Buenos Aires da pelea a la violencia de g¨¦nero
La provincia m¨¢s grande de Argentina lanza un Plan de G¨¦nero para revertir las estad¨ªsticas: 98 mujeres asesinadas en 2015
La provincia de Buenos Aires, donde vive un tercio de la poblaci¨®n total de Argentina, registr¨® el a?o pasado el asesinato de 98 mujeres en manos de sus parejas, equivalente al 42% de los 235 casos contabilizados en todo el pa¨ªs por el Registro Nacional de Femicidios de la Corte Suprema. En 2015, las comisar¨ªas de Buenos Aires recibieron 197.035 denuncias de violencia familiar, a un promedio de 535 cada d¨ªa. Para revertir las cifras de muertes y atender, al mismo tiempo, las demandas de ayuda, el Gobierno provincial ha lanzado un ambicioso Plan de G¨¦nero que contempla la asistencia de las mujeres en riesgo. El plan incluye la construcci¨®n de refugios donde las mujeres puedan escapar del agresor, incluso junto con sus hijos, una l¨ªnea de atenci¨®n telef¨®nica y un sistema de pulseras electr¨®nicas que alertar¨¢ a las autoridades cuando un hombre ha violado la prohibici¨®n de cercan¨ªa.
¡°La primera decisi¨®n importante fue pasar el tema de la violencia de g¨¦nero al ¨¢rea de Derechos Humanos. Algunos pa¨ªses tienden a ver esto como un tema de desarrollo y no como una violaci¨®n de derechos, en este caso de las mujeres¡±, explica el secretario de Derechos Humanos de Buenos Aires, Santiago Cant¨®n. La estrella del programa ser¨¢n los refugios, considerados ¡°una salida inmediata que tiene la mujer¡± ante una situaci¨®n de riesgo. ¡°Muchas veces las mujeres no tienen adonde ir, porque dependen econ¨®micamente de sus maridos¡±, dice la subsecretaria de Pol¨ªticas de G¨¦nero y Diversidad Sexual, Daniela Reich. Hoy existen en la provincia s¨®lo dos refugios que no funcionan ¡°porque est¨¢n destruidos¡± y otros 30 municipales, que lo hacen en forma no coordinada. La meta es llegar a 50 centros que operen con un protocolo com¨²n.
Otra novedad ser¨¢n las pulseras electr¨®nicas, un sistema que ya funciona en otros pa¨ªses de la regi¨®n, como Uruguay, con muy buenos resultados. El sistema supera el tradicional bot¨®n de p¨¢nico que operaba la mujer en riesgo, muchas veces demasiado tarde. En este caso, ¡°un juez ordena colocar la pulsera a un hombre con restricci¨®n de acercamiento. La mujer lleva otro dispositivo que alerta a la polic¨ªa cuando el hombre ha violado la distancia¡± de resguardo, explica Reich.
Se trata, adem¨¢s, de cambiar toda una forma de abordaje. Por eso se ha reactivado una l¨ªnea de tel¨¦fono de asistencia que exist¨ªa pero resultaba ineficaz por falta de operadores. "El a?o pasado se realizaron 20.000 llamadas, de las cuales 6.000 no pudieron ser atendidas porque no hab¨ªa personal suficiente¡±, revela Cant¨®n. En cuanto a la polic¨ªa, habr¨¢ un plan de formaci¨®n para enfrentar los casos de riesgo. Las mujeres muchas llegan a la comisar¨ªa, el primer lugar al que suelen recurrir cuando son golpeadas, y la polic¨ªa no tiene claro c¨®mo responder a su demanda.
¡°Hay que entender adem¨¢s que Buenos Aires es enorme. Son 135 municipios que van desde el conurbano de la capital hasta zonas de campo poco pobladas. En cada regi¨®n la violencia familiar se vive de una manera diferente¡±, dice Reich. El desaf¨ªo es adaptar los criterios a la realidad local, y para ello se pondr¨¢ especial atenci¨®n en la ayuda que pueda dar cada municipalidad.
Las muertes por violencia de g¨¦nero no son nuevas en Argentina, pero que no sean consideradas un ¡°crimen pasional¡± es algo relativamente nuevo. Las marchas organizadas por el colectivo #NiUnaMenos, la ¨²ltima el 3 de junio pasado, ha visibilizado el problema incluso a fuera del pa¨ªs, con r¨¦plicas en Uruguay, Chile y Per¨².
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.