Donald Trump: ¡°M¨¦xico no lo sabe a¨²n, pero pagar¨¢ el muro al 100%¡±

La campa?a de Trump hab¨ªa prometido que el de este mi¨¦rcoles en Phoenix era el ¡°gran discurso¡± sobre inmigraci¨®n del candidato. La expectaci¨®n no pod¨ªa ser m¨¢s alta, despu¨¦s de dos semanas en las que hab¨ªa enviado mensajes contradictorios, en medio de cambios radicales en su organizaci¨®n de campa?a. Las prometidas deportaciones masivas ya no estaban tan claras. La pregunta de si Trump estaba finalmente suavizando un discurso ampliamente considerado como racista y xen¨®fobo desde el d¨ªa uno estaba leg¨ªtimamente encima de la mesa.

El otro factor que daba cierto car¨¢cter definitorio a la actuaci¨®n de Trump era la ins¨®lita invitaci¨®n por parte del presidente de M¨¦xico, Enrique Pe?a Nieto, a una reuni¨®n en la capital mexicana. Trump aterriz¨® por la ma?ana en Ciudad de M¨¦xico y despu¨¦s dieron una rueda de prensa conjunta. En los discursos previos de la campa?a de Trump, como el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, el sheriff Paul Babeu o el candidato a vicepresidente, Mike Pence, qued¨® evidente que van a aprovechar el encuentro con Pe?a Nieto para lavar la imagen poco presidenciable de su candidato. Trump fue presentado como un l¨ªder que puede llevar su estilo sin peligro fuera de las fronteras, un l¨ªder que va a M¨¦xico y le dice las cosas a la cara al presidente de ese pa¨ªs. Esa es la conclusi¨®n del encuentro para Trump.

La rueda de prensa fue en realidad dos discursos paralelos en los que cada uno dio su visi¨®n de la inmigraci¨®n. Al ser preguntado por el muro, Trump dijo que lo hab¨ªan hablado, pero no qui¨¦n lo pagar¨ªa. Pe?a Nieto le desminti¨® m¨¢s tarde y asegur¨® en Twitter: ¡°Al inicio de la conversaci¨®n con Donald Trump dej¨¦ claro que M¨¦xico no pagar¨¢ por el muro¡±.

Cuatro horas despu¨¦s, ante un p¨²blico entregado y muy sensible al tema de la inmigraci¨®n como el del sur de Arizona, Trump empez¨® as¨ª su plan sobre inmigraci¨®n:

- "?Est¨¢is preparados?"

- "?S¨ª!"

N¨²mero uno: vamos a construir un muro. El p¨²blico de Phoenix se volvi¨® loco con este n¨²mero de Trump. Ser¨¢ ¡°impenetrable¡± y ¡°maravilloso¡±, dijo. Despu¨¦s de una larga pausa dram¨¢tica en la que se dej¨® envolver por los aplausos, a?adi¨®: ¡°Y lo va a pagar M¨¦xico¡±. Y todav¨ªa quedaba una coletilla: ¡°A¨²n no lo saben¡±. Esto ¨²ltimo no estaba, como muchas otras salidas de guion, en el discurso escrito que fue enviado al terminar la alocuci¨®n. ¡°M¨¦xico colaborar¨¢ con nosotros, as¨ª lo creo. Despu¨¦s de reunirme con su maravilloso, maravilloso presidente, estoy convencido de que quieren solucionar este problema¡±.

El resto de su plan de inmigraci¨®n, coreado con gritos de "USA, USA, USA" por el p¨²blico de Arizona fue lo m¨¢s duro que pod¨ªan escuchar aquellos que tienen como familiar, amigo, vecino o compa?ero de trabajo a alguno de los 11 millones de inmigrantes en situaci¨®n irregular en Estados Unidos. Habr¨¢ una deportaci¨®n masiva de todo aquel que entrara en el pa¨ªs ilegalmente o que haya sobrepasado su visado temporal. Todos los cuerpos de seguridad del pa¨ªs, especialmente las polic¨ªas locales, ser¨¢n puestos a disposici¨®n de esta pol¨ªtica migratoria. Ning¨²n inmigrante detenido al cruzar ilegalmente la frontera ser¨¢ puesto en libertad. Permanecer¨¢ detenido hasta que sea deportado. Y ser¨¢n deportados a sus pa¨ªses de origen, donde quiera que est¨¦n y los acepten de vuelta o no. Adem¨¢s, los que quieran emigrar a Estados Unidos pasar¨¢n por un "examen ideol¨®gico" para "asegurar que todos los que entran en nuestro pa¨ªs comparten nuestros valores y aman a nuestra gente".

El candidato republicano no dej¨® lugar a la interpretaci¨®n. ¡°Los que quieran tener un estatus legal solo tendr¨¢n un a v¨ªa. Volver a su casa y solicitar la vuelta legal como todo el mundo. Lo har¨¢n a trav¨¦s de los cupos que estableceremos. Vamos a romper el ciclo de inmigraci¨®n ilegal y amnist¨ªas¡±, dijo. ¡°No habr¨¢ amnist¨ªa. Nuestro mensaje al mundo es este: no puedes tener estatus legal si entras ilegal en nuestro pa¨ªs¡±. Cualquier esperanza de llegar a salir de las sombras para 11 millones de personas en Estados Unidos est¨¢ cerrada en una eventual presidencia de Donald Trump. Adem¨¢s, prometi¨® revocar las ¨®rdenes ejecutivas de Obama, paralizadas por el Tribunal Supremo, que daban protecci¨®n de la deportaci¨®n a los indocumentados que tengan hijos ciudadanos.

Trump recuper¨® adem¨¢s uno de los pilares de su campa?a en los primeros d¨ªas en los que intentaba hacerse un hueco en los medios. La lucha contra los ¡°ilegales criminales¡±, un t¨¦rmino ofensivo para describir a los inmigrantes que utiliz¨® sin cesar, ser¨¢ una prioridad absoluta de su administraci¨®n. Asegur¨® que hay ¡°dos millones de ilegales criminales en las calles¡±, una cifra que no dijo a qu¨¦ correspond¨ªa. Prometi¨® identificar a inmigrantes indocumentados dentro de las prisiones y dijo que cualquier indocumentado que cometa un delito tendr¨¢ una pena de prisi¨®n m¨ªnima solo por ser indocumentado.

En medio de este discurso, Trump se rode¨® una vez m¨¢s de una serie de familias que han perdido un ser querido a manos de un indocumentado. Y culp¨® directamente a Barack Obama y a Hillary Clinton de las muertes de esas personas por su ¡°pol¨ªtica de fronteras abiertas¡±.

El discurso m¨¢s xen¨®fobo, m¨¢s inmisericorde con una poblaci¨®n de inmigrantes indocumentados, la de Estados Unidos, que es del tama?o de un pa¨ªs mediano, la representaci¨®n m¨¢s zafia del inmigrante latino (Trump relacion¨® la dureza antiinmigraci¨®n con ¡°acabar con las bandas¡±), la utilizaci¨®n del dolor de v¨ªctimas de desgracias, la acusaci¨®n de que Obama deja tras de s¨ª un pa¨ªs ca¨®tico que se cae a pedazos. Todo Trump, la versi¨®n m¨¢s dura del discurso de "Am¨¦rica primero" que le hizo seducir a medio partido republicano, es su posici¨®n definitiva sobre este asunto a dos meses de las elecciones.