Mauricio Macri y el campo argentino ratifican su idilio en la exposici¨®n rural
Los productores reciben al presidente con una ovaci¨®n en la apertura de la 130¡ã muestra anual del sector
La apertura de la exposici¨®n que desde hace 130 a?os realiza la Sociedad Rural Argentina (SRA) en Buenos Aires es el term¨®metro que mejor mide la relaci¨®n entre el campo y el poder Ejecutivo. En una escala que va de los abucheos a la ovaci¨®n, Mauricio Macri ha recibido la mejor calificaci¨®n. La decisi¨®n del gobierno de devaluar la moneda y reducir a m¨ªnimos los impuestos a las exportaciones impulsados por el kircherismo ha provocado euforia en el sector, y el acto en La Rural ha sido una muestra de ello. ¡°Pensar que algunos dec¨ªan que esto no iba a ser posible y ac¨¢ estamos. Y esto no es todo, porque lo mejor est¨¢ por venir¡±, dijo exultante en su discurso el presidente de la SRA, Miguel Etchevehere. Macri agradeci¨®, a su turno, el gesto: ¡°Desde hace siete meses trabajamos en el Gobierno para que el campo sienta que se le ha sacado la pata [el pie] de encima y ahora se le est¨¢ tendiendo la mano".
La presencia de Macri en la exposici¨®n ha sido la primera de un presidente desde 2001. Ni N¨¦stor Kirchner ni su esposa, Cristina F¨¦rnd¨¢ndez, asistieron, evidencia de la mala relaci¨®n que mantuvieron durante 14 a?os con un sector que siempre consideraron representantes de la oligarqu¨ªa terrateniente que dijeron combatir. La crisis lleg¨® a su m¨¢ximo en 2008, cuando el Gobierno decidi¨® elevar las retenciones a las exportaciones del campo y los ruralistas, grandes y peque?os, iniciaron un conflicto que se extendi¨® durante m¨¢s de cuatro meses, con cortes de carreteras y la negativa a comercializar granos. En ese escenario, la 129¡ã exposici¨®n ser¨¢ recordada por el llamamiento de Etchevehere a ¡°no votar a los ladrones¡± y su apoyo expl¨ªcito a Macri.
El dirigente celebr¨® hoy la llegada de Macri al poder y consider¨® al campo mentor de la derrota kirchnerista en las elecciones de octubre y noviembre pasado. ¡°No es a un partido o a un dirigente a quien apoyamos, es a un sistema de ideas o principios. Cuando el autoritarismos aspir¨® a despojarnos de nuestros derechos el campo supo salir a la calle, no solo contra la prepotencia de un gobierno sino representando un sentimiento de toda la sociedad. Lo hicimos cuando pronunciarse era un riesgo¡±, dijo el funcionario, refiri¨¦ndose a las protestas contra el kirchnerismo.
Macri ha apostado a los ingresos del campo para impulsar el crecimiento argentino. Por eso apenas asumi¨® satisfizo la demanda de los ruralistas para pagar menos impuestos. La devaluaci¨®n de un 40% del peso elev¨®, adem¨¢s, las ganancias derivadas de las exportaciones. Las primeras medidas derivaron en una r¨¢pida reactivaci¨®n y hoy las ventas al exterior, principal fuente de ingresos del pa¨ªs, se est¨¢n recuperando, con aumentos de hasta el 225% en aceite de girasol o del 72% en el de soja. ¡°El 80% se invierte en los pueblos donde producimos, de los 25 productos que m¨¢s se exportan, 20 son del sector agro. Hemos ensanchado en 2 millones de hect¨¢reas el ¨¢rea sembrada, aument¨® la venta de fertilizantes, la de maquinaria, generando m¨¢s empleo formal¡±, dijo el presidente de la SRA, una entidad con 150 a?os de historia en Argentina.
El presidente devolvi¨® el favor desde el escenario donde dio su discurso. ¡°Al campo le cabe m¨¢s responsabilidad porque el campo es el gran motor de este papis. Uno de cada tres empleos se generan en el campo argentino, y por eso hoy les quiero pedir que hay que crecer cada d¨ªa m¨¢s. Tenemos que aceptar el desaf¨ªo de dejar de ser el granero del mundo para ser el supermercado del mundo¡±, dijo Macri, ante un p¨²blico que aplaudi¨® cada una de sus palabras.
Argentina ha vivido toda su historia reciente en una especie de lucha constante entre el campo y la industria. Con su enorme fertilidad, especialmente en la pampa h¨²meda, en el centro alrededor de Buenos Aires, la agricultura y ganader¨ªa llevaron a Argentina a lo m¨¢s alto y la sacaron de todas las crisis. El llamado granero del mundo sali¨® gracias al campo y en especial a la soja de la ¨²ltima gran crisis, la de 2001. Pero es la industria y los servicios, en especial en la periferia de Buenos Aires, la que se lleva buena parte del empleo del pa¨ªs.
En esa dial¨¦ctica entre un campo muy rentable pero con poco trabajo y una industria con mucho empleo y muchas veces subvencionada o protegida se escribe la historia econ¨®mica argentina. Si el kirchnerismo subi¨® los impuestos al campo para promover a la industria, Macri decidi¨® apoyar el campo para aumentar el ingreso de divisas desde el exterior. El Presidente tiene ahora al campo de su lado.
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