La cumbre euroasi¨¢tica pasa de puntillas sobre el conflicto del mar de China meridional
La declaraci¨®n final de la presidencia de la cumbre solo menciona el compromiso de promover la ¡°seguridad mar¨ªtima"
La 11 cumbre Europa-Asia (ASEM), clausurada este s¨¢bado en Ul¨¢n Bator (Mongolia), ha pasado de puntillas sobre la crisis del mar de China meridional, despu¨¦s de que la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya diese la raz¨®n a Filipinas y negase a Pek¨ªn sus pretendidos derechos hist¨®ricos sobre el 90% de esas aguas.
La declaraci¨®n final de la presidencia de la cumbre, pactada con los representantes de 51 pa¨ªses (28 europeos y 23 asi¨¢ticos), solo menciona el compromiso de promover la ¡°seguridad mar¨ªtima", y la ¡°libertad de navegaci¨®n y sobrevuelo¡±; as¨ª como la ¡°importancia cr¨ªtica de construir medidas de confianza, refrenar la amenaza del uso de la fuerza y resolver las disputas de acuerdo con los principios de la ley internacional, la carta de Naciones Unidas y la convenci¨®n de la ONU sobre la Ley del Mar¡±.
Es todo lo que se pudo arrancar a la delegaci¨®n china, que advirti¨® ya antes de la cumbre de que no aceptar¨ªa que este foro multilateral abordara un contencioso que Pek¨ªn considera afecta a su soberan¨ªa y solo est¨¢ dispuesta a tratar con sus vecinos (Filipinas, pero tambi¨¦n Vietnam, Malaisia, Taiwan y Brunei) en conversaciones bilaterales, en las que se siente m¨¢s fuerte. Y sin admitir en ning¨²n caso como base de las mismas el fallo de la Corte de La Haya, que califica de ilegal y nulo.
El contencioso del Mar de Sur de China se abord¨® en el ¡°retiro¡± a puerta cerrada de los l¨ªderes ---en el que participaron, entre otros, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, el chino Li Keqiang, el japon¨¦s Shinzo Abe o la canciller alemana, Angela Merkel¡ª donde quedaron patentes las posiciones enfrentadas de Pek¨ªn y sus vecinos meridionales. ¡°No es f¨¢cil lograr acuerdos con nuestros colegas chinos cuando se trata este asunto. Nuestras conversaciones han sido dif¨ªciles, duras, pero tambi¨¦n prometedoras¡±, reconoci¨® el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Pero al final se impuso ¡°la prudencia¡±, en palabras del ministro espa?ol de Exteriores, Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo. Especialmente por parte de la UE, que quiere evitar a toda costa una reacci¨®n airada de Pek¨ªn.
A fin de cuentas, la ASEM, que en Mongolia ha cumplido su 20 aniversario, es el ¨²nico foro que tiene Europa para dialogar directamente con Asia sin la presencia siempre coartante de EE UU. El peso econ¨®mico de la ASEM es tan impresionante ¨Crepresenta el 60% del PIB, la poblaci¨®n y el comercio mundiales¡ªcomo su escasa relevancia pol¨ªtica. La heterogeneidad de sus socios obliga a buscar eufemismos y se habla, por ejemplo, de ¡°conectividad¡± para evitar referirse al libre comercio, un t¨¦rmino dif¨ªcilmente aplicable a China, que a¨²n busca el reconocimiento de la UE como econom¨ªa de mercado.
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