¡°Las dos partes tenemos que aprender de esto¡±

En el c¨¦sped frente a la gasolinera donde el domingo se parapet¨® Gavin Long, el exmarine afroamericano que ahora se sabe que prepar¨® una emboscada para atraer a polic¨ªas y disparar contra ellos con un rifle semiautom¨¢tico, Ossler coloc¨® varias cruces de madera sobre una pancarta publicitaria que ayer serv¨ªa de soporte para un improvisado altar. Alrededor, ramos de flores y velas se iban acumulando, depositados por un goteo de personas, blancas y negras, que se acercaban a rendir un homenaje p¨®stumo a los agentes. Muchas aceptaban el abrazo de Ossler, que tambi¨¦n les animaba a rezar juntos una oraci¨®n.

¡°Necesitamos cerrar nuestras heridas¡±, explicaba el capell¨¢n su gesto.

¡°Ha sido muy duro para nuestra comunidad, llevamos un par de semanas muy malas¡±, lamentaba una mujer, blanca, que tras depositar su ramo acept¨® la oraci¨®n compartida del capell¨¢n. La mujer, que no quiso revelar su nombre, pero que dijo conocer a varios de los agentes atacados, se refer¨ªa a las tensiones raciales que sufre la ciudad desde la muerte, a comienzos de mes, de Alton Sterling, un afroamericano que fue abatido por la polic¨ªa, que lo hab¨ªa detenido a pesar de que estaba desarmado y ya hab¨ªa sido reducido.

Redes sociales

Las im¨¢genes de su muerte, que fueron divulgadas r¨¢pidamente por las redes sociales, fueron la chispa de una nueva oleada de protestas por la brutalidad policial contra las minor¨ªas en todo el pa¨ªs que se incrementaron cuando, un d¨ªa despu¨¦s, mor¨ªa en similares circunstancias otro joven negro, Philando Castile. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, Micah Johnson, un veterano negro de 25 a?os, atacaba a la polic¨ªa que vigilaba una de esas protestas en Dallas, Texas,asesinando a cinco agentes antes de ser abatido. Su intenci¨®n hab¨ªa sido, seg¨²n revel¨® a la polic¨ªa, matar a blancos, y espec¨ªficamente a polic¨ªas blancos. Solo diez d¨ªas despu¨¦s, Gavin Long perpetraba un ataque similar en un Baton Rouge que acababa de enterrar a Sterling.

¡°Nuestra ciudad necesita que recemos mucho para que haya paz y podamos superar juntos todo esto¡±, insist¨ªa la mujer.

¡°Esto ha sido algo terrible, es triste que hayamos llegado a este punto, tenemos que unirnos", coincid¨ªa Tammy desde el hospital Nuestra Se?ora del Lago, la cl¨ªnica a la que fueron trasladados dos de los tres polic¨ªas que tambi¨¦n resultaron heridos, uno de los cuales segu¨ªa ayer en estado cr¨ªtico. Tambi¨¦n all¨ª se ha erigido un peque?o altar.

Entre las flores y globos colocados ante el centro m¨¦dico, adonde tambi¨¦n han acudido numerosas personas en las ¨²ltimas horas a donar sangre en solidaridad con los heridos, destacaban una cruz, un peque?o ¨¢ngel y una figura de Superm¨¢n. Una mujer afroamericana que no se baj¨® del coche se par¨® al lado de los agentes que lo custodian para entregarles otro ramo de flores y manifestarles su pesar y su solidaridad.

Desconfianza

¡°No creo que nadie se esperara esto¡±, se?alaba Tammy, blanca y cuya hija est¨¢ a punto de acabar sus estudios en la academia de polic¨ªa, algo que ahora le da escalofr¨ªos a su madre. ¡°Hemos tenido protestas, s¨ª, pero no han sido violentas. Esto es totalmente distinto¡±, se?al¨® respecto de la emboscada contra los agentes. Su ¨²nico ¡°consuelo¡±, dijo, fue saber que el agresor no era un vecino. Long creci¨® en Kansas City. ¡°Eso me hace pensar que podremos superarlo¡±, suspir¨®.

¡°Tenemos que buscar un espacio com¨²n, tenemos que aprender a acercarnos¡±, repet¨ªa como un mantra junto al memorial de la gasolinera Tommy Lavergne. Este afroamericano dijo tener el ¡°coraz¨®n roto¡± por los sucesos de las ¨²ltimas semanas. Fue polic¨ªa durante 29 a?os, pero tambi¨¦n particip¨® en las protestas por la muerte de Sterling. El asesinato ahora de varios de sus colegas tiene que ser un ¡°punto de inflexi¨®n¡±, reclam¨®.

Uno de los tres agentes fallecidos, Montrell Jackson, era negro como ¨¦l. En su cuenta de Facebook hab¨ªa expresado su cansancio y frustraci¨®n por las tensiones entre su comunidad y el cuerpo de polic¨ªa al que pertenec¨ªa. ¡°Cuando llevo el uniforme, recibo desagradables miradas de odio, y cuando no lo llevo algunos me consideran una amenaza¡±, lament¨® en esa red social. Una sensaci¨®n que Lavergne dijo compartir. ¡°Todos tenemos que cambiar, las dos partes tenemos que aprender de esto¡±, reclam¨®.