Activistas musulmanas critican el ¡®burkini¡¯ pero no entienden el veto franc¨¦s
La impresi¨®n mayoritaria es que los pol¨ªticos que est¨¢n detr¨¢s de esa medida cometen el mismo pecado contra las mujeres que los fan¨¢ticos religiosos que imponen el velo
El debate sobre el burkini es, ante todo, un asunto europeo. En pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana como los pa¨ªses ¨¢rabes e Ir¨¢n, muchas mujeres no entienden la prohibici¨®n cuando lo que admiran de Europa es su proclamada libertad. La impresi¨®n mayoritaria es que los pol¨ªticos que est¨¢n detr¨¢s de esa medida cometen el mismo pecado contra las mujeres que los fan¨¢ticos religiosos que imponen el velo en sus pa¨ªses. La posici¨®n de la mayor¨ªa de feministas ¨¢rabes se podr¨ªa resumir con una peque?a modificaci¨®n de la c¨¦lebre par¨¢frasis del pensamiento del fil¨®sofoVoltaire: ¡°No estoy de acuerdo con su atuendo, pero defender¨¦ hasta la muerte su derecho a llevarlo¡±. EL PA?S ha recogido las opiniones de mujeres en varios pa¨ªses.
Ir¨¢n
¡°La prohibici¨®n del burkini es un problema occidental, en los pa¨ªses isl¨¢micos no le importa a nadie¡±, asegura Masih Alinejad, una feminista iran¨ª cuyo activismo contra la obligaci¨®n del velo la ha llevado al exilio. ¡°Rechazo esa medida porque limita la libertad de elecci¨®n, pero en Ir¨¢n la polic¨ªa detiene y acosa a mujeres por no ir completamente cubiertas. Me gustar¨ªa que los europeos que protestan contra la prohibici¨®n francesa fueran igual de activos en contra de las opresivas leyes de la Rep¨²blica Isl¨¢mica¡±, explica.
Kuwait
Al otro lado del golfo P¨¦rsico, la activista kuwait¨ª Laila al Sarraf considera que el burkini ¡°es una cosa terrible sin relaci¨®n con el islam¡±, ya que ¡°se trata de una prenda que marca el cuerpo femenino en contra de lo que predica¡± esa religi¨®n. No obstante, defiende que su uso entra dentro de la libertad de elecci¨®n de cada cual y opina que resulta ¡°lamentable que Francia, un pa¨ªs con una larga historia de derechos humanos, lo proh¨ªba¡±.
Arabia Saud¨ª
¡°Apoy¨¦ la prohibici¨®n del burka, pero en el caso del burkini es distinto¡±, afirma por su parte la bloguera saud¨ª Eman al Nafjan en un email. Esa prenda, explica, ¡°no es ideol¨®gica ni siquiera isl¨¢mica, sino m¨¢s bien una expresi¨®n de conservadurismo social y clase social¡±. Aunque entiende que la sensibilidad de Francia tras los atentados, considera que la medida atenta a la libertad de elecci¨®n de las mujeres y resulta ¡°tan intolerante como [las imposiciones d]el ISIS¡±.
Emiratos ?rabes
Ameena al Mansoori no entiende el debate. ¡°Me parece tonto que se est¨¦ discutiendo algo tan insignificante cuando hay problemas m¨¢s graves¡±, responde est¨¢ dise?adora gr¨¢fica emirat¨ª. ¡°Lo veo como un conflicto de intereses. Por un lado [en Europa] se habla de libertad, de respeto del otro¡ Sin embargo, se juzga y se etiqueta a la gente por c¨®mo se viste¡±, explica. En su opini¨®n, la religi¨®n es un asunto privado y cada cual se viste de acuerdo con sus creencias. ¡°Los Gobiernos y los medios est¨¢n exagerando su cobertura del asunto¡±, subraya.
No obstante, Ameena tampoco comparte al cien por cien la postura de los progresistas europeos que defienden el burkini en aras de la libertad individual. En su opini¨®n, esa libertad no puede ser absoluta. ¡°El l¨ªmite es la libertad de los otros. No aprobar¨ªa [que alguien tenga derecho a] andar desnudo por la calle. Debemos ser respetuosos¡±, concluye.
Egipto
La bloguera Nervana Mahmoud advierte de la hipocres¨ªa de algunos que, desde los pa¨ªses ¨¢rabes, critican a Francia. ¡°Si los defensores del burkini son realmente genuinos en su apelaci¨®n a la libertad de elecci¨®n, deber¨ªan enfrentarse al bullying emocional que vincula el cuerpo de la mujer con el honor. Todo el mundo, tambi¨¦n las mujeres musulmanas sin burkini, debe tener la libertad de elecci¨®n¡±, opina Mahmoud, que recuerda el acoso al que se ven sometidas en muchos pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana las mujeres que optan por lucir en la playa cualquier prenda que no se ajuste a los c¨¢nones m¨¢s conservadores.
T¨²nez
Ayda Shaaban, presidenta de la Coalici¨®n por las Mujeres de T¨²nez, explica: ¡°Creo que el islamismo es una ideolog¨ªa a combatir, pero no hay que hacerlo a trav¨¦s de la imposici¨®n, sino del di¨¢logo. Hemos de defender los derechos humanos, tambi¨¦n de las mujeres que quieren usar el burkini¡±, sostiene Shaaban. Es decir, no se alinea con los postulados defendidos por la derecha francesa -extrema o no-, as¨ª como tambi¨¦n algunos pol¨ªticos socialdem¨®cratas como el primer ministro Manuel Valls.
L¨ªbano
¡°Castigar a la mujer, es decir a la v¨ªctima, en lugar de penalizar a la autoridad patriarcal no aporta ninguna soluci¨®n al problema. De hecho es contra productivo privar a estas mujeres de la simpat¨ªa ajena al demonizarlas en los media¡±, valora la escritora y feminista Joumana Haddad en L¨ªbano, en un pa¨ªs que se considera a la vanguardia regional en materia de libertades de la mujer. Un ensa?amiento contra el burkini que Haddad teme convierta al ¡°instrumento de opresi¨®n¡± (por la prenda), en s¨ªmbolo de revoluci¨®n.
A pesar de que Beirut mantiene unas estrechas relaciones pol¨ªticas y sociales con Francia, la intransigencia por parte de algunos pol¨ªticos franceses frente al porte del burkini ha llevado a muchas libanesas a equiparar el radicalismo laico franc¨¦s con el islamista que pretende combatir.
¡°Me opongo a la prohibici¨®n de burkini ya que al igual que hacen los fundamentalistas, es otra forma de imponer a la mujer qu¨¦ vestir o no. Pero tampoco estoy de acuerdo en limitar el debate al argumento liberal por el que se establece que se trata de una elecci¨®n personal¡±, considera Ghada Jabbour, subdirectora de la ONG Kafa que denuncia el tr¨¢fico y maltrato de las mujeres en L¨ªbano. ¡°El burkini y el velo tienen que ser debatidos en t¨¦rminos de igualdad de g¨¦nero y en referencia al estatus de la mujer. Y ello, lejos de la actual agenda pol¨ªtica de las naciones. S¨®lo entonces podremos tomar una postura al respecto¡±, remacha.
En las redes sociales, la joven y popular periodista Rana Harbi aprovecha los 140 caracteres que le brinda Twitter para contar a sus m¨¢s de 32.000 seguidores que el debate sobre el burkini se erige como cortina de humo tras la que ocultar el doble discurso a la hora de condenar la intolerancia religiosa. ¡°Arabia Saud¨ª, aliado de Occidente deporta a 27 cristianos libanesas por poseer biblias¡ pero sigamos hablando de los burkinis¡±, escribi¨® Harbi esta semana despu¨¦s de que Riad expulsara a sus conciudadanos acusados de llevar a cabo oraciones no isl¨¢micas.
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