?D¨®nde tropez¨® Dilma?

La inesperada resurrecci¨®n de la autoestima colectiva de la sociedad brasile?a ha sido propulsada, parad¨®jicamente, por unos Juegos Ol¨ªmpicos en los que nadie confiaba pero que han acabado siendo aplaudidos por el mundo.

Ahora, ese milagro deber¨ªa convertirse ahora en algo m¨¢s que un sue?o que se disipa al despertar, en el punto de apoyo para abordar la probable salida de Dilma. Dejando al lado la disputa pol¨ªtica, no deja de ser un momento relevante para la democracia, doloroso y dram¨¢tico.

La sociedad brasile?a ha sabido siempre enfrentar y resolver sus desaf¨ªos hist¨®ricos

Habr¨ªa que preguntarse d¨®nde acab¨® tropezando pol¨ªticamente Dilma Rousseff, ya que existe un consenso general en cuanto a su honestidad personal.

Negar que Rousseff ha cometido errores de c¨¢lculo pol¨ªtico ser¨ªa a estas alturas querer negar algunas escenas cruciales de este drama.

M¨¢s all¨¢ de las luchas jur¨ªdicas, no cabe duda de que Dilma tuvo en sus manos varias opciones de abordar su defensa y de buscar la mejor salida para ella y para

la sociedad, para evitar que todo esto no acabara convirti¨¦ndose en un drama nacional m¨¢s psicoanal¨ªtico que pol¨ªtico. Podr¨ªa, cuando a¨²n hab¨ªa tiempo, haber convocado nuevas elecciones, dejando a los ciudadanos la posibilidad de expresarse en las urnas. Lo ha tratado de hacer ahora, cuando ya no hay ni tiempo ni voluntad en el Congreso.

Se lo hab¨ªan pidieron varias instituciones debido a que la renuncia, que otros hubiesen preferido, era mucho m¨¢s dram¨¢tica.

Pero Rousseff prefiri¨® resistir a cualquier costo y hoy paga el precio de verse atrapada en un callej¨®n sin aparente salida.

Le falt¨® quiz¨¢s recordar que la pol¨ªtica es el arte de la negociaci¨®n, sin el cual no existe la democracia.

Prefiri¨®, las m¨¢s de las veces, el pu?etazo en la mesa como gesto de resistencia al di¨¢logo, por ejemplo, con el Congreso y la oposici¨®n. Quiz¨¢s tambi¨¦n con la sociedad.

No creo en el axioma de que las sociedades tienen los gobiernos que se merecen. Por lo menos no siempre es as¨ª. Ahora bien: cuando se equivocan suelen tener la fuerza de reaccionar.

Con todos sus defectos, la sociedad brasile?a en concreto ha sabido siempre enfrentar y resolver sus desaf¨ªos hist¨®ricos.

El poeta Jos¨¦ Salgado Maranh?o escribe en su cuenta de Facebook: ¡°Somos un pueblo que viene de un largo camino de luchas y adversidades, sobretodo la gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n, muchas veces explotada por dirigentes deshonestos. Pero esta misma poblaci¨®n que sufre es capaz tambi¨¦n de prodigios para revelar el extraordinario calidoscopio de su alma mestiza. Y como si fuese el fruto de la ca?a molida, sabe extraer la miel del propio dolor¡±.