, poco eficaz: militarizar las calles, como ocurre en B¨¦lgica, aumentar la presencia policial, suspender temporalmente garant¨ªas de privacidad¡ Los ciudadanos se sienten m¨¢s seguros, pero resulta imposible abarcar todos los flancos, sobre todo si los terroristas est¨¢n dispuestos a actuar en lugares menos vigilados (en ciudades de menor tama?o como Niza) y con un cami¨®n como arma letal.
La segunda l¨ªnea de actuaci¨®n es la ¨²nica duradera, pero aporta pocos r¨¦ditos a corto plazo. Se trata de la prevenci¨®n: medidas de integraci¨®n para extranjeros y tambi¨¦n para ciudadanos que, pese a tener pasaporte europeo, se sienten vinculados a otra cultura. Num¨¦ricamente, el reto es abarcable. Porque, m¨¢s all¨¢ de las percepciones personales, el peso de la poblaci¨®n extranjera en Europa es muy limitado: representa un 4% sobre el total, seg¨²n datos de Eurostat, la agencia estad¨ªstica de la UE. Pero el malestar y la falta de oportunidades que rodean a muchos de ellos constituyen una peligrosa fuente de radicalizaci¨®n. Con efectos devastadores.
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