Deserta con su familia el ¡®n¨²mero dos¡¯ de la Embajada de Corea del Norte en Londres
Corea del Sur afirma que Thae Yong Ho est¨¢ bajo la protecci¨®n de su Gobierno
Un diplom¨¢tico de alto rango de Corea del Norte destinado en Londres ha desertado a Corea del Sur. Thae Yong Ho, hasta hace unas semanas director adjunto de la legaci¨®n del pa¨ªs asi¨¢tico en el Reino Unido, ha llegado junto a su familia a Se¨²l. Su huida es significativa porque los representantes enviados al extranjero del r¨¦gimen de Kim Jong-un son seleccionados cuidadosamente por su lealtad ideol¨®gica y est¨¢n sujetos a una estrecha vigilancia.
Thae era el cargo de mayor importancia tras el embajador y llevaba alrededor de diez a?os sirviendo como diplom¨¢tico en la capital brit¨¢nica. Aunque el Ministerio de Unificaci¨®n de Corea del Sur inform¨® de su deserci¨®n este mi¨¦rcoles, no est¨¢ claro cu¨¢ndo lleg¨® ni c¨®mo lo hizo. El portavoz de esta cartera, Jeong Joon-hee, asegur¨® que Thae tom¨® la decisi¨®n debido a "su descontento con el r¨¦gimen de Kim, su admiraci¨®n por la libertad y la democracia en Corea del Sur y por el bien y futuro de su familia".
El Ministerio rechaz¨® dar m¨¢s detalles alegando problemas de seguridad y diplom¨¢ticos, pero asegur¨® que los desertores est¨¢n bajo la protecci¨®n de su Gobierno. El diplom¨¢tico llevaba varias semanas desaparecido y se embarc¨® en un viaje "siguiendo un plan escrupuloso" con el objetivo de llegar a un tercer pa¨ªs y pedir asilo, seg¨²n afirm¨® el peri¨®dico surcoreano JoongAng Ilbo, que adelant¨® la noticia el martes.
Como n¨²mero dos de la embajada, Thae era una de las caras visibles que sal¨ªa en defensa de la perspectiva norcoreana sobre la defensa de los derechos humanos en su pa¨ªs e intentaba justificar el programa nuclear del pa¨ªs. Seg¨²n el rotativo surcoreano, habla un ingl¨¦s y hasta en alguna ocasi¨®n hab¨ªa intercambiado opiniones con periodistas.
Corea del Norte es uno de los pa¨ªses m¨¢s aislados del mundo, pero cuenta con 48 embajadas y varios consulados, principalmente en Asia. Sus diplom¨¢ticos se caracterizan por su fidelidad al r¨¦gimen -se escogen cuidadosamente-, mantienen un perfil bajo en sus misiones y est¨¢n vigilados por sus propios compa?eros. Hay que remontarse hasta 1997 para encontrar una deserci¨®n similar, cuando el entonces embajador del pa¨ªs asi¨¢tico en Egipto, Jang Seung-gil, huy¨® y lleg¨® a Corea del Sur.
Corea del Norte no ha confirmado la noticia, pero los medios estatales acostumbran a calificar a los desertores de traidores. La gran mayor¨ªa de norcoreanos que abandonan el pa¨ªs huyen de la pobreza y suelen hacerlo a pie, cruzando la frontera com¨²n con China. Entonces buscan llegar a Corea del Sur a trav¨¦s de un tercer pa¨ªs, porque Pek¨ªn les considera inmigrantes ilegales y los repatr¨ªa de forma autom¨¢tica.
El n¨²mero total de personas que han huido del pa¨ªs y logrado llegar al Sur se ha reducido significativamente desde que el joven Kim lleg¨® al poder por el aumento de la vigilancia y una ligera mejora econ¨®mica. Sin embargo, recientemente han ocurrido una serie de episodios de deserci¨®n protagonizados por algunos ciudadanos que, como el caso de Thae, residen o viajan de forma temporal fuera de las fronteras norcoreanas.
En abril, todo el personal de un restaurante de comida norcoreana en China -trece personas- desertaron en masa, algo que nunca hab¨ªa ocurrido. Pyongyang asegur¨® al respecto que fueron enga?ados por agentes del servicio de inteligencia surcoreano y pidi¨® su repatriaci¨®n inmediata, que Se¨²l rechaz¨®. Una semana despu¨¦s, Corea del Sur confirm¨® la llegada en 2015 de un coronel del Ej¨¦rcito norcoreano que trabajaba en su unidad de espionaje. Hace apenas un mes, un estudiante de 18 a?os que viaj¨® a Hong Kong para participar en un concurso internacional de matem¨¢ticas pidi¨® asilo en el consulado surcoreano de la ciudad.
Todos estos casos han indignado a Pyongyang, que seg¨²n varios medios surcoreanos ha ordenado un aumento de la vigilancia de los funcionarios que viven en el extranjero. Entre las medidas se incluye la prohibici¨®n de que cualquiera de ellos entre en contacto con cualquier producto cultural surcoreano, como m¨²sica o series de televisi¨®n.
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