La gran deuda de Am¨¦rica Latina con las mujeres

Volver caminando a casa con miedo. No ganar lo mismo que otros compa?eros de trabajo. Soportar bromas, comentarios fuera de lugar y hasta en algunos casos, violencia f¨ªsica.

Las mujeres no necesitan imaginaci¨®n para situarse en estos escenarios. Los han vivido todos.

Sin dudas, los ¨²ltimos a?os fueron sin¨®nimo de grandes avances en la lucha por la igualdad entre sexos. Pero a¨²n existen puntos cr¨ªticos de la brecha que cuesta cerrar. Y mientras mujeres y ni?as sufren directamente el costo de la inequidades, la desigualdad tambi¨¦n desacelera el ritmo del desarrollo.

Es por eso que el mundo se ha propuesto ¡°Lograr la igualdad entre los g¨¦neros y empoderar a todas las mujeres y las ni?as¡± como una de las metas de desarrollo sostenible planteadas por la ONU para el 2030.

En este sentido, la regi¨®n de Am¨¦rica Latina y el Caribe est¨¢ pasando por un estancamiento.

A pesar de las similitudes en las cifras de ni?os y ni?as que logran completar su educaci¨®n ¨C especialmente en la escuela primaria -, se estima que hay un 7% m¨¢s de mujeres en escuelas secundarias y un 30% en niveles terciarios, de acuerdo al Banco Mundial. Sin embargo, los altos niveles de acceso a la educaci¨®n de las mujeres no se traducen en el ¨¢mbito laboral.

Las mujeres tienen los empleos m¨¢s vulnerables: a tiempo parcial o el trabajo por cuenta propia, metodolog¨ªas que responden a la necesidad de flexibilidad, ya que la mayor¨ªa tienen tambi¨¦n a cargo el cuidado de los ni?os y los ancianos.

Un agravante son las licencias por maternidad. Debido a su corta duraci¨®n, muchas mujeres abandonan sus trabajos remunerados por del cuidado de sus hijos, ya que las posibilidades de pagar una guarder¨ªa o dejarlos al cuidado de alguien suelen ser escasas o muy costosas.

De acuerdo a un relevamiento realizado por el Banco Mundial, solo pocos pa¨ªses garantizan licencias pagas que se ajustan a la norma recomendada por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT) que son 16 semanas, es decir, unos 112 d¨ªas corridos:

Por otra parte el ingreso de la mujer en el mundo laboral parece haberse estancado. En la d¨¦cada de los 90, la tasa de participaci¨®n laboral femenina pas¨® del 53% al 62%. Pero en los primeros 10 a?os del 2000, cuando Latinoam¨¦rica vivi¨® uno de los auges econ¨®micos m¨¢s importantes de su historia, la presencia de mujeres en el mercado de trabajo solo aument¨® tres puntos porcentuales:

De acuerdo al Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales de la Universidad de La Plata, este estancamiento podr¨ªa deberse a que la tasa de participaci¨®n ha llegado a su techo y que como muchos hombres se encontraban con trabajo bien remunerado durante el boom, las mujeres decidieron quedarse en casa para dedicarse a otras tareas. Est¨¢ por verse qu¨¦ pasar¨¢ en los pr¨®ximos a?os, ahora que las condiciones no son tan favorables.

Pero s¨ª vale la pena destacar que la mujer latinoamericana se ha hecho un lugar en puestos altos y medios dentro de las empresas. En comparaci¨®n a otras regiones, Am¨¦rica Latina y el Caribe es la que m¨¢s participaci¨®n de la mujer tiene en roles gerenciales o directivos en las empresas privadas, de acuerdo a la Enterprise Survey:

Otra gran cuenta pendiente en Am¨¦rica Latina es el de la violencia de g¨¦nero. Desde la regi¨®n, diversas organizaciones han llamado a las autoridades locales a actuar contra la violencia machista, y entre otras propuestas, est¨¢ la de reconocer la figura del feminicidio como delito.

Ignorar el llamado de #Niunamenos ¨C el lema que surgi¨® en Argentina, pero r¨¢pidamente se convirti¨® en un clamor latinoamericano para concientizar sobre la violencia machista ¨C podr¨ªa costar hasta el 3,7% del PIB en la regi¨®n, m¨¢s del gasto total en la educaci¨®n en muchos pa¨ªses, seg¨²n el Banco Interamericano de Desarrollo.

El problema, sin embargo, no es exclusivo de Am¨¦rica Latina. A nivel global, a lo largo de su vida una de cada tres mujeres adultas experimentar¨¢ la violencia f¨ªsica o sexual, de acuerdo a ONU Mujeres.

* Mar¨ªa Victoria Ojea es productora online del Banco Mundial.