Finales de agosto (1)

Mes extra?o para quienes nos ocupamos de las noticias. No hay vacaciones para la actualidad, nunca las ha habido, pero las m¨¢quinas de la informaci¨®n cambian el ritmo e incluso su sistema de trabajo. Las estrellas de la radio y de la televisi¨®n se dan una pausa, casi tan larga como los escolares y sus maestros, y los peri¨®dicos ofrecen formatos nuevos, vacacionales, para una lectura de campo y playa. Los columnistas y articulistas habituales son sustituidos por otros aparentemente m¨¢s refrescantes e incluso innovadores. Solo el mundo digital, y sobre todo el m¨¢s distanciado de los medios tradicionales, lo que no es el caso de este blog, sigue rodando al ritmo de las noticias.

No tan solo no hay vacaciones para la actualidad en verano, sino que la actualidad m¨¢s salvaje, la que rompe de verdad las agendas y las previsiones, es la de las revoluciones y guerras. Algo tiene que ver con que los gobiernos y los parlamentos est¨¦n de vacaciones, los ej¨¦rcitos y las polic¨ªas menguados por los turnos y las libranzas, y muchos observadores de la actualidad ¨Cdiplom¨¢ticos, esp¨ªas, periodistas¡ª pasando unos d¨ªas de paseo por el mundo, en la orilla del mar o en lo alto de las monta?as.

Este es el segundo post que publico, antes de que termine agosto. El anterior se titulaba ¡®Tr¨¢gicos fogonazos de julio¡¯, el mismo t¨ªtulo que podr¨ªa utilizar para las notas sobre la actualidad de este mes tan lleno de noticias como escaso de reflexi¨®n y comentarios. De hecho, cualquier art¨ªculo miscel¨¢nea o resumen de la actualidad podr¨ªa llevar este t¨ªtulo en el que quise reflejar la dificultad de visi¨®n que nos plantea el paisaje crecientemente confuso de nuestro mundo, en el que debemos calibrar el tama?o e importancia de los acontecimientos a pesar de que los fogonazos de la actualidad nos deslumbran y desorientan. Manos a la obra, pues. Empiezo hoy y terminar¨¦ el repaso probablemente cuando el mes termine, es decir, el mi¨¦rcoles.

En todos los juegos est¨¢n las noticias, que son muchas y serias, en forma de plusmarcas y sobre todo de figuras excepcionales, unas que se confirman, otras que aparecen surgidas de la nada y otras m¨¢s que se reafirman en su dimensi¨®n gigantesca, como Phelps o Bolt. Y luego est¨¢ la competici¨®n y el esfuerzo de todos, los vencedores y los que quedan eliminados en la primera ronda, que proporcionan la sustancia admirable del gran acontecimiento cuatrienal. ¡°Si est¨¢s perdiendo la fe en la naturaleza humana sal y contempla un marat¨®n¡± dijo Kathrine Switzer, la primera y bien meritoria mujer que corri¨® el de Boston en 1966 y tuvo que defenderse para que un ¨¢rbitro no la echara de la carrera, una frase que vale para los juegos enteros.Para los ol¨ªmpicos, claro, pero incluso m¨¢s para los paral¨ªmpicos que les han sucedido.

Pero los juegos tambi¨¦n proporcionan una foto deportiva de la geopol¨ªtica mundial que permite abundantes lecturas comparativas, entre continentes, pa¨ªses y ¨¦pocas. El an¨¢lisis del medallero no ofrece duda alguna sobre el pa¨ªs que sigue siendo y para mucho tiempo la superpotencia deportiva mundial. Reino Unido, con su segunda plaza, demuestra que se puede tener una excelente pol¨ªtica deportiva y una p¨¦sima pol¨ªtica europea: el ¨¦xito deportivo de los brit¨¢nicos nada tiene que ver con el Brexit, aunque algunos pretendan encontrar la relaci¨®n. El tercer lugar de China, con menos medallas y oros de los esperados, es un rev¨¦s para las aspiraciones de la superpotencia emergente. Solo dos datos para abrir el apetito del an¨¢lisis: India, con 1.250 millones de habitantes, ocupa el lugar 67 del medallero, una de plata y otra de bronce, por debajo de Venezuela y Bulgaria; y Africa, con el 15 por ciento de la poblaci¨®n mundial ha obtenido el 5 por ciento de las medallas, el mismo porcentaje que Ocean¨ªa (38 millones de habitantes).